El juez de Control en lo Penal Económico, Gustavo Hidalgo, confirmó la elevación a juicio del psicólogo Marcelo Eduardo Bazán, expresidente de la Fundación Dolto, por presuntas estafas cometidas contra un paciente en situación de vulnerabilidad.
Según la investigación de la Fiscalía de Instrucción Subrogante, Bazán habría cometido diez hechos de estafa agravada y falsificación de documentos. También serán juzgados Paola Flavia Re Aramburo, expareja del psicólogo, y Pablo Inacio, ambos considerados partícipes necesarios en los delitos.
Secta en Córdoba: una joven logró escapar y revincularse con su madre
Un paciente en situación de vulnerabilidad
La causa se centra en el perjuicio sufrido por un paciente identificado como N. A. L., quien atravesaba una situación de fragilidad emocional agravada por el consumo problemático de drogas y alcohol. Según la investigación, Bazán aprovechó esta situación para generar una dependencia total, lo que le permitió apoderarse de gran parte de su patrimonio, incluyendo automóviles, camionetas e inmuebles.
El juez Hidalgo resaltó que Bazán no actuó solo, sino que contó con la colaboración de personas de su entorno, tanto dentro como fuera de la Fundación Dolto. La víctima, según el magistrado, quedó sometida a un vínculo asimétrico con el acusado, obedeciéndolo sin cuestionamientos.
Antecedentes y próximo juicio
Bazán ya había sido condenado en abril de 2024 por delitos contra la integridad sexual de otros tres pacientes de la fundación. Ahora, enfrentará un nuevo juicio por las presuntas estafas.
Edgar Bacchiani designó nuevo abogado particular y el fiscal pidió incorporar toda la prueba
El juez Hidalgo señaló que la evidencia reunida demuestra que las decisiones económicas de N. A. L. no eran tomadas de manera libre, sino que Bazán controlaba todos los aspectos de su vida personal, laboral y financiera. Incluso, llegó a influir en detalles de su matrimonio y en la administración de sus negocios, con el objetivo de excluirlo de sus propias ganancias.
Con estos fundamentos, el magistrado rechazó los argumentos de la defensa, que alegaban que las acciones de Bazán no constituían delitos. De este modo, la causa continuará su curso en la justicia, y el psicólogo será juzgado por los hechos que se le atribuyen.