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OPINION

Cositorto, Generación ZOE y la construcción de un imperio de humo

¿Cómo fue posible la edificación y construcción de la mayor estafa piramidal del país, a la vista de todos y por tanto tiempo? ¿Qué rol jugaron medios y redes? ¿Se puede evitar la próxima ilusión de salvación económica?

26-05-24COSITORTO
ILUSIONISTA. Leonardo Cositorto se convirtió en un predicador de la venta. | Cedoc

Entre fines de 2021 y comienzos de 2022 Leonardo Cositorto tuvo su pico de exposición mediática. Con apariciones en el prime time de los principales canales de televisión de aire y cable. Su imagen proliferaba en todas las redes y su estilo de vida extravagante y ostentoso seguía encandilando a sus seguidores. Con cada aparición, Cositorto mostraba la incesante expansión de su imperio, anclado en la venta de paquetes educativos de coaching, la inversión en criptomonedas, la promesa de retornos imposibles de garantizar y un sinfin de inversiones dudosas, incluyendo la compra de una mina de oro, algo vetado en nuestro país.

Estaba en la cresta de la ola y sumaba cientos de seguidores con cada aparición. Y miles de dólares.

Las primeras complicaciones empezaron cuando la CNV le pidió que cese en sus supuestas actividades de intermediación financiera y entidades de usuarios de bitcoin alertaron que lo que estaban ofreciendo se parecía mucho a una estafa piramidal. Es un tipo de arquitectura “de negocio” que solo se sostiene por el aporte progresivo de fondos y que requiere, para su subsistencia, el ingreso de más personas aportando fondos, para poder pagar “los retornos” a los miembros del escalón superior. No hay actividad productiva, ni inversión real en otros activos. El único activo es la plata que de forma incesante debe ingresar al sistema. Cuando eso se frena, se desploma la pirámide y no se pueden seguir abonando los retornos progresivos.

¿Por qué creció ZOE? Creo que por varias razones. Su líder es un vendedor nato que no concibe el “no” como respuesta y durante décadas, se perfeccionó en el arte del convencimiento y la manipulación. Leonardo Cositorto se convirtió en un predicador de la venta. Podía vender planes de telefonía celular, una moneda virtual sin ningún tipo de respaldo, podía vender la oportunidad de renta mensual de 20% en un “robot sintético” sin que la gente supiera lo que significara, podía vender la palabara de Dios o la salvación económica a través de la “libertad de las personas”.

Generazión ZOE creció por la ignorancia de la gente, por la falta de formación y educación que millones de personas tienen sobre aspectos básicos de la economía y las finanzas. Si era cierto que la empresa invertía en activos bursátiles o en criptomonedas lo que no podía ser cierto es que garantizara la rentabilidad en esas inversiones. “Este es el último bot, el bot navideño, con ganancias progresivas de 20%, 25%, 30% y 35%”. Sin educación no hay cuestionamiento y sólo queda creer. Y a la hora de creer estaba Cositorto, con un autoconvencimiento de lo que decía que no admitía fisuras en su narrativa.

Generación ZOE creció porque se aprovechó de la vulnerabilidad de los argentinos. Apaleados por años de pobreza crónica en los que ningún esfuerzo parecía tener sentido. Así, “El vendedor de ilusiones”, como se titula el documental de Netfilx que lo retrata, ya tenía la mitad del camino recorrido.

Generación ZOE creció por el acompañamiento de muchos medios que vendieron sus pantallas y páginas para que la palabra de Cositorto se expandiera. Aún ante preguntas e interrogantes que comenzaban a surgir, el predicador salía bien parado.

Este medio publicó, desde comienzos de 2022, numerosos artículos sobre la operación de Generación ZOE alertando que se estaba ante un esquema piramidal y que había decenas de inconsistencias en los negocios que ofrecían, que no podían ser explicados por Cositorto. La decisión editorial fue aportar una mirada crítica sobre la actividad de Generación ZOE, indagar sobre sus aparentes negocios y luego dar la palabra a los damnificados. Pero no conceder entrevistas a Cositorto, un profesional de la manipulación narrativa con la habilidad de usar cada segundo, cada centímetro, para convencer a más personas de que un nuevo paradigma es posible, de que otra vida los espera, de que es hora de que tomen la decisión de ser libres y lograr su libertad económica.

Varios meses después de la detención de Cositorto, que se produjo en abril de 2022, volví a hablar con algunos de los inversores/clientes damnificados. La mayoría seguía convencido de que si la empresa cayó fue por los ataques que recibió. Y que los negocios eran genuinos.

-“No creo que haya sido una estafa desde el principio. Creo que salió mal, creció de golpe y mucho, creo que se equivocaron en hacer tanta cosa, que no llegaron a tiempo para incluir lo digital. Yo estaba feliz, creía en el proyecto y medio que sigo creyendo. Los que somos coaches creemos que es posible que haya más coaches. Y el proyecto de la empresa, más allá de las inversiones, era que en cada familia hubiera un coach. Y yo estoy convencida de que muchas cosas de la realidad y de lo que pasa hoy cambiarían si en cada familia hubiera un coach”.

La predicación de un mensaje de salvación, la narrativa mesiánica, la promesa de liberación y la imagen de un líder genuinamente convencido de lo que ofrecía se encontraron con el cansancio, la angustia y la necesidad de miles de seguidores. Así creció Generación ZOE, todo un símbolo de los tiempos que corren.