Por considerar que existen “múltiples indicios de peligrosidad procesal, tanto de fuga como entorpecimiento”, el fiscal José Alberto Mana dictó este miércoles la prisión preventiva a Néstor Aguilar Soto por el femicidio de Catalina Gutiérrez, ocurrido el 17 de julio pasado en Córdoba capital.
Según la investigación, el joven imputado por homicidio calificado por alevosía y mediando violencia de género actuó “sobre seguro, sin riesgo para sí, en su vivienda”, donde sorprendió a su amiga, “sin la intervención de terceros” que pudieran evitar este trágico desenlace.
Testimonios de amigos y familiares describieron una relación marcada por control y manipulación por parte del acusado, quien ejercía violencia psicológica y simbólica sobre la víctima, con una “fuerte discriminación hacia ella por su condición de mujer y ubicándose el imputado en una posición superior” con respecto a Catalina.
Además, se descubrió que Aguilar Soto había sustraído las llaves del departamento del novio de la víctima, lo que incrementa la sospecha de premeditación. Las cámaras de seguridad confirmaron que actuó solo durante todo el proceso, desde la llegada de la víctima hasta el abandono del cuerpo.
El fiscal destacó la necesidad de prisión preventiva para evitar la fuga y el entorpecimiento de la causa. La investigación continuará hasta su elevación a juicio.
