Con el inicio de la temporada de verano, Córdoba estrena nueva Ley de Seguridad Náutica que reemplaza la normativa vigente desde 1968. Esta actualización regulará la navegación en lagos, lagunas, ríos y arroyos de dominio público en la provincia, con un enfoque en la prevención, fiscalización y control de la actividad náutica.
La implementación de esta normativa contará con la colaboración de Prefectura Naval Argentina, el Departamento Unidades de Alto Riesgo (DUAR) y la Dirección de Seguridad Náutica, que trabajarán de forma conjunta. En los principales espejos de agua, como los lagos San Roque, Embalse y Los Molinos, se realizarán patrullajes simultáneos con embarcaciones tripuladas por representantes de las tres instituciones.
"Es un modelo diferente al de la Caminera; aquí los barcos salen a buscar y controlar las embarcaciones que están en actividad", explicó Roberto Schreiner, vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgo.
Entre las medidas más destacadas, se implementarán controles de alcoholemia con tolerancia cero para quienes conducen embarcaciones a motor. "Se hace test de alcoholemia, igual que en el tránsito, a los que van a cargo de la embarcación".
Sobre esta cuestión, Schreiner, destacó que la falta de una ley específica sobre seguridad náutica en el pasado había generado serios inconvenientes, ya que la ausencia de una reglamentación clara impedía tomar medidas frente a situaciones riesgosas. "Como no había una ley, ningún tipo de reglamentación, no se podía hacer nada", expresó.
Además, será obligatorio portar chalecos salvavidas adecuados al tipo de embarcación, un matafuego y los documentos habilitantes como el carnet de navegación y la documentación de la embarcación.
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La Dirección de Protección Civil ya inició en agosto una campaña de sensibilización, distribuyendo información a municipios con ríos de alta pendiente para prepararse para la temporada. Entre las acciones se incluye, por ejemplo, la instalación de cartelería preventiva.
"El verano pasado hablamos mucho de los accidentes que se produjeron. Hay una especie de subestimación del riesgo en lagos y ríos. Después tenemos las consecuencias", concluyó Schneider.