La baja de retenciones representa un cambio significativo para el sector agropecuario y las economías regionales. Analistas y productores destacan el impacto positivo de esta medida en la competitividad, la generación de divisas y la recaudación provincial.
Para saber cómo puede impactar en el mercado y en la micro de la provincia, se consultó a especialistas financieros y tributaritas. Ambos coinciden que a esta medida anunciada por el ministro de Economía de Javier Milie se las debe acompañar con acciones en el mismo sentido por parte de los gobiernos locales.
Saúl Musicante, de S&C Inversiones, destacó que las retenciones son "una medida distorsiva" que, si bien puede ser útil en contextos de crisis, en Argentina han dejado de ser transitorias para convertirse en permanentes. "La reducción aplicada no solo beneficia a las exportaciones de soja, trigo, maíz, girasol y otros productos, sino que también elimina las retenciones para todas las economías regionales", afirmó.
Según Musicante, este ajuste equivale a "una devaluación sin devaluar". Los productores ahora podrán exportar en mejores condiciones y liquidar divisas de manera más rápida. Además, señaló que esta medida aumenta la rentabilidad del sector agropecuario, promoviendo inversiones en maquinaria y tecnología.
Más margen para el productor y las provincias
Desde una óptica impositiva, Mariano Echegaray directivo de Agroeducación analizó el impacto fiscal: analizó el impacto fiscal: "La participación del Estado en la renta agrícola superaba el 69%, de ese porcentaje las retenciones representan el 65%, con esta medida la participación debería bajar y acercarse al 50% ". Sin embargo, advirtió que el traslado de los beneficios al productor no será completamente lineal, es decir una baja de 20% en las retenciones no necesariamente se verá reflejado en un aumento del 20% en el precio de los granos.
Echegaray sugirió que "una reducción o eliminación de las alícuotas de IIBB sobre servicios agrícolas, como siembra, fumigación y transporte, podría potenciar aún más la rentabilidad del sector". Destacó, además, que aunque las retenciones no son coparticipables, su baja mejora la recaudación de impuestos como el IVA, con un efecto derrame en toda la actividad económica.
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El impacto directo de esta medida se reflejará en el dinamismo de las economías provinciales. Musicante resaltó que, al ganar rentabilidad, los productores tendrán más capital para reinvertir, lo que beneficiará a sectores vinculados como la maquinaria agrícola. "Más divisas implican más dinero circulando, con un efecto positivo en toda la cadena productiva", concluyó.
Echegaray señaló que la recaudación por Derechos de Exportación (DEX) pasaría de USD 5.400 millones en 2024 a más de USD 8.000 millones en 2025, gracias a un incremento en las exportaciones y el dinamismo económico generado. "La baja de retenciones no solo responde a un pedido histórico del campo, sino que también puede ser la base para un modelo impositivo más equilibrado y sostenible", opinó.
