Este miércoles la Cámara 11a del Crimen condenó a prisión perpetua a Néstor Aguilar Soto por el femicidio de Catalina Gutiérrez. El tribunal, por mayoría, consideró que hubo violencia de género en el crimen y que lo cometió para esconder los golpes que le había propinado previamente.
En una actitud poco frecuente, el presidente del tribunal -integrado por jurados populares- explicó qué aspectos analizaron para llegar a esa conclusión.
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Dijo que se produjeron "dos hechos distintos". "El primero son las lesiones que le procura Néstor Soto a Catalina, en un marco de violencia de género. La autopsia indica que esos golpes no pusieron en riesgo su vida", señaló.
"Y luego, se dio un corte. Él podría haber frenado ahí, pero eligió lo peor: el homicidio para lograr la impunidad. También en un contexto de violencia de género", precisó.
Por mayoría declararon a Soto autor de lesiones leves agravadas en concurso real con homicidio mediando violencia de género y para lograr impunidad. En el primer caso (femicidio) la votación fue ocho a dos; y en el segundo (criminis causae) fue siete a tres.
Después de exponer y analizar aspectos medulares de los testimonios, lo que contaron la madre, las amigas; lo que indicó la autopsia; Carranza afirmó: "La ley para cada una de estas agravantes establece que la única pena posible es la prisión perpetua. Es la pena que imponemos a Néstor Aguilar Soto".
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E hizo un agregado más, a modo de recomendación para todos, en especial para los jóvenes. "El rótulo de amigo y mejor amigo solo puede servir para que yo me sienta con más deberes, no con más derechos. Si hay alguien que te pone el rótulo de mejor amigo y te exige cosas, debe sonar una alarma", advirtió.
Aguilar Soto se mantuvo inmutable en su asiento, al lado de su abogada Ángela Burgos, y al finalizar la lectura del veredicto se levantó escoltado por dos guardiacárceles que lo trasladaron a la cárcel de Bouwer.
En síntesis, el tribunal técnico y los jurados adoptaron la reformulación de la acusación que había hecho el fiscal de Cámara, Marcelo Sicardi, al considerar que primero golpeó con fuerzas a Catalina por la bronca que tenía y luego la mató.
Marcelo Gutiérrez y Eleonora Vollenweider, padres de la joven, asistieron a la lectura del fallo como querellantes.
Tras ese acto, Eleonora se conmovió profundamente. Sin ahorrar lágrimas ponderó que se hizo justicia, pero "la tristeza es infinita".
"Quisiera volver el tiempo atrás", le dijo a PERFIL CÓRDOBA. "Mi hija, que con solo 21 años no está más, el dolor es terrible, hay que empezar de nuevo. Catalina nos duele a todos porque fue un amigo el que mató y uno se pregunta con quién están nuestros hijos, uno se cuida de la inseguridad, pero no de un amigo".
Una extensa jornada
El debate se inició por la mañana con los alegatos del fiscal de Cámara, Marcelo Sicardi, quien solicitó la pena máxima al sostener que la prueba acreditó que Néstor Aguilar Soto mató "mediando violencia de género y para lograr la impunidad de las lesiones que le había provocado a Catalina".
Durante el juicio, tras analizar la prueba, había pedido encuadrarlo en un hecho diverso, cambió la calificación legal. Le quitó la alevosía y consideró que debía ser condenado por homicidio criminis causae.
La querella, en la voz del abogado Carlos Hairabedián, mantuvo la acusación inicial de "homicidio agravado por alevosía en concurso ideal con la violencia de género" y también pidió pena perpetua.
La abogada defensora, Ángela Burgos, en línea con lo que planteó en la presentación del caso, consideró que su defendido debía ser condenado por homicidio, sin agravantes, y al desechar que haya existido una relación asimétrica en la amistad con la víctima. Sobre esa base, pidió al tribunal que condenen a Aguilar Soto a 25 años de prisión. Tras la lectura del fallo, ponderó que la decisión fue por mayoría.
En la penúltima palabra, Eleonora, mamá de Catalina, miró a Soto y le dijo: "Lamento tanto el día que Catalina te conoció. Me hubiese gustado otro futuro también para vos, Néstor". Y mirando al jurado señaló: "Ustedes son los que deciden que se haga justicia; deseo la pena máxima para él porque me arrebató a mi bebé".
Néstor Aguilar Soto no hizo uso de la última palabra. Se mantuvo en silencio.
Una salida de amigos terminó en un hecho fatal
El femicidio ocurrió el sábado 17 de julio del año pasado, cuando Catalina salió de su casa rumbo a un shopping del centro de la ciudad, donde se habían citado con amigos para jugar al bowling, pero antes pasó por la casa de su victimario para llevarlo.
Discutieron, él la golpeó y luego le provocó la muerte por asfixia, según quedó acreditado en el juicio. Luego la trasladó en el auto hasta un descampado donde intentó prender fuego el vehículo con el cuerpo adentro. Regresó a su departamento y a las horas quedó detenido y confesó haber sido el autor del homicidio.
Catalina y Néstor se habían conocido en el 2022, cuando cursaron segundo año de arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba. Desde entonces establecieron un vínculo de amistad.
Cuando ella se puso de novia, Aguilar Soto le recriminaba que no le brindaba la misma atención que antes. Controlaba sus movimientos mediante la geolocalización de su celular y presentaba actitudes similares que había tenido anteriormente con otras amigas.
Las conductas celotípicas, absorbentes, controladoras, de vigilancia constante, surgieron a lo largo del juicio, como también la forma en que le afectaron a Catalina. Esos aspectos fueron valorados especialmente por el tribunal.