La Fábrica Militar Río Tercero transita un proceso de achicamiento de personal por disposición de la Nación y, tras la advertencia del gremio de ATE sobre la visita de una delegación del gobierno de Estados Unidos, se especula con una eventual privatización de un sector de la producción. La diputada Gabriela Brouwer de Koning pidió informes al Ministerio de Defensa.
La legisladora radical oriunda de Río Tercero presentó un pedido de informes al gobierno de Javier Milei para que brinde “información precisa y detallada sobre la visita que la delegación del Ministerio de Defensa de Estados Unidos de América realizó los primeros días del mes de junio de 2024 a la Fábrica Militar Río Tercero”.
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Consideró importante saber el motivo por el que esa delegación hizo recorridos en diferentes sectores del establecimiento, así como también saber qué discutieron y si hubo o no alguna firma de acuerdos.
Asimismo, Brouwer de Koning solicita conocer si se “discutieron posibles inversiones de capital extranjero” en la fábrica o si existen “posibles acuerdos de compra de productos o servicios” por parte del gobierno estadounidense.
Entre otros puntos, la diputada pide detalles sobre si se discutieron posibles convenios de colaboración en materia de producción de armamento u otras áreas entre el Gobierno nacional y Estados Unidos de Norteamérica.
“Solicito a mis pares que acompañen esta iniciativa legislativa que pretende pedir las explicaciones correspondientes al Ministerio de Defensa de la Nación para que brinde información precisa y detallada”, dice el documento oficial firmado por la riotercerense.
Tiempo de cambios
La empresa estatal Fabricaciones Militares, cuya figura jurídica cambiaría en septiembre a Sociedad Anónima (S.A.), tiene a cargo los sectores de producción de la Fábrica Militar Río Tercero, así como también la de Villa María, Jáchal (San Juan), Fray Luis Beltrán (Santa Fe) y Azul (Buenos Aires).
Según el gremio de ATE, en el marco de traspaso a una S.A, en la que el Estado nacional sería accionista principal, llegaría una fuerte inversión de empresas extranjeras para operar el sector metalmecánico.
“Milei quiere que Argentina sea el patio trasero de EE.UU. y de los capitales sionistas. Esto sería el puntapié para privatizar otras fábricas como la de Villa María, la central nuclear de Embalse, Fadea y Conae. Este parate productivo es el argumento del gobierno para vender al sector privado de un mundo occidental que siempre está en guerra y necesitan insumos y armamentos”, expresó Federico Giuliani, secretario general de ATE Córdoba.
“Nuestra provincia cuenta con varios organismos y empresas estatales claves para la defensa de la soberanía, la Fábrica Militar de Río Tercero es sólo una de ellas, permitir que el Departamento de Estado de Estados Unidos haga pie en Córdoba, va en desmedro de esa soberanía y democracia que supimos construir”, agregó el gremio en un comunicado.
Indemnizaciones
Desde 2015 está demorado el trámite de las indemnizaciones a unos ocho mil riotercerenses por daño moral por el atentado con explosiones registrado en la Fábrica Militar de Río Tercero en noviembre de 1995.
En el marco de estas presuntas negociaciones, trascendió que el 22 de agosto habrá una nueva audiencia entre el abogado de los demandantes y los abogados del Estado, a instancias de la Cámara Federal de Córdoba, con el objetivo de activar el pago a los damnificados.
