Desde que comenzó el juicio por las muertes de bebés en el Hospital Materno Neonatal, ya declararon cinco madres cuyos bebés sufrieron descompensaciones, murieron y uno de ellos logró sobrevivir.
Ante un pedido del fiscal de Cámara, Sergio Ruiz Moreno, el tribunal resolvió que apenas se reanude la actividad judicial en febrero, luego de la feria, librará un oficio al Fuero de Niñez, Adolescencia y Violencia de Género para que informe si recibió alguna denuncia de autoridades del hospital sobre hechos relatados por Damaris Bustamante, la mamá de Benjamín, quien nació y falleció el 23 de abril del 2022.
Muerte de bebés en el Neonatal: "Una de las enfermeras me dijo 'soy tu tocaya'"
Excepto Vanesa Cáceres, quien tiene una familiar enfermera que trabaja en el hospital, el resto de mujeres describieron padecimientos, incluso lesiones físicas, en sus partos proporcionados por el personal que las atendió.
Vanesa lo aclaró: es lamentable que el trato sea diferente si uno tiene a alguien conocido dentro. No obstante, después de la muerte de Francisco (el 18 de marzo del 2022) le dejaron la cuna vacía al lado de la cama y nunca le ofrecieron asistencia psicológica. Poca empatía.
Pedido del fiscal
Los detalles sobre las vivencias sufridas mientras daban a luz motivaron al fiscal de Cámara, Sergio Ruiz Moreno, un pedido para obtener un informe sobre si algún Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género tramita investigaciones sobre la situación. Caso contrario, pidió que se remitan antecedentes para que se investiguen porque el fuero especial que tiene, entre sus competencias, analizar denuncias por violencia obstétrica.
Precisó que también debería intervenir el Fuero Penal -una Fiscalía de Violencia de Género- por las lesiones físicas que relató y mostró en fotos Damaris Bustamante, la primera de las mamás que brindó su testimonio.
La frialdad de Brenda Agüero frente a la conmoción de las madres que perdieron a sus hijos
Mientras las contracciones aumentaban, le ordenaban no gritar y la trataban de cobarde por hacerlo, Damaris relató que la enfermera Brenda Agüero la tomó de los brazos, la zamarreó y ella cayó al piso.
También señaló que por meses cargó la culpa de la muerte de su hijo porque Brenda le decía que se acostara y no estuviera parada porque el bebé podría nacer, caerse y ella sería “culpable de su muerte”. Luego, las autoridades le sugirieron ver a una psicóloga quien -según su testimonio- le preguntó si era creyente, ella le dijo que sí y le respondió que “algo iba a vivir o habrá vivido para que su hijo muriera”.
El fiscal solicitó que sea citada la profesional nombrada por Damaris. En próximas audiencias comparecerá la psicóloga Carola Dunayevich.
Luego del fallecimiento de su hijo Benjamín, el 23 de abril del 2022, regresó el lunes al hospital para denunciar violencia obstétrica. Se reunió con el subdirector administrativo, Alejandro Escudero Salama, quien -dijo- le pidió que escribiera lo más detallado lo que padeció para “formalizar una denuncia”. Agregó que luego ingresó la directora, Liliana Asís, y le pidió que “no eleve la denuncia a la policía”. Después de ese encuentro, Damaris jamás recibió ninguna citación ni explicación de lo sucedido con ella ni con su hijo Benjamín.
Este es el punto que se intentará dilucidar: si la exposición oral y escrita de Damaris al subdirector administrativo, Alejandro Escudero Salama, desembocó en la Justicia o no.
Otros casos
Yoselín Rojas, mamá de Angelina, nacida y fallecida el 6 de junio de aquel año también relató maltrato. Lo adjudicó a su condición humilde y su origen extranjero. Es oriunda de Perú.
Desde que ingresó para dar a luz, fue sometida a revisiones constantes y dolorosas por parte de diferentes profesionales sin explicaciones claras, sintiéndose vulnerable y desprotegida.
Su hermana, Sarita Rojas, retrató situaciones idénticas. En uno de sus partos recordó que “Pasaban las horas y ni cuenta me había dado que ya me habían roto la bolsa. Todo aquel día sufrí maltrato. ¿A qué mujer le gusta que le abra las piernas a cada rato y le metan la mano todo el tiempo? Si no fuese por un doctor que llegó en la noche, mi hijo habría muerto”, recordó angustiada.
Del relato de Julieta Guardia, mamá de Ibrahim, que nació el 23 de mayo y falleció a las horas, se desprende una actitud fría, exenta de empatía de parte de las autoridades.
“Nadie se comunicó conmigo. Nadie me dio detalles. Si hubiera sabido, sí habría tomado la decisión de hacer una autopsia a mi hijo”, afirmó. Su madre señaló que ni siquiera le preguntaron si tenían dinero para velar y enterrar al bebé.
Por último, prestó su testimonio Tamara Hermosilla, mamá de Luna sobreviviente de un ataque. Luego de narrar cómo su hija cambió a partir de que la enfermera Brenda Agüero la tomara en brazos y la llevara fuera de la habitación, tomó aire y dijo: “No sé si sirve que se los cuente, dentro de la sala de parto son animales, son malas”.
Dijo haber vivido partos en otro hospital donde su experiencia fue mejor. En el Neonatal, afirmó: “Me agarraban de los brazos, me decían empujá hasta que te ensucies. Yo gritaba. Llegaron a taparme la boca mientras me decían que mis gritos podían asustar a las otras madres”.
La obligaron a levantarse con la bata que tuvo en el parto, todo manchado de sangre, para ir a ver a su bebé.
Ante este panorama, el fiscal de Cámara Ruiz Moreno precisó que el abogado Escudero Salama dijo que denunció violencia obstétrica. Por eso considera importante confirmar si efectivamente formalizó alguna denuncia porque la ley vigente “obliga a funcionarios” hacerlas si toman conocimiento de algún episodio que podría encuadrar en esa figura.
Ruiz Moreno, además, solicitó dar intervención a la Secretaría de Derechos Humanos del Poder Judicial por la misma situación.