La provincia de Córdoba se encuentra en un período crítico para definir los rendimientos agrícolas de la campaña estival 2024/25. Las altísimas temperaturas registradas durante todo el verano, sumado a la falta de lluvias en las últimas semanas, jaquea la cosecha y ha generado una gran preocupación entre los productores agrícolas.
La soja temprana, el maíz tardío, el sorgo y el maní están transitando el período crítico de definición de rendimientos y sin la necesaria humedad la cosecha estival corre el riesgo de ser severamente afectada.
Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, en los próximos 15 días se definirá el futuro de 30,4 millones de toneladas de granos, las cuales según los economistas de la propia entidad representarían un valor bruto de exportación de unos 10.000 millones de dólares, número que podría reducirse significativamente si la sequía persiste.
La situación es crítica y los productores agrícolas de Córdoba (y del resto de la Región Centro) miran el cielo esperando la llegada de las lluvias para apuntalar su cosecha. En diálogo con Perfil Córdoba, la ingeniera agrónoma Silvina Fiant, jefa del Departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, explicó la importancia decisiva que tendrán las próximas tres semanas en uno de los rubros económicos más importantes de la provincia.
“Los cultivos tienen etapas de mayor sensibilidad y esas etapas definen los posibles rendimientos. Hay tres o cuatro etapas de sensibilidad alta. Una, es la propia germinación, la segunda varía según los cultivos, pero en el maíz es la floración, en la soja el llenado de las vainas y justamente en esas etapas estamos en estos días en la provincia de Córdoba, en ese momento de definición de rendimientos, en prácticamente todos los cultivos extensivos: maíz, soja, sorgo y maní, no así en el girasol que ya lo atravesó”, detalló la profesional.
Fiant amplió conceptos respecto a las variables que enfrentan los cultivos cordobeses. “Como nos encontramos en esta ventana tan importante, son de máxima importancia las condiciones climáticas, las cuales venimos analizando, sobre todo en base a lo que ocurrió en los últimos 40 días. ¿Cuáles son las variables principales?: temperatura, y precipitaciones”, sostuvo Fiant.
Ola de calor
La ingeniera agrónoma comentó que en este verano los cultivos soportaron tres olas de calor desde enero. “Esto viene con la complicación de que las precipitaciones fueron casi nulas o insuficientes, o llegaron después de las olas de calor. Los cultivos sufren estrés térmico por la ola de calor y estrés hídrico por falta de precipitaciones”, indicó.
Zonas críticas
Según el estudio elaborado por los especialistas de la Bolsa de Cereales, las zonas más comprometidas de Córdoba son una franja en el norte del departamento Río Cuarto –donde además hubo una granizada importante– y el este cordobés también sufre, ya que se acumularon más de 145 horas con temperaturas de más de 35 grados centígrados, lo que equivale a seis días seguidos de tórridas temperaturas.
Por tal motivo desde la Bolsa estiman que para que los cultivos tengan los rindes esperados se necesitarán lluvias. “Necesitamos lluvias desde acá hasta mediados de marzo, las cuales deberían tener una frecuencia de cada cinco o seis días y con volúmenes no menores a 20 milímetros para poder sostener este cálculo de 30,4 millones de toneladas de granos, sumando los cultivos de verano”, sostuvo. Sin embargo, el propio informe indica que aún falta mucho para ver las cosechadoras en acción, por lo que la gran pregunta es cuánto puede caer la cosecha.
Fiant sintetiza que “depende de las olas de calor que vengan. Los pronósticos trimestrales nos alertan que podemos tener temperaturas superiores a lo normal, pero también se esperan lluvias. Es imperiosa la necesidad de reposición de agua. Hay pocas o nulas reservas de agua en los suelos y se necesitan urgente precipitaciones”, completó.