Por el ingreso frustrado de droga, celulares, accesorios y alcohol a la cárcel de Bouwer, ocurrido el 26 de diciembre del año pasado, fue condenado a cinco años y cuatro meses de prisión el chofer, Néstor Lucero (36), por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravada.
Es la punta inicial de un expediente judicial mayor. Lucero trabajaba para la empresa de transporte Bravo, que tiene como cliente al frigorífico Livorno, propiedad de Alicio Dagatti y su hijo, Ignacio, actualmente detenidos. En un juicio abreviado Lucero confesó y dijo estar arrepentido. Explicó que lo hizo “por un tema de plata”.
También reveló que recibió amenazas, pero los detalles se encuentran bajo reserva porque son motivo de investigación. Su acompañante, Jorge Luis Rodríguez (38), fue absuelto por el beneficio de la duda. Lucero lo exculpó y Rodríguez explicó al tribunal que durmió en varios tramos del viaje.
La causa fue investigada por la fiscal de Narcotráfico, Paulina Lingua. Elevó a juicio a ambos en abril de este año y el 29 de noviembre pasado, la Cámara 8a del Crimen, en sala unipersonal a cargo del vocal Eugenio Pérez Moreno, dictó sentencia en un proceso abreviado.
Las defensas de ambos acusados habían alcanzado un acuerdo con el fiscal de Cámara, Hugo Almirón.
El suceso que se juzgó ocurrió el 26 de diciembre de 2023 poco antes del mediodía cuando Lucero y Rodríguez llegaron al complejo carcelario de Bouwer para entregar 52 medias reses del frigorífico Livorno, proveedor del Servicio Penitenciario de Córdoba.
Al controlar la caja del vehículo, debajo de una media res, se encontraron 1,7 kg de marihuana y 9 gramos de cocaína; dos blister de Clonazepam; siete celulares, siete cargadores, 16 cables USB, cuatro auriculares, y una bolsa térmica que contenía aparentemente alcohol.
Lucero trabajaba desde octubre del 2023 para Bravo. Hasta el día en que fue detenido realizó 20 viajes. Rodríguez en cambio, se había incorporado a la firma semanas antes. Llegó libre al juicio.
Según se determinó, el camión estaba vacío antes de cargar la mercadería, con lo que se descartó que la droga hubiera estado ya en su interior.
El juicio es el primer eslabón de una causa mayor donde son investigados los dueños del frigorífico Livorno por ingresar droga y teléfonos a las cárceles, mientras fue proveedor del Servicio Penitenciario.
Dagatti hijo, Ignacio, un administrativo de su empresa, Luis María Mina, y otro de los choferes de Bravo, Maximiliano Gastón Irusta, están imputados por presunta asociación ilícita.
Alicio Dagatti es un poderoso empresario de Río Cuarto, dueño de medios de comunicación y presidente del Club Estudiantes de esa ciudad. La entidad deportiva recibió otro golpe la semana pasada.
El encargado de prensa, Matías Centurión (20), desapareció y cerró todas sus redes sociales. Trascendió que manejaba criptomonedas de jugadores y dirigentes, de la empresa CryptoDeFi, sponsor del club.
A mediados del mes pasado, además, apareció muerto dentro de su automóvil con un disparo en la cabeza Gabriel Russo, exdirigente de Estudiantes de Río Cuarto y conocido financista.