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NUEVO COMANDO

Escala la “rosca” en la UCR, en medio de la interna entre De Loredo y Mestre

En el radicalismo empieza a levantar temperatura la discusión interna de cara al recambio de autoridades. Ramón Mestre blanqueó su alianza con dirigentes históricos y exhibió un armado opositor.

ucrcba14-07-2024
DISCUSIÓN. La relación con el presidente Miley y la influencia del ‘partido cordobés’, foco de análisis de los radicales. | CEDOC

Con plazos electorales que vencen a fin de mes, la dirigencia radical se muestra enfrascada en la áspera discusión interna con miras al recambio de autoridades de la UCR cordobesa. Desde la oposición le machacan al tándem Rodrigo de Loredo-Marcos Ferrer “no acelerar” los diálogos. Eso hace calentar la interna. De todos modos, los distintos núcleos abogan por un acuerdo de unidad, siempre trabajoso en el mundo radical. No obstante, desde ambos polos no le esquivan el cuerpo a la interna si es necesario llegar a esa instancia.

Con los tiempos expuestos sobre la mesa, la Casa Radical se convirtió en la tarde del viernes en un hervidero de boinas blancas. El partido puso en marcha la primera de las reuniones de los 11 núcleos internos para repasar el calendario electoral y desestimar una prórroga de mandatos que haga patear la interna a marzo del 2025. Esa propuesta que no tiene padre –nadie se hace cargo– sumó más detractores que adherentes. 

Más allá de las conversaciones que se vienen dando a nivel conducción partidaria desde hace un par de semanas, el encuentro con los presidentes de todos los núcleos sirvió para despuntar el diálogo más formal y horizontal. “Hasta ahora siguen vigente los plazos del cronograma... sigue firme la interna para el 8 septiembre. No hay prórroga de mandatos. Nadie la quiere”, confió un dirigente de cúpula. Sí hay chances de flexibilizar –correr un poco– los plazos para presentar alianzas (20/7) y listas (30/7). 

El martes se volverán a sentar en la mesa ampliada con el propósito de avanzar en las conversaciones. Un radical con historia partidaria sostuvo que ese cónclave será “decisivo”. En el mar de fondo de la UCR escala la tensión entre el espacio consolidado de Rodrigo De Loredo y el alineamiento opositor de Ramón Mestre junto a Carlos Becerra, Jorge Montoya y Jorge Sappia. 

Por su parte, un núcleo de radicales referenciado en Myrian Prunotto fogonea la interna ante las “diferencias existentes” sin margen de acuerdo. En su decisión de jugar, impulsan a Polo Gait para la provincia y a Gonzalo Salvetti en la capital. A su vez, se busca el armado en Colón, Río Cuarto y General San Martín. 

Desde su origen, el frente opositor encabezado por Mestre introdujo ‘el factor Milei’ y el liderazgo radical para 2025-2027 como ejes para la discusión de cómo se para el radicalismo ante el escenario nacional y provincial. El deloredismo salió al cruce al afirmar que ese debate tiene otro tiempo y en el marco de un estado de asamblea. “Es una discusión para más adelante, mientras tanto el partido tiene que cambiar sus autoridades”, se resaltó.

“Lo del papel (por un documento de posicionamiento) es lo de menos. Cada núcleo busca su lugar dentro del partido. Nadie quiere quedar afuera de la discusión que viene”, aportó un radical que puso la mira en la interna del 8 de septiembre. A su vez, en tono crítico, sostuvo que “nadie quiere repetir el escenario de cierre de listas provinciales del año pasado con la imposición de los lugares” por parte del deloredismo.

En filas del diputado afirmaron que “no se puede resolver en tres minutos o con un documento” el rol del radicalismo ante los futuros escenarios electorales. Recordaron el antecedente muy reciente de Giardino. “No salió una postura única de Giardino porque no estamos de acuerdo todos”, remató el deloredista.

 

Cónclave opositor

 


“Fue un actaso”. Así lo calificó un dirigente alfonsinista al encuentro que protagonizaron Mestre, Becerra, Montoya y Sappia en la tarde del viernes en la Casa Radical, donde Confluencia aportó su aparato de la capital para dar volumen al mitin político. 

En sus discursos y en una proclama final quedó reflejada la condición de discutir en primer término “el contenido y después los espacios”. El polo opositor expresó su compromiso “en trabajar para constituir a la Unión Cívica Radical en el principal partido de oposición al Gobierno nacional y a partir de allí ofrecerle a la Argentina una alternativa basada en su doctrina”, reza la proclama.

En ese sentido, rechazó de plano “los simétricos ajustes llevados a cabo por los gobiernos nacional y provincial y expresó su negativa al proyecto de ‘partido único’ impulsado por el PJ en manos de Llayora. “La idea de un partido único recrea lo peor de los autoritarismos”, sentenció.

A su vez, los aliados de Mestre apostaron a la tarea militante para “evitar todo tipo de intromisión política y ‘entrismo’ ideológico en el partido”. La crítica aludió básicamente al posicionamiento que exhibe De Loredo y Luis Juez con el poder libertario. Por último, hicieron votos por “una alternativa con verdadera vocación de poder para gobernar con candidatos radicales la Argentina y Córdoba en el 2027”, en el marco de una alianza con “otras fuerzas políticas compatibles”.

 

Tiempos distintos


Por su parte, en el círculo más próximo a De Loredo entienden que el ‘factor Milei’ y el rol de liderazgo de la UCR en 2025-2027 no puede ser un condicionante en la discusión de cara a la interna del 8 de septiembre. Es un debate para más adelante.

“Meter esa discusión ahora en un proceso interno es complejo. Nadie puede dar certeza de hacia dónde va a ir el partido. Puede definirse si se quiere un marco conceptual, pero también es cierto que el partido no es unipersonal. No es algo que cambia con uno u otro presidente. Ahí entra a tallar que quiere hacer el conjunto de los afiliados”, afirmó Ferrer a PERFIL CÓRDOBA.

En su contragolpe, quien es propuesto por el deloredismo para encabezar la conducción partidaria aseguró que el posicionamiento de la UCR “no lo pueden decidir cinco o seis dirigentes”. Esa definición “la tiene que tomar la UCR en una postura asamblearia, como en algún otro momento lo hizo el radicalismo” cuando acordó su alianza en Juntos por el Cambio, dijo.  

En esa línea, Ferrer expresó que “tampoco se puede prescindir de la coyuntura en esos análisis porque la UCR es un partido de poder”. “Un partido que busca ganar elecciones y gobernar. Y para eso, más allá de la posición ideológica como marco, también hay una dosis de pragmatismo que uno tiene que tener”, aportó.

En su argumento, el intendente de Río Tercero remarcó: “Me parece complejo resolver hoy esa dicotomía. ¿Ponerla en agenda? Sí, pero hoy hay que renovar autoridades. Son dos cosas que tienen tiempos distintos”.

Tras pronunciarse en contra de “un partido chico” que no gana elecciones, por restringir su marco conceptual, Ferrer ratificó que la UCR “es un partido de gobierno”. “Los partidos de gobierno interpretan los momentos”, acentuó y añadió: “El radicalismo tiene que cambiar sus autoridades. Después decidirá en función de mayorías adónde quiere estar y dónde no”.

La mayoría de los núcleos internos buscan alcanzar un entendimiento. Hay un consenso tácito de que tal vez no es el momento propicio para ir a una interna. No obstante, el devenir de la negociación arrojará un resultado: si no hay acuerdo, habrá que ir a la interna.