La organización de eventos para 2025 enfrenta un panorama complejo debido a la incertidumbre económica y la cautela de los consumidores finales ante la baja del dólar.
Según representantes del sector, aunque este año viene siendo muy activo con salones llenos de "martes a domingo", las proyecciones para el próximo año plantean importantes desafíos tanto para los proveedores de espacios como para los clientes finales.
Contrataciones en tiempo de inflación
Tradicionalmente, los casamientos y fiestas de egresados se contratan con un año de anticipación, mientras que eventos, como las fiestas de 15 años, requieren al menos seis meses de planificación.
Sin embargo, este ritmo de reservas se vio trastocado por los altos niveles de inflación registrados a fines de 2023. Muchos salones se vieron obligados a renegociar estos contratos firmados, ya que los precios originales quedaron completamente desfasados.
"El aumento de la tarjeta era totalmente indiscutido por la inflación que hubo", explicó un representante del sector, resaltando que en 2024 las tarifas de los salones debieron ajustarse varias veces para mantenerse a tono con los costos crecientes.
La cautela del consumidor
A pesar de las altas expectativas para este año, la mirada hacia 2025 es más incierta. La baja del dólar ha generado especulación en los consumidores, quienes evitan cerrar contratos con tanta antelación.
"A mitad de este año ya nos dimos cuenta de lo complicado que será el año que viene. En julio y agosto hubo muy poca consulta y demanda", señalaron desde un salón de fiestas consultado por este medio.
Para hacer frente a esta situación, algunos lugares ya optan por estrategias como congelar los precios de las tarjetas y ofrecer incentivos como bebidas gratuitas. Además, algunos propietarios señalaron que muchos clientes ya optan por pagar sus reservas en dólares, una moneda que prefieren utilizar para resguardarse del impacto de la devaluación del peso.
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Otro cambio significativo es la reducción en la cantidad de invitados por evento. Antes, el promedio era de 200 personas; ahora, las listas suelen limitarse a 120 o 130.
"Tenemos mucha gente después de 12. Antes no se daba tanto. No vienen a cenar y vienen después a la fiesta en sí".
Por otro lado, los eventos tipo sunset, más breves y enfocados en un brindis elegante, están ganando terreno, especialmente en el ámbito corporativo. Este formato no solo reduce gastos asociados al trasnoche, sino que también ofrece una alternativa más sobria y sofisticada para las celebraciones.
Proyecciones para el 2025
Según algunas estimaciones, para el próximo año, las tarjetas estándar rondarán entre los 70.000 y 80.000 pesos por persona, mientras que las fiestas de egresados podrían superar los 100.000 pesos.
Un salón de alta categoría indicó que, actualmente, sus eventos con todo incluido comienzan en 85.000 pesos por persona.
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Otro salón ubicado sobre la E-53 indicó que logró cerrar más de 60 eventos este año para la temporada de egresos y fiestas corporativas. Aunque casi todas estas contrataciones fueron gestadas en 2023.
La falta de demanda actual obligará al sector a ajustar sus estrategias y precios para mantener la competitividad en un mercado que, por ahora, se muestra cauteloso.
El futuro de las reservas dependerá en gran medida de la estabilidad económica y de la confianza de los consumidores en los próximos meses. Mientras tanto, el sector apuesta por innovar en formatos y adaptarse a los nuevos hábitos de consumo para sostener su actividad en un contexto de incertidumbre.