La semana pasada comenzó a regir una gran reforma estructural y organizativa en uno de los fueros más sensible a las conflictividades sociales y domésticas.
Los cambios se pusieron en marcha en la sede Capital del Poder Judicial de Córdoba y atañen al Fuero de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género cuya sede está en calle San Jerónimo 258, en el centro de la ciudad.
El objetivo es optimizar al máximo los recursos humanos que trabajan en esa área para dar respuestas más rápidas y efectivas a las víctimas o a los niños que esperan ser adoptados.
En una entrevista en el programa Con el diario del lunes, por Canal 10, Agustina Olmedo secretaria general del Tribunal Superior de Justicia señaló que es “un gran cambio en la gestión”.
Se desarmaron las estructuras de juzgados tal como se conocían, con una jueza a la cabeza, secretarios y empleados. Se instituyó el Tribunal de Gestión Asociada (TGA), un gran colegio integrado por las nueve juezas que tiene el fuero.
Dos de ellas se dedicarán exclusivamente a los casos más graves de violencia familiar o de género. La gravedad se determina por tres indicadores: la presencia de armas, de victimarios integrantes de fuerzas de seguridad o mujeres embarazadas. En esos casos las juezas de 8° y 9° turno son las competentes para intervenir.
Por este fuero pasan todos los casos de niños y niñas sin contención de sus familias.
Un claro ejemplo es el de un niño de 10 años aprehendido ayer por robar $1000 de un comercio. La policía lo llevó a la comisaría. Su padre está ausente y su madre dijo que no quiere hacerse cargo de él. Se buscó a una tía y la respuesta fue la misma. Hechos de esta naturaleza requieren la inmediata intervención de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) . El control judicial de esas situaciones están a cargo del TGA.
En esta misma área del Poder Judicial se tramitan las adopciones. El año pasado se instituyó un Registro Único que está permitiendo agilizar el proceso y en nueve meses, aproximadamente, un niño en estado de adopción puede ser entregado a una familia en guarda provisoria.
El fenómeno de violencia familiar y de género es amplísimo. Abarca hechos de agresiones físicas, psicológicas, económicas en el ámbito doméstico, y también en el laboral, institucional y sanitario, donde contempla la violencia obstétrica.
De ahí la importancia social del fuero que es el que toma las medidas de protección de las víctimas o de los niños y adolescentes, según sea el caso.
Además de integrar el TGA, se desagregaron todos los trámites administrativos para que jueces y juezas se aboquen la mayor cantidad del tiempo a las audiencias y las resoluciones de cada problemática.
Con ese objetivo, se instituyó un Totem (una pantalla digital) al ingreso del edificio con un menú de consultas o trámites que se despliega. Personal especializado de la Oficina de Atención Ciudadana es la encargada de operarlo y derivar a las personas, según la necesidad que plantean.
También se configuró un sistema de comunicación simple para notificar a las personas la fecha y lugar de las audiencias. Esos mensajes se reciben por WhatsApp e incluye la información necesaria, qué documentos tiene que llevar el ciudadano citado, si tienen o no abogados que los asista, el domicilio donde deben presentarse y qué transporte los lleva hasta el lugar.
Es en esas audiencias donde las juezas adoptan medidas de protección a las víctimas, como por ejemplo exclusión del hogar, restricción de acercamiento, reubicación en un puesto laboral de los agresores, entre muchas otras.
VIDEO. CÓMO FUNCIONA EL NUEVO SISTEMA
