En los últimos dos años una secuencia de expedientes judiciales con investigaciones de corrupción en la Policía de Córdoba, la Fuerza Policial Antinarcotráfico y el Servicio Penitenciario evidencian la permeabilidad de las fuerzas de seguridad provinciales al delito.
En el programa ´Con el diario del lunes´ que se emite por Canal 10, el tema fue analizado por Alejandra Mohor Bellalta, socióloga, magíster en Ciencia Política de la Universidad de Chile y especialista en seguridad ciudadana.
¿Es posible prevenir la corrupción en las fuerzas de seguridad?, fue la consulta. “Es una tarea difícil que requiere el reconocimiento de la situación. Si no hay un reconocimiento integral para conocer la profundidad del problema, cualquier iniciativa será insuficiente”, señaló la académica.
En relación a cuáles son las causas indicó que “suelen haber problemas de selección, ingreso, formación, ascensos, asignación de responsabilidades y controles internos”.
“Con el escenario planteado -sostuvo- es un error pensar que sólo son malos elementos que incurrieron en conductas indebidas. Hay algo en los procesos institucionales que permite que esos individuos sean proclives al delito”.
En ese sentido, Mohor plantea un análisis diferente al que supo escucharse de boca del ministro de Seguridad de la Provincia, Juan Pablo Quinteros, quien sostiene que los policías que son imputados y detenidos “son delincuentes vestidos de policía”; como si se tratara de casos particulares.
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La académica resaltó que la corrupción existe cuando hay condiciones en las instituciones que “permiten, facilitan o hacen la vista gorda incluso desde cuestiones menores; cuando éstas se naturalizan se sientan las bases para actitudes enquistadas que socavan la confianza pública en la institución”.
Negó que existan modelos o recetas válidas para todas las policías, éstos dependen de los contextos y de lo que necesita cada sociedad. Criticó las “miradas miopes y conservadoras respecto del peso tiene el policía como tenedor del monopolio de la fuerza y de la violencia armada”.
Respecto a las falencias más comunes que presentan las fuerzas de seguridad en Latinoamérica, Mohor opinó que es necesario profundizar la democratización. “Tiene que haber reconocimiento al mérito, terminar con patrones patriarcales que permita avanzar hacia policías más profesionales”, puntualizó.
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Criticó que en la mayoría de las fuerzas de seguridad los ascensos se produzcan privilegiando las evaluaciones de los jefes con varas demasiado subjetivas.
Respecto a cómo generar los cambios explicó que hay un concepto que se aplica en el mundo: accountability, que implica supervisión desde afuera hacia adentro, rendición de cuentas de la institución y responsabilización, que es el resultado que se muestra a la sociedad.
Subrayó que todo puede ser evaluado en base a datos numéricos y cualitativos que permitan entender por qué ocurre el abuso de la fuerza, los malos tratos y la corrupción, para comprender las dinámicas de la institución e introducir cambios.
Se trata de un “proceso reflexivo interno, con supervisión externa, desde el gobierno, la sociedad civil y la prensa que tiene un rol muy relevante”, finalizó.