A casi tres meses de la explosión del gasoducto en el barrio Villa Albertina de Villa María durante una obra de infraestructura, habló Maricel, una de las sobrevivientes del hecho. Martín, esposo de Maricel, y su hijo de 18 años murieron en el accidente del 28 de enero, que, según declaró en Arriba Córdoba, "se podría haber evitado".
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Maricel denunció que la familia había alertado en varias oportunidades sobre los riesgos que representaba la obra para su vivienda, ubicada a pocos metros del lugar donde se realizaba la obra. Según relató, en octubre y noviembre de 2024 ya se habían registrado vibraciones que sintieron como un "terremoto", por lo que Martín se comunicó con los operarios y pidió que se frenen las tareas por temor a que la casa se derrumbara.
También mantuvieron contacto con ingenieros de la empresa, quienes, según comentó Maricel, se comprometieron a enviar a una profesional para revisar la situación, lo que nunca ocurrió.
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El día de la explosión, la familia percibió una vibración y poco después comenzó el incendio. En el intento por huir, fueron alcanzados por las expansiones de fuego y la casa quedó destruida. La mujer de 45 años criticó que la zona donde estaba su vivienda ahora está cerrada: "Podrían haberlo hecho antes y haberlo prevenido".
El abogado de la familia, Diego Sobrino, confirmó que hasta el momento los imputados son los ingenieros de la obra, el capataz y el operario de la retroexcavadora que dañó el ducto. Sin embargo, no descartó que se amplíen las acusaciones a niveles superiores dentro de la empresa contratista, al señalar posibles fallas de organización y supervisión.
