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CóRDOBA
ALCHOLEMIA POSITIVA

El juez archivó la denuncia de Marcelo Touriño contra el fiscal Enrique Gavier

El episodio ocurrió el 14 de marzo pasado. La Justicia consideró que el magistrado no amenazó al personal policial ni se resistió al control, tal como se había denunciado.

Marcelo Touriño
DENUNCIA DESESTIMADA. La fiscal Gutiez y el juez Lezcano coincidieron en archivar la presentación del abogado Marcelo Touriño. | Cedoc Perfil

El juez de Control N° 5, Carlos Rubén Lezcano, archivó la denuncia que realizó meses atrás el abogado Marcelo Touriño, acusando al fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, de amenazar a personal policial y resistirse durante un control de la Caminera en el que se le detectó alcoholemia positiva.

En paralelo, la Oficina de Sumarios del Poder Judicial también cerró una investigación administrativa señalando que los hechos no merecen ninguna sanción disciplinaria a Gavier.

Solo queda en trámite un expediente en el Tribunal de Ética de Magistrados que analiza si le cabe algún reproche moral como funcionario judicial.

Fallo penal. El juez Carlos Lezcano coincidió con la postura de la fiscal de Instrucción, Jorgelina Gutiez, quien había solicitado el archivo de la presentación judicial de Touriño con amplia repercusión mediática. Los testimonios y las pruebas demostraron que lo sucedido poco tuvo que ver con el relato del denunciante.

Touriño había señalado que el 13 de marzo, a las tres de la madrugada, Gavier conducía su auto a alta velocidad en la ruta E55, en el sentido de La Calera a Córdoba. Que evadió un control policial colocando en riesgo al personal apostado. Que dos móviles lo persiguieron e ingresaron al country Las Delicias, al llegar al domicilio el fiscal se bajó del vehículo visiblemente alcoholizado, a los gritos los insultó y les dijo “Soy el fiscal Gavier, rajen a la mierda de acá, los voy a hacer mierda, los voy a hacer trasladar”. Que uno de los efectivos vio una sustancia “pulverulenta blanca” en el asiento del acompañante. Que por temor no la secuestraron ni detuvieron en flagrancia al fiscal.

Por las actitudes y conductas detalladas, Touriño pidió que Gavier sea investigado por los delitos de coacción y resistencia a la autoridad.

Hasta aquí, la denuncia.

La fiscal Gutiez primero y el juez Lezcano, en su fallo del 28 de agosto último, la rechazaron.

Al analizar los testimonios de los policías, del personal de seguridad del country y las cámaras de seguridad del sector concluyeron que quedó desvirtuado gran parte del relato del denunciante.

Efectivamente el 14 de marzo, a las 3 de la mañana, Gavier conducía un auto por la Ruta E-55 en dirección La Calera – Córdoba, traspasó el control de la Policía Caminera apostado en el kilómetro cuatro, manteniendo la velocidad a la que se conducía, sin acelerar ni realizar maniobra evasiva alguna, pero no acatando la seña para que se detuviera.

A los 500 metros atravesó la estación de peaje, “sin tener que frenar en virtud de la escasa velocidad a la que se conducía” –se comprobó con las cámaras que era de 46 km/h–, dobló para ingresar al country Las Delicias.

Ante la señal del móvil policial, Gavier se detuvo antes de traspasar la barrera de ingreso al barrio y, ante la solicitud de los guardias de seguridad y del personal policial, estacionó su vehículo a un costado.

Los policías de la Caminera le pidieron la documentación del vehículo, la personal y el carnet de conducir. Entregó todo con la credencial de fiscal.

Se le realizó un control de alcoholemia que dio positivo, “no opuso resistencia”, destacó el juez Lezcano. Como no tenía a alguien para pedir que condujera el auto hasta la casa, el agente de vigilancia del country manejó el vehículo hasta la vivienda.

Se labró el acta con la multa y al día siguiente, Gavier la pagó voluntariamente, por un monto de $553.800.

No hubo insultos ni amenazas con la chapa de fiscal. No se resistió al control de alcoholemia que dio positivo –1,44 gr/l–, ni tampoco a que le retuvieran el carnet de conducir.

Sobre el seguimiento controlado del vehículo en la ruta, los policías dijeron que es “un procedimiento estándar”.

La velocidad a la que conducía era de 46 km/h.

En síntesis, Gavier no atacó verbalmente a los policías. El procedimiento se hizo, según marca la ley y sin ningún tipo de resistencias. Ocurrió antes del ingreso al country y no adentro, en la puerta de la casa del fiscal. Nadie ni siquiera mencionó la sustancia “pulverulenta blanca” que refirió el abogado.