“¡Qué hacés, culiado!”, “Te quiero, culiao”, “¡Ja, ja! ¡Qué culiado!”, “¿Qué te pasa, culiado?”, “¡Ay, culiado!”, “Es un culiado”. Estas frases resuenan a diario en las calles de Córdoba, reflejando el carácter desenfadado y la creatividad lingüística de sus habitantes.
El término “culiado” es más que una simple palabra: es un símbolo cultural que ha trascendido las fronteras provinciales para convertirse en una marca registrada de los cordobeses. Su uso constante, junto con la fascinación por el Fernet (“Ferné”), forma parte de un combo que no podría ser más distintivo de la provincia.
Recientemente, la Agencia Córdoba Turismo decidió incorporar la palabra en su nueva campaña de promoción para la provincia, reconociendo su carácter distintivo y cultural. Aunque el término original es "Culiado", la Agencia optó por el uso de "Culiao" para crear un anacronismo: Centro Uritorquense de Lenguaje e Integración Amistosa y Optimista (C.U.L.I.A.O.).
Esta elección provocó una gran controversia tanto en las redes sociales como en la propia provincia, ya que algunos la vieron como una manera de revalorar y celebrar el lenguaje cotidiano de los cordobeses, mientras que otros criticaron la ligereza con la que se manejaba un término que históricamente tuvo connotaciones más negativas.
Culiao: la palabra que eligió la Agencia Córdoba Turismo para promocionar la provincia
¿De dónde viene el “culiado”?
El origen del término se remonta al lunfardo, donde inicialmente era un insulto feroz con una fuerte connotación sexual. Originalmente, “culiado” o “culiada” se refería a una persona sodomizada, algo que, en su época, se percibía como motivo de deshonra. Con el tiempo, el significado de la palabra fue evolucionando. Lo que antes era un insulto agresivo, hoy se usa como saludo amistoso, muestra de asombro o incluso elogio entre amigos en un ambiente de confianza.
Sin embargo, su fuerza peyorativa no ha desaparecido por completo. El contexto y el tono en que se emplea siguen siendo determinantes para interpretar si la palabra es un gesto de camaradería o una expresión de enojo.
La llegada del “culiado” a la cultura popular
El “culiado” dio un salto a la fama nacional gracias a varias situaciones y figuras como el exboxeador cordobés Favio “la Mole” Moli, quien popularizó la expresión durante su participación en el programa “Bailando por un sueño” de Marcelo Tinelli. Su constante uso de la palabra, pronunciada con la inconfundible tonada cordobesa, convirtió al “culiado” en un cliché asociado al estereotipo del cordobés.
Desde entonces, el término aparece en series de televisión, publicidades e incluso ha sido adoptado por artistas internacionales. Un momento icónico fue cuando el ex-Beatle Paul McCartney saludó al público cordobés con un enfático “¡Hola, culiados!”, en su concierto de 2016 en el estadio Mario Alberto Kempes. Durante su regreso a Córdoba, este año, reafirmó su conexión con el público local al preguntar: “¿Dónde están los culiados?”.
El “culiado” también dejó su marca en la publicidad. Como es el comercial de Contractil titulado “Amigos en el Golf”, donde la expresión se utiliza como parte del diálogo coloquial entre amigos.
Además, el término acompañó momentos históricos, como la celebración del ciclista cordobés José "Maligno" Torres al ganar una medalla dorada en BMX: “¡Somos campeones, culiado!”.
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Por supuesto, la expresión también se inmortalizó en la reciente campaña de la Agencia Córdoba Turismo titulada “Cordobizate para salvar el mundo”, que incluyó colectivos ploteados con la variante "culiao" como emblema de identidad provincial.
Un término con identidad propia
“Culiado” no solo es una palabra; es un reflejo del espíritu cordobés. Su uso continuo, tanto en contextos informales como en la cultura masiva, ha consolidado su lugar como un emblema de la identidad provincial.
En definitiva, el “culiado” representa algo más que un modismo: es el puente entre la tradición y la modernidad, una muestra de cómo el lenguaje evoluciona para convertirse en un símbolo de identidad cultural que trasciende generaciones y fronteras.