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Defensor del Pueblo: tras la discusión, rosca en tiempo muerto y De Loredo torpedeando al PJ

Peronistas y radicales se acusan mutuamente de no buscar un acuerdo y querer ir “por todo”. Con el acuerdo entre Decara y Llaryora, el PJ no tiene apuro por designar un nuevo Defensor del Pueblo. El PJ reclama como moneda de cambio que la UCR ejerza una “oposición responsable”.

Unicameral Córdoba interior
Unicameral Córdoba interior | Perfil Cedoc

Con el diálogo en punto muerto en la Unicameral y el diputado Rodrigo de Loredo lanzando munición gruesa contra el PJ en el poder, desde ambas partes que integran la mesa de negociación reconocen que no se vislumbra en el horizonte un acuerdo mayoritario para designar a un nuevo Defensor del Pueblo.

En medio de la sorpresa que causó en la cúpula de la UCR, y el pase de factura por hacerle renunciar a Hugo Pozzi, los boina blanca críticos afirmaron que Mario Decara “arregló” con el gobernador Martín Llaryora el nombramiento de Carlos Galoppo como defensor adjunto, quien desde el miércoles pasado se encuentra a cargo del organismo provincial. “Por supuesto”, aseguró un dirigente radical con conocimiento de la situación ante la consulta de si esa decisión tuvo la venia del titular de Ejecutivo. En la misma línea, un peronista admitió -por lo bajo- el pulgar arriba de Llaryora.

En la Unicameral, la negociación entre espadas del PJ y de la bancada UCR quedó empantanada sin un entendimiento a la vista. Las posiciones se muestran inflexibles. Ante este escenario todo apunta a que Galoppo –alfil de Decara– estará al frente de la Defensoría por un período largo. Los memoriosos rescataron del archivo el antecedente de Jessica Valentini.

Una voz radical recordó el precedente. Por falta de acuerdos parlamentarios, la defensora adjunta de Nelson Filippi ejerció la titularidad del organismo en el período 2006-2008. En el 2009, con los votos de la UCR y el PJ fue designado Decara, quien ocupó el principal sillón del organismo durante 15 años. El martes pasado finalizó su tercer mandato.

Ante la irrupción del nombre de Galoppo, siendo un funcionario de carrera y de estrecha confianza de Decara, un histórico radical sostuvo que “esa designación no fue consensuada” con la UCR. Fue una decisión del boina blanca de Punilla en el marco de sus atribuciones. No obstante, algunos correligionarios no le perdonan haberle pedido a Pozzi que renuncie al cargo como adjunto.

“En definitiva, es un radical (por Galoppo). El puesto quedó en manos del radicalismo. Lo que temíamos era que quedara en manos del peronismo”, aportó un integrante del bloque UCR en la Legislatura enrolado entre aquellos que tienen vasos comunicantes con el sanfrancisqueño que ahora se encuentra a cargo de la Defensoría.

“Va durar un tiempo”, razonó un dirigente que frecuenta a diario la Casa Radical acerca del interinato de Galoppo. “Ni ellos ni nosotros tenemos los dos tercios de los votos”, aseveró. “No hay acuerdo”, admiten radicales y peronistas en el marco de una negociación en punto muerto. Con el nuevo tablero configurado, el PJ exhibió que “no tiene apuro” y le reclamó a la UCR ejercer una “oposición responsable” para avanzar en un posible acuerdo por el nuevo Defensor del Pueblo.

Desleales
Más allá del nombre que aportó el radicalismo -motivo de resistencia no tanto por Julio Ochoa, sino por el enroque que se producirá en el Tribunal de Cuentas Municipal, con el desembarco de un deloredista puro como Esteban Bría- el PJ se queja por el torpedeo constante del ala dura de la bancada radical en Juntos por el Cambio que apunta a hacer mella en la gobernabilidad de Llaryora.

“En ningún lado dice que el Defensor tiene que surgir de las filas de la oposición. Es un acuerdo político”, lanzó un peronista con llegada directa al principal despacho del Panal. Bajo esa lógica, expuso su ácido interrogante: “¿se puede hacer un acuerdo político con una oposición que te tira a matar todos los días?”.

En medio de la fricción constante, un oficialista se quejó de los “adversarios desleales” del ala halcón de la bancada radical. En el PJ observan una interna abierta -ven un quiebre- en la bancada radical entre los departamentales con territorio y los capitalinos que “sin responsabilidad política” fogonean la dura crítica contra el gobierno. “Que le pongan un freno a los opositores que actúan con irresponsabilidad”, condicionó una voz peronista.

Sin dudas el choque constante en la Unicameral trae consecuencias en el plano de la gestión de los gobiernos locales de signo radical que piden obras por fuera de los fondos que se coparticipan. Es uno de los puntos clave en la agenda política.

Para entregar la Defensoría, el peronismo pide a cambio poner “lógica institucional” a la Legislatura. Una “oposición responsable que no busque voltear al gobierno en cada sesión”. Desde el PJ se atajan al argumentar que no se trata de una actitud extorsiva, pero las espadas radicales dan otra versión.

“Es un peligro que se vayan quedando con todo”, contragolpeó una espada radical. “Pedís la Defensoría, los cargos y las obras... y vos todos los miércoles me querés voltear el gobierno. ¿Cómo es?”, retrucó un oficialista. El organismo en cuestión tiene 400 cargos y un presupuesto de 3 mil millones de pesos por año.

Réplica radical
Desde el bloque UCR le facturan al peronismo el pretender quedarse con todo al no respetar el acuerdo histórico con la oposición. Un parlamentario enrolado en las huestes deloredistas salió al cruce de la crítica del PJ de que el ala dura de la oposición no tiene código y son irresponsables.

“Ese no es el punto. Hay algo más grande”, replicó el interlocutor boina blanca al abonar la teoría de un acuerdo más macro que incluye la vacante en el Tribunal Superior de Justicia, entre otros puntos que demanda el poder llaryorista. “No va a ser la Defensoría lo que haga arrodillar al radicalismo. Si se lo quieren sacar que se lo saquen”, afirmó la fuente en línea con la definición que dejó De Loredo cuando se reunió hace un par de semanas con los legisladores radicales. “No nos vamos a entregar”, remarcó. En su armado, la UCR mira al 2027 para enfrentar al PJ por la gobernación.

En los últimos días, el diputado abrió fuego por los 25 años del peronismo en el poder. “Ellos lo festejan, pero Córdoba tiene poco para festejar”, lanzó. En este mar de fondo, y con la rosca en punto muerto, desde ambas partes avizoran un período largo de Galoppo a cargo de la Defensoría como fue el caso de Valentini. “Ni ellos ni nosotros tenemos los dos tercios de los votos para un acuerdo”, sentenció un radical.