El psicólogo Diego Tachella propone algunas recomendaciones de “educación digital integral” para buscar un equilibrio en el uso medido de las pantallas para que no se conviertan en las niñeras de la casa:
-Establecer límites claros. Definir juntos horarios y tiempo diario para el uso de dispositivos, como videojuegos o redes sociales, y cumplirlos.
-Poner plazos de revisión semanales. Ayuda a evitar conflictos y a estructurar el día.
-Explorar intereses nuevos. Visitar parques y espacios verdes, andar en bici, hacer deportes y juegos al aire libre o conocer espacios culturales como museos y teatros.
-Sostener el aburrimiento creativo. El aburrimiento, lejos de ser un enemigo, es una oportunidad valiosa para que los niños desarrollen su imaginación y creatividad. Sin el estímulo constante de las pantallas, los niños se ven obligados a buscar sus propias formas de entretenimiento, lo que fomenta la resolución de problemas, la creatividad y la capacidad de concentración.
-Tener a mano materiales simples. Hojas, lápices, cajas de cartón, telas o juegos de mesa permiten a los niños crear sus propios mundos y proyectos espontáneos, desde construir una choza con sábanas y sillas hasta inventar historias o dibujar.
-Compartir tiempo en familia. Cocinar juntos, leer, escuchar música o ver una película elegida entre todos. Son momentos que fortalecen los vínculos y aportan una pausa valiosa en la rutina laboral de los adultos.
-Dar el ejemplo. Para pedirles a los chicos que se desconecten, los adultos deben hacerlo primero. Proponer momentos “libres de pantallas” para toda la familia es una estrategia que requiere de diálogo y compromiso.