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CóRDOBA
FORMANDO INTÉRPRETES

Danza Viva celebra 30 años de trayectoria en Córdoba

La agrupación, que tuvo su génesis en 1994 como un grupo artístico independiente dedicado a la danza contemporánea y a las nuevas tendencias escénicas, en 2012 se convirtió en un Centro de Estudios. Recientemente, Cristina Gómez Comini, su directora, recibió un reconocimiento por parte de la Legislatura provincial, destacando su compromiso con la danza.

Compañia Danza Viva 30 años
DANZA VIVA. La compañía debutó en 1994 con apenas tres integrantes en el Festival Internacional de Danza Contemporánea de Rosario. | Cedoc Perfil

Asentado en avenida General Paz General 154 y ocupando todo el primer piso (con tres salas de danza y una de acondicionamiento físico), el Centro de Estudios Danza Viva se dedica a la formación de niños, niñas, jóvenes y adultos en danza clásica, contemporánea y jazz.

Proyectada como una escuela de formación de bailarines profesionales, la particularidad de este centro de estudios es que el foco está puesto en formar intérpretes para la escena. “Lo que hacemos es formar intérpretes y tratar de dar una plataforma técnica lo suficientemente sólida como para que al cabo de algunos años, aquellos alumnos que siguen el programa pautado, se conviertan en profesionales”, dice a PERFIL CÓRDOBA Cristina Gómez Comini, la bailarina formada en Córdoba y Buenos Aires y cuyo perfeccionamiento tuvo lugar en Europa gracias a una beca del Fondo Nacional de las Artes (FNA).

Los inicios. En marzo de 1994 un grupo conformado por apenas tres bailarinas ponía en escena su primer trabajo: ‘Las musas inquietantes’. La pieza fue estrenada en el Festival Internacional de Danza Contemporánea de Rosario y ganó un premio que alentó a la incipiente compañía a seguir.
Tras una nueva obra, 'Mosaicos' (una suerte de pequeñas obras conectadas entre sí) se presentaron en el concurso de la Fundación Antorchas de Buenos Aires y volvieron a ganar. Esta vez el premio era un subsidio a la producción. “Gracias a ese premio pudimos hacer ‘La Roja’, de Miguel Iriarte. Él me había acercado el texto y me fascinó el contenido de esa historia tan marginal, como todas las historias de Miguel. Me la confió, me dijo que hiciera lo que quisiera con ella y terminamos haciendo una obra de danza teatro. Estrenamos en el ‘95 en el Teatro del Libertador, con cuatro bailarinas de Danza Viva, y un bailarín de tango y actores invitados”, rememora Gómez Comini.

De Compañía a Centro de Estudios. Tras varios años de mucha euforia y producción creativa, la compañía fue ganando público en las distintas presentaciones. “En ese momento no existían las salas independientes, entonces nos presentábamos en el Teatro del Libertador, en el teatro de la Ciudad de las Artes o en el Real. Nos iba muy bien, teníamos mucha presencia y empezamos a presentarnos en festivales, nos convocaban y nos seleccionaban incluso de festivales extranjeros”, recuerda.

Al cabo de unos años, algunas de las integrantes de la compañía sintieron la necesidad de transmitir esa experiencia y se lo propusieron a la directora. “Algunas de ellas empezaron a dar clases en el mismo lugar donde ensayábamos. Luego me tocó dirigir los cursos de verano de la UNC, un proyecto iniciado por el Ballet Contemporáneo de la universidad. Cuando desapareció ese ballet quedaron los cursos de verano sin nadie que los organice y los tomamos nosotras. Años después, en 2012, sentí que hacía falta un lugar alternativo a los espacios oficiales. Y las chicas tenían un modo y una forma de enseñar muy rica e interesante”.

Así se fundó ese año finalmente la escuela, pensada a partir de una idea de enseñanza bien específica: la enseñanza para la escena. “Nuestro tipo de enseñanza no es para formar docentes o investigadores sino formar intérpretes”, recalca la bailarina.

En la actualidad. Hoy, el grupo docente es amplio y en el Centro de Formación circulan alumnos desde los 5 hasta los 75 u 80 años. “Porque no todos están en formación. Tenemos clases abiertas, incluso para personas mayores. Y los que están en formación son aquellos que asumen el programa completo, que son, en general, alumnos entre los 10 y los 25 años. Tenemos un programa de formación en técnica clásica y contemporánea, con una duración de entre 7 y 8 años; y el de formación exclusivamente en danza contemporánea, que es de 4 años”, explica.

Muchos de los exalumnos del Centro de Formación se desempeñan en compañías, pero también hay quienes se dedican a la docencia ya que, si bien la escuela no pone el acento en la formación de docentes, sigue de cerca a aquellos que se perfilan con esa vocación: los orientan y les transmiten conocimientos más específicos. “Además, tenemos el orgullo de que un exalumno, Facundo Ferreyra, saliera de á y se fuera al Teatro San Martín de Buenos Aires, allí egresó del taller del San Martín y luego audicionó en nuestro estudio para la escuela de Martha Graham, en Estados Unidos. Lo tomaron y hace tres años que va a perfeccionarse a la casa central, en Nueva York. Y vuelve con un material de primera línea, absorbido directamente en la fuente, que luego vuelca en nuestra escuela”, finaliza.

Reconocimiento

Cristina Gomez Comini

GÓMEZ COMINI. “Necesitamos una Ley Nacional de Danza así como existen las de la Música y del Teatro” (Foto Fino Pizarro).

La semana pasada, Gómez Comini fue reconocida por la Legislatura cordobesa por su trayectoria como bailarina, coreógrafa y dramaturga. El reconocimiento destaca además su trabajo y su compromiso en el ámbito de la danza.

 

Gómez Comini en la puesta en escena de La Bohème

Ensayo La Boheme

ENSAYO. La ópera podrá verse los días viernes 20, 22, 24 y 26 de septiembre, a las 20 horas.

El próximo viernes 20 de septiembre estrena en el Teatro del Libertador San Martín “La Bohème”, de Giacomo Puccini. 

Con dirección musical a cargo del maestro Jong Whi Vakh, la puesta en escena estará a cargo de Cristina Gómez Comini, en lo que será la primera ópera de proporciones que la directora de ballet llevará adelante. 

“Me llamó Maximiliano Olocco y me propuso hacer la puesta en escena. Estoy muy feliz de poder hacerlo porque la ópera era un tema pendiente para mí. He tenido la oportunidad de dirigir grupos grandes, espectáculos combinados y poder dirigir una ópera como ‘La Bohème’ es la frutilla de la torta; lo siento como un regalo”.

Esta ópera –que cuenta con libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica y está considerada la más representada del mundo– cuenta la historia de un grupo de jóvenes veinteañeros, apartados de las convenciones sociales, que llevan una vida alimentada de ideales.