El 12 de julio pasado la enfermera y empleada penitenciaria, Jésica Pamela Barrera (36), fue detenida al intentar ingresar clandestinamente a la cárcel de Bouwer cinco teléfonos celulares y accesorios, como chip, auriculares y cargadores. El procedimiento desbarató una célula integrada por otros cuatro guardiacárceles, un detenido que actuaba como ´pluma´ en un pabellón y otro cómplice externo, que era el encargado de proveer los aparatos.
El hecho evidenció el nivel de impunidad y corrupción enquistados en la estructura carcelaria porque ni siquiera la detención de las máximas autoridades del Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC), encabezadas por Juan María Bouvier, desactivó las bandas que siguieron operando al interior de los penales.
Además de la enfermera que trabajaba como empleada permanente del SPC desde enero del 2023 con jerarquía de suboficial; fueron detenidos en esa oportunidad el proveedor externo de la banda, Emanuel Maximiliano Vélez (32), y los guardiacárceles, Ramón Emanuel Dewar (41), jefe de seguridad del módulo MD1; Fernando Ángel Monserrat (28); Leandro Nicolas Agüero (29); Darío Luis Cortez (27), todos agentes que pasaron por la guardia interna del mismo sector.
El fiscal de Delitos Complejos, Enrique Gavier, acaba de dictar la prisión preventiva para todos ellos y para Emanuel Alejandro Méndez (43), un detenido -´pluma´- de su pabellón que aparentemente se dedicaba a comercializar los teléfonos que ingresaba Barrera con la anuencia del resto de guardias. La enfermera, tenía un vínculo cercano con Lucas, el hermano de Méndez.
En este expediente que integra la megacausa del SPC, hay otro efectivo penitenciario imputado y prófugo, Marcelo Fernando Matos, Subadjutor Auxiliar, quien también trabajó en la guardia interna del módulo MD1
El fiscal Gavier los imputó por asociación ilícita. En principio se encargaban de entrar ilegalmente teléfonos a la cárcel para comercializarlos a los internos. Lo dejan en claro los mensajes que se pudieron recuperar y que muestran claramente la habitualidad de la maniobra.
En febrero de este año hay un diálogo entre la enfermera Barrera y Lucas Méndez -también imputado en otro tramo de la investigación-, hermano de Emanuel Méndez.
Jesica a Lucas: ”…Amor necesitas que te lleve algo?..”
Lucas: “…9 teléfonos jajajaajaja. Así me entretengo. No amor…”.
Jesica: “A la mierda, no pedías nada jajaja. Bueno amor, te llevo pero más de dos por guardia no, no te abuses”.
Como estas comunicaciones, hay diálogos diarios, evidenciando la habitualidad de la maniobra. Pero, también hay evidencias de transferencias digitales de dinero entre Barrera y Vélez, quien les proveía los aparatos para entrar a Bouwer.
Otros modos que tenía la enfermera era colocar cargadores, auriculares en distintos bolsillos o mochilas y carteras con las que ingresaba al complejo carcelario. En otras oportunidades, dejaba su teléfono en el auto e ingresaba con otro emulando ser el de uso personal.
Existía una verdadera sociedad entre reclusos, guardiacárceles y operadores externos. El objetivo era ingresar los aparatos, conociendo de antemano cómo sortear los controles.
Un robo en la cárcel
El 5 de junio Lucas Germán Méndez, interno alojado en el módulo que estaba a cargo del imputado Dewar, había desapoderado a otro interno de un teléfono celular marca Samsung, de color blanco. Para encubrir el tráfico de celulares que se producía en el pabellón que debían custodiar y que ellos conocían labraron un acta de secuestro.
Hicieron constar que el teléfono y un cargador fueron encontrados en el perímetro externo, sin marcar ningún responsable. Así formularon la denuncia, con contenido falso.
Al evaluar las maniobras, Gavier describió el hilo conductor que une a toda la causa.
“La actividad de este grupo se encuentra íntimamente relacionada con la decisión deliberada de relajar los mecanismos de control de seguridad, para facilitar distintas actividades delictivas, vinculadas a uno de los objetivos de la banda principal liderada por Bouvier, que era evitar conflictos con los internos, en el marco del cogobierno que habían instaurado para el cumplimiento de sus fines ilícitos”.