Las sesiones en el Concejo Deliberante vienen demostrando un funcionamiento muy disímil a la política en general, por suerte. Este jueves, marcó una singular coincidencia entre las diferentes fuerzas políticas que lo integran. El oficialismo, que cuenta con mayoría automática y puede actuar a voluntad a favor o en contra de cualquier deseo, decidió acompañar un proyecto presentado por el bloque radical y opositor .
Con el apoyo unánime de todas las bancas, se estableció un sistema de capacitación obligatoria para todos los empleados y funcionarios municipales, en materia de “Salud Mental y Consumos Problemáticos”, con enfoque de derechos. Una iniciativa de la “boina blanca” Verónica Garade Panetta.
Pero no solo eso. Algunos se sorprendieron por la presencia de funcionarios del Ejecutivo en la sesión. Se preguntaron por lo bajo quien los había enviado. Estaban presentes en el recinto para escuchar el tratamiento de este proyecto: Lucas Torrice subsecretario de Salud Mental; Marina Avila, directora de Acceso a la Salud; Carina Martín, coordinadora de Capacitación y Acompañamiento Comunitario; Marcos Rufino, director general de Prevención de Adicciones y Acompañamiento Comunitario; y Ana Busch, coordinadora del área de Capacitación.
Que los funcionarios se sientan comprometidos con las ordenanzas parece ser un elemento de distinción del vice intendente. Suele convocarlos para que analicen y aporten mejoras a los proyectos presentados. Los opositores lo valoran en el mismo recinto, no por lo bajo.
“Fue una devolución de gentilezas”, expresó un vocero que quiere desinflar el globo del “buen samaritano”. Asegura que el oficialismo necesitó muchas veces de las sugerencias y votos para darle más músculo a algunas ordenanzas, entre tantas el Ente de Fiscalización Municipal o la última para convertir al Orfeo en un Centro de Salud.
Otro humor, otra relación
El Concejo muestra una dinámica de funcionamiento absolutamente diferente de la Legislatura provincial. Allí, en la Unicameral, la paridad en el número entre opositores y oficialistas tornan muchos de los debates en un ida y vuelta constante. Esto genera el cansancio de muchos y las propuestas del Panal salen con demasiada polémica y juego mediático.
“Javier es un dialoguista nato”, asegura uno de sus voceros. Ahora está cubriendo a Daniel Passerini en el Ejecutivo, y cada acción en un ladrillo más en la construcción de sus aspiraciones. Alguna vez ya ocupó ese puesto en La Carlota, sabe medir hasta donde exigir, negociar o tensar.
No son pocas las iniciativas que están saliendo por unanimidad y con previa búsqueda de consenso. El propio viceintendente Javier Pretto es el impulsor de ese formato, bajo el convencimiento de que hay que aunar esfuerzos cuando están de por medio cuestiones que los vecinos demandan. "La Ley para regular las ferias y la producción o comercialización de productos agroecológicos en la ciudad capital es otra que salió por unanimidad y con el trabajo de varios funcionarios. No es joda", remarcan en los pasillos y agregan: "acá te miden hasta el largo de los cordones, un paso en falso y qué hacemos".
La buena convivencia dio este miércoles otra muestra no menor, con la presencia en el recinto del subsecretario de Salud Mental y Adicciones, Lucas Torrice, y gran parte de su equipo de trabajo, apoyando la sanción del proyecto.