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ARCAS PROVINCIALES

"Impuestazo" o "Tasazo", parece que no hay otra salida para mantener obras y servicios locales en la economía de Milei

Hace un par de semanas que los cordobeses estamos enfrascados en el debate del valor del inmobiliario y el automotor ¿Puede el gobernador y los intendentes hacer lo mismo con menos recaudación? El “Súper-IVA” se encamina como la solución.

Javier Milei con lentes
Javier Milei observa preocupado | Cedoc

Esta semana los legisladores de Hacemos Unidos por Córdoba no dieron lugar a dos proyectos presentados sobre tablas por la oposición para disminuir los aumentos de los impuestos provinciales. Se estima que al menos 22 mil cedulones llegaron con subas que alcanzan hasta el 700% de suba.

Es el “mayor, ilegal y confiscatorio aumento impositivo de la historia de Córdoba para pagar el gasto público exorbitante”, disparó el diputado nacional Rodrigo de Loredo en sus redes y logró capitalizar la atención mediática mientras el gobernador presentaba un plan de obras histórico para el norte y sur de la provincia que pasó casi desapercibido.

Pese a los esfuerzos del radical, sumado a la presión de los legisladores que responden a Luis Juez, las iniciativas fueron canceladas en el recinto. “Ojo con abrir esa discusión, que podemos caer todos en la bolsa”, dijo por lo bajo un opositor exintendente sentado en su banca en la Unicameral. Miguel Siciliano, el legislador candidato retrucó: “si quieren nos sentamos y discutimos en serio la estructura tributaria a ver a dónde llegamos”.

Mercado Inmobiliario Córdoba

La economía de Milei afectó de manera significativas las cuentas locales. Ya no están los fondos “extras” y “discrecionales” que mandaban desde Casa Rosada. Ahora es “lo que hay” y se comenzó a replantear la calidad de servicios que vuelven con los impuestos y cuál es el tope de suba para no afectar la economía del lugar. Cada centavo que ingresa a las cajas municipales vale oro.

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“El cordobés se acostumbró a ver obras, a contar con servicios más o menos buenos ¿cómo los pagamos?”, preguntó un intendente del interior y les apuntó a los legisladores capitalinos: “No presionen mucho que acá somos varios los que ya ajustamos con tasas que estaban atrasadas”.

La Constitución Nacional es clara y delimita las competencias de Nación reservando a las provincias el resto de los servicios como: educación básica y media, la salud pública, la asistencia social y el desarrollo urbano. Pero, desde la bonanza de la soja y la necesidad de concentrar poder del gobierno nacional, especialmente en las administraciones kirchneristas, bajo el argumento que las provincias carecían de recursos o capacidad técnica, el gobierno central comenzó a intervenir en estas áreas. Una mala costumbre que muchos resultaron beneficiados.

Hubo un sinfín de obras por todos lados por muchos años hasta que Milei llegó y las cortó de cuajo. Además, le sumó recortes al transporte, fondo docente, jubilaciones, todo lo que pudo. El presidente, por más que a algunas personas no le guste, desde el punto de vista de organización de funciones hace lo correcto. Entonces ¿cómo se financian los intendentes y gobernadores para mantener la continuidad de los servicios?

Cómo recauda cada municipio

“Llaryora decidió hacer ‘caja’ metiéndole la mano en el bolsillo a los vecinos con el aumento más grande de la historia de Córdoba”, es una frase que debe ser acompañada de una propuesta, de lo contrario queda solo como una gran titular que muchos se podrán prender como socios en el enojo. Y hasta desfinanciar a los intendentes propios.

Cada intendente de la provincia recauda por tres vías: la coparticipación provincial -la copa, que viene de IVA y Ganancias nacionales- que se distribuye por cantidad de vecinos, tasas de comercio e industria y los inmobiliario y automotor o patente. Se le puede sumar algún monto extra como el rural y obras que la provincia realice directamente en su localidad sin que cobre un extra, por eso, por ejemplo: pavimentación de calles o cloacas. No hay más de donde rascar, por suerte para los ciudadanos.

Mercado inmobiliario Córdoba

Dentro de esa maraña de tasas e impuestos hay uno que es “veneno” para todo el sistema: Ingreso Brutos (IIBB). Córdoba cobra un 3% promedio (4,76% para comercios) de cada factura y operación comercial que se haga. No es la provincia que más cobra, pero es un “extra” que está presente en toda la cadena de un producto

Para cada impuesto hay una queja. Los bancos ponen el grito en el cielo porque dicen que las tasas municipales le encarecen los créditos, los industriales acusan a la provincia de no poder ser más competitivos y apuntan a la provincia. Entonces, el ciudadano paga en impuestos mucho más de lo que ve reflejado en su entorno.

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La recaudación impositiva en nuestro país es compleja. Jorge Colina de IDESA cuestiona de manera directa el sistema de coparticipación nacional y apunta a un modelo “más sano”. Para el economista, “lo fundamental es que el gobernador y el intendente cobren los impuestos de manera directa para que después rinda cuenta a la sociedad para ver qué es lo que hizo con ese dinero”. Obviamente esto no sucede.

Hasta cuánto es caro un impuesto

Si un gobernador o intendente tiene que afrontar más gastos porque Nación ya dejó de acompañar esas demandas, en el corto plazo no tiene otra salida que subir esos impuestos para poder financiarse. Aquí Colina enciendo una luz de alarma: “Subiendo esos impuestos para poder financiarse es insostenible en el mediano plazo porque se va a quedar sin comerciantes, se va a quedar sin industriales, se va a quedar sin bancos, como ya pasó en la Pampa, que se quedó sin Banco Nación”.

No se puede subir más de lo que la ciudadanía puede pagar porque de lo contrario se puede quedar sin aportantes. La inflación del primer año de Javier Milei y por ende de Martín Llaryora fue del 117% según el Indec, pero en Córdoba la suba impositiva tuvo un tope del 172,54%. Mucho más arriba.

Los comerciantes, por ejemplo, pagan por cada venta IVA a la nación, Ingresos Brutos a la provincia y tasa de comercio al municipio, todo debería decantar en un solo impuesto denominado "Super IVA”, remarca Colina.

“Debería haber un Super IVA, que sume IVA, ingresos brutos y tasas municipales y luego que cada provincia se quede con lo que genera su provincia y obviamente cada municipio. A diferencia de IIBB es sobre el valor agregado. Es decir, el contribuyente, el comerciante, la empresa no paga sobre las ventas IVA, paga sobre las ventas menos los costos”, explicó Colina.

De esta manera el IVA no se multiplica. “En el caso que se venda un cable para hacer una radio, esa radio cuando se venda se le descontará el impuesto que se pagó por el cable”, amplió el economista.

El directivo de IDESA pide de manera urgente “rediscutir a nivel nacional la cuestión impositiva, entre el presidente y los gobernadores. Es más, la idea es que se junten en un bar, lleguen a un acuerdo y ahí escribieron la ley para que la apruebe el Congreso”.