En 2024, los incendios en Córdoba han dejado un saldo de unas 100.000 hectáreas quemadas, de las cuales casi 5.000 corresponden a bosques nativos, poniendo en riesgo uno de los mayores patrimonios ambientales de la provincia.
Esta cifra, aunque impactante, refleja una tendencia que viene acentuándose en los últimos años, con los incendios forestales superando a los desmontes en términos de superficie afectada.
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Hasta el momento, Córdoba conserva solo el 3% de sus bosques nativos originales, una fracción mínima comparada con los 12 millones de hectáreas que existían hace un siglo. Sin embargo, la destrucción de estos ecosistemas sigue avanzando.
Entre 2020 y 2024, los incendios arrasaron 630.000 hectáreas, un número alarmante comparado con las 118.000 hectáreas quemadas en el período 2015-2019.
Esta situación llevó al Ministerio de Ambiente y Economía Circular a incluir datos de las áreas de manejo y conservación en los informes trimestrales sobre los incendios, lo que ha permitido identificar el impacto directo sobre estas zonas protegidas.
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En el tercer trimestre de 2024, se registraron 93.396 hectáreas quemadas, de las cuales el 5,15% (alrededor de 4.800 hectáreas) correspondieron a áreas con planes de manejo, muchas de ellas en bosques nativos o espacios protegidos.
Entre los sectores más afectados, destacan la Reserva Natural de la Defensa La Calera, con casi 4.800 hectáreas quemadas, y otras áreas protegidas como el Parque Nacional Traslasierra y la Reserva Hídrica Pampa de Achala, que suman miles de hectáreas afectadas.
Además, los incendios de 2024 tuvieron un fuerte impacto en la vivienda, con 42 casas quemadas en distintos focos del norte y sur provincial.