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Belgrano: Erviti y la noche de las sillas vacías

En su debut como DT, el marplatense dejó tres lugares vacíos en el banco de suplentes. Los motivos de una decisión sorprendente y un recordado antecedente en el fútbol cordobés: ‘la Gran Ballarino’.

Sillas Vacías en Belgrano
Sillas Vacías en Belgrano | Cedoc

Aunque su Belgrano todavía está en construcción y hasta el momento sólo alcanzó a exhibir algunos esbozos de identidad, Walter Daniel Erviti ya empezó a mostrar su impronta en el club de barrio Alberdi. Para su estreno oficial como director técnico del Pirata, el empate 1-1 ante Huracán del viernes pasado, el marplatense dispuso concentrar a 20 futbolistas, dejando tres lugares vacantes en el banco de suplentes.

En el arranque de la temporada 2025, ‘El Duende’ fue el único de los 30 entrenadores de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) que prescindió de la chance reglamentaria de incluir una docena de sustitutos.

Walter Erviti

De los nueve jugadores alternativos que sentó a su lado en el compromiso ante ‘El Globo’, Erviti mandó a la cancha a Nicolás ‘Uvita’ Fernández, Ulises Sánchez, Lucas Passerini, Gerónimo Heredia y Mariano Troilo, mientras que Manuel Vicentini, Fausto Grillo, Thiago Cravero y Jeremías Lucco fueron los que iniciaron y completaron el partido junto a él.

¿Por qué no concentro 20 jugadores? Porque tengo la posibilidad de hacer solo cinco cambios. Si tuviera la chance de hacer 10 cambios, traería más gente”, respondió el DT a la pregunta obligada de la conferencia de prensa posterior al debut. “Traer gente para que esté sentada en el banco de suplentes y saber que no van a entrar, me parece innecesario”, argumentó Erviti al ampliar los motivos de su determinación.

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“¿Si se desaprovechan tres opciones? Es según como lo quieras ver. Es lo mismo que traer a un tercer arquero, pensando que el primero y el segundo se te van a lesionar. Si yo busco estadísticas, no ha pasado normalmente”, puntualizó el otrora destacado mediocampista de San Lorenzo, Banfield, Boca, Independiente, Alvarado y los mexicanos Monterrey y Atlante.

Mario Ballarino
MARIO BALLARINO. El entrenador se marchó de Talleres luego de 18 partidos en el Torneo Clausura y la Copa Libertadores 2022. Se lo recuerda por haber prescindido del arquero suplente en varios partidos de su breve gestión.

‘La Gran Ballarino’

También apeló a los cálculos y las probabilidades el ex DT de Talleres Mario Alfonso Ballarino, cuando debió justificar su decisión de no incluir arquero suplente en la mayoría de los partidos que el elenco de barrio Jardín disputó bajo su conducción en el Torneo Clausura 2002.

“Los arqueros casi nunca se lesionan. En 300 partidos, Mario Cuenca jamás faltó”, argumentó en la previa del juego como local ante Lanús, por la 2° fecha del torneo local. Por entonces, la ‘T’ llevaba adelante en simultáneo su primera experiencia en la Copa Libertadores de América, integrando el Grupo 7 junto a River Plate, América de México y Cortuluá de Colombia.

“Está demostrado por los números que el arquero suplente casi nunca entra. Poniendo en la balanza los riesgos que se corren en algunos partidos, prefiero tener en el banco una opción de juego más antes que pensar en la remota posibilidad de la lesión de un arquero”, añadió el DT.

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En el último entrenamiento previo a aquel encuentro ante El Granate (18 de febrero de 2002; triunfo 2-0 del Albiazul, en el Estadio Córdoba), Ballarino prescindió de la habitual práctica de fútbol y dispuso un ‘picado’ entre dos alineaciones dispuestas casi al azar, donde el mediocampista Sebastián Carrizo y el delantero Pedro ‘Perico’ Ojeda oficiaron de guardametas.

Al término de la fajina, el entrenador anunció que la lista de concentrados estaría integrada por Cuenca y quince futbolistas más, según el siguiente detalle: cinco defensores (Maidana, Galarza, López, Del Sotto y Vívoda), seis volantes (Sarmiento, Carrizo, Monrroy, La Paglia, Garay y Molina), y cuatro delanteros (Federico Astudillo, Ojeda, Pronetto y Escobar). “Si le pasa algo a Cuenca, no hay drama. Carrizo ataja bastante bien, así que lo pondría a él”, dijo Ballarino. “Nunca jugué un partido al arco y tampoco es mi fuerte, pero llegado el caso se decidirá”, declaró un sorprendido Carrizo.

“Nunca me había pasado que un técnico resolviera no llevar al banco a un arquero, que es importante y cumple una función especial. Obviamente, estoy mal. Respeto la decisión, pero no la comparto”, expresó Muñoz.

Cristian Muñoz
CRISTIAN MUÑOZ. Luego de su paso por Talleres, el campeón mundial Sub 20 en Malasia siguió su carrera en el fútbol chileno. Hoy se desempeña como entrenador de arqueros en Boca Juniors.

"¡Ah, bueno!"

Muñoz llegó a Córdoba con el antecedente de haber integrado el seleccionado argentino Sub 20 campeón mundial en Malasia y con varios partidos en la primera de Boca Juniors, donde debutó en 1997 sustituyendo a Roberto Abbondanzieri, precisamente a causa de una lesión que se produjo en pleno partido, en un compromiso frente a Newell´s. La más recordada de sus 19 actuaciones en la primera del Xeneize fue la del clásico ante River del 9 de mayo de 1999, cuando la expulsión del ‘Pato’ Abbondanzieri lo obligó a pisar el césped a los seis minutos de juego.

“Siempre, desde chico, me gustó el arco, nunca cambié. No tenía cualidades para otro puesto. Nací arquero. No salí a mi viejo, que era delantero y en Independiente de Junín jugó con Luis Artime (el padre de ‘Luifa’, actual presidente de Belgrano)”, comentó en una entrevista con el diario La Nación a mediados de 2019, cuando con 42 años defendía el arco de Universidad de Concepción, en Chile.

Una de las anécdotas más recordadas de su paso por Talleres fue cuando al término de una práctica que el plantel realizó en el Gimnasio Juan Pelatto, debido a las inclemencias del tiempo, Muñoz volvió a La Boutique y encontró a dos compañeros ensayando tiros libres bajo la supervisión de Ballarino y con el sicólogo del plantel, Jorge Rocco, como improvisado cuidapalos. “¡Ah, bueno! Es lo único que me faltaba en este club”, alcanzó a esbozar en aquel momento el actual entrenador de arqueros de Boca.

Luego de su paso por la ‘T’, Muñoz continuó su carrera en el fútbol trasandino, donde también atajó en Huachipato y Colo Colo.

En Talleres, “La Gran Ballarino” duró 11 partidos, todos correspondientes al torneo doméstico. El entrenador se despidió de la conducción técnica del equipo albiazul el 6 de abril de 2002, luego del 0-2 ante Vélez en Liniers por la 12° fecha del Apertura, el octavo traspié en ese certamen, donde también acumulaba cuatro victorias. Sumando los compromisos de la Copa Libertadores, el ciclo del DT que jugaba sin arquero suplente se extendió por dos meses, con un saldo de cinco triunfos, dos empates y 11 derrotas.

Precisamente al ‘Tigre’ Muñoz le tocó en suerte padecer los últimos goles en contra de aquel Talleres que dirigía Ballarino, en aquel final de ciclo que tuvo como escenario el Estadio José Amalfitani de Liniers.