La Justicia de Córdoba aceptó recientemente el pedido de filiación de una adolescente respecto a su padre biológico, pero sin abandonar el apellido y el vínculo con el hombre que reconoce como papá desde que nació. La resolución fue del juez de Familia N°2, Gabriel Tavip, quien declaró inconstitucional el artículo 558 del Código Civil que sólo admite la doble filiación.
Cada vez más los tribunales reciben y aceptan las situaciones de hecho a partir de las múltiples formas de familias y vínculos que se generan en la sociedad.
PERFIL CÓRDOBA entrevistó a la protagonista de esta historia. Hasta hace poco ella era Carmela Ruiz Díaz Dratman. Ahora sumó un nuevo apellido, Sande, el de su papá biológico a quien conoció hace tres años después de un ADN que confirmó la filiación.
Lo notable y extraordinario del caso es que la mamá de Carmela y los dos papás, el que la crió (Juan Ruiz Díaz) y el biológico (Martín Sande) confluyeron para acompañar a la joven en la definición de su identidad.
Carmela hoy vive en Buenos Aires donde estudia Ciencia de Datos en la UBA. El resto de las familias -su mamá y Juan ya no son más pareja- viven en Salsipuedes, Córdoba y La Rioja. A pesar de la distancia, se siente cercana a todos.
-Es común conocer conflictos donde dos no se ponen de acuerdo, acá fueron cuatro y lo lograron.
-Más allá de cómo nos llevemos los cuatro, en realidad yo soy la única que se lleva bien con todos. Y todos me quieren a mí.
-¿Cómo se te ocurrió ir la Justicia?
-Después de hacerme el ADN legalmente tendría que haberme puesto el apellido de mi papá biológico. Pero, no quería sacarme el apellido que era mi nombre de toda la vida. A los 17 años no podía ser de repente otra persona. Era mi identidad. Al mismo tiempo, yo aceptaba en mi vida a mi nuevo papá. Me parecía importante también llevar su nombre.
-¿Cómo llegaron a encontrar el camino de la triple filiación con tu abogada?
-Ella me comentó que podíamos llegar a hacer eso, era difícil pero podíamos lograrlo. Yo, obvio, contentísima.
-¿Cómo son los vínculos en la actualidad?
-Yo ahora estoy viviendo sola en Buenos Aires. Estoy lejos de todos pero soy muy familiera y tengo mucho vínculo con todos. A mi mamá la tengo acá cada dos semanas visitándome. A mi papá lo llamo todos los días. Juan es mi papá no biológico. Somos muy unidos desde que soy chica. Todos los días hacemos videollamada. Martín, mi papá biológico, viaja tanto a Buenos Aires que nos vemos muy seguido. Anteayer vino e hicimos un picnic, después nos fuimos al Ateneo a pasear. Pasamos mucho tiempo de calidad juntos. Todo el tiempo estamos creando ese vínculo nuevo porque por más que lleva tres años siguen siendo muchos los perdidos.
-Entre ellos, Juan, Martín y tu madre, ¿cómo se llevan?
-No se habla ninguno con ninguno.
-¿Pero los tres te apoyaron?
-Si. A mí me llena el corazón que dejen sus cosas de lado por lo que yo quiero y por lo que me quieren a mí.
-Un caso como el tuyo rompe el modelo normado de familia, mamá, papá y dos hijos.
-La verdad que sí. En mi egreso era muy gracioso porque tenía 3 papás, siete hermanos y una mesa enorme. Mi papá (Juan) y mi mamá tuvieron dos hijos más. Hasta ahí era lo común. Después se separaron y él tuvo otra hija. Martín tiene tres hijos más.
-¿Cómo es el vínculo con tus hermanos?
-Yo amo a mis hermanos. Paso bastante tiempo con ellos. Soy la más grande, imaginate estoy rodeada de bebés. Soy muy fan.
-¿Qué rescatás de tu historia?
- Me parece muy importante porque todos dejaron de lado sus diferencias y peleas. Yo sí los quiero a todos. No imaginas lo feliz que me hace tener tanta familia.
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