La imagen del presidente Javier Milei registró una caída significativa en febrero de 2025, según la última medición de la consultora Atlas Intel. El estudio, reconocido por haber anticipado con precisión el triunfo del líder libertario en el balotaje de 2023, revela que la imagen negativa del mandatario aumentó del 41% en enero al 50% en febrero, lo que representa una caída de casi 10 puntos en solo un mes.
Este cambio en la percepción pública se da en un contexto complejo para el oficialismo, que enfrenta múltiples frentes de conflicto. Entre los principales factores que explican esta caída, se destacan el impacto del escándalo del token $Libra, las dificultades económicas persistentes y la incertidumbre política en el país.
Los números que preocupan al oficialismo
El informe de Atlas Intel también muestra que la desaprobación del desempeño de Milei en el Poder Ejecutivo alcanzó el 48,4%, mientras que un 47,4% sigue respaldando su gestión. Aunque la desaprobación descendió levemente desde enero, cuando era del 49,9%, el margen sigue siendo estrecho y evidencia una fuerte polarización en la opinión pública.
El estudio además destaca que la caída en la imagen presidencial se acentúa en ciertos sectores de la población. En particular, se observa una mayor desaprobación entre las mujeres, en el rango etario de 35 a 44 años y entre personas con educación superior, quienes parecen mostrar un mayor nivel de desencanto con la gestión libertaria.
Otro aspecto clave de la encuesta es la percepción sobre la situación económica. Aunque el Gobierno logró una desaceleración en la inflación en los últimos meses, los "altos precios e inflación" siguen siendo la principal preocupación de los argentinos, mencionada por el 42,4% de los encuestados. Le siguen la corrupción (41,5%), el desempleo (38%), la inseguridad (28,6%) y la situación económica en general (25,9%).
El impacto del escándalo cripto
El deterioro en la imagen del libertario coincide con la creciente controversia en torno al token $Libra, un caso que se convirtió en un dolor de cabeza para el Gobierno. Mientras la oposición insiste en mantener el tema en la agenda pública a través del Congreso y la Justicia avanza con al menos dos investigaciones, tanto en Argentina como en Estados Unidos, en la Casa Rosada intentan minimizar los efectos de la crisis.
Fuentes cercanas al oficialismo reconocen que el caso pegó fuerte en la interna libertaria, ya que, por primera vez desde el inicio de la gestión, el Gobierno tuvo que adoptar una estrategia defensiva en lugar de mantenerse a la ofensiva en la discusión pública. "Nos pegó porque nos tuvimos que defender. Nosotros somos siempre de atacar, pero esta vez nos tocó responder", admitió un dirigente del círculo íntimo de Milei.
El escándalo cripto también generó ruido dentro del gabinete, donde varios ministros cuestionaron la participación del Presidente en eventos relacionados con el ecosistema cripto sin un análisis previo más riguroso. Sin embargo, desde el oficialismo confían en que la controversia se diluirá con el tiempo y aseguran que el foco sigue estando en lograr avances económicos y consolidar el modelo libertario.
Expectativas y desafíos políticos
A pesar de la caída en la imagen presidencial, el oficialismo apuesta a que la falta de una oposición unificada y la expectativa de un acuerdo con el FMI le permitan recuperar terreno en los próximos meses. De hecho, en el Gobierno aseguran que el acuerdo con el organismo internacional está prácticamente cerrado y que será anunciado en el primer cuatrimestre del año.
Mientras tanto, Milei avanza en la construcción de su espacio político con miras a las elecciones legislativas de 2025. Si bien aún no hay definiciones sobre candidaturas clave, las tensiones con el PRO en la Ciudad de Buenos Aires son cada vez más evidentes, especialmente por la mala relación entre Karina Milei y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
En este escenario, el Gobierno enfrenta un desafío doble: mejorar su imagen y mantener la estabilidad política mientras lidia con las críticas por el escándalo cripto y las preocupaciones económicas de la población. Con un electorado cada vez más polarizado, el futuro del oficialismo dependerá de su capacidad para consolidar los logros en materia económica y recuperar la confianza de los sectores más desencantados.