La implementación del autodespacho de combustibles en Argentina, autorizada recientemente por el Gobierno Nacional a través del Decreto 46/2025, genera un intenso debate en el sector de las estaciones de servicio. Julio Kademián, reconocido empresario gasolinero de Córdoba, expresó su firme oposición a la medida, destacando los riesgos económicos, laborales y de seguridad que conlleva.
En una entrevista en Punto y aparte (Punto a Punto Radio 90.7), Kademián argumentó que el autodespacho no ofrece beneficios claros para los estacioneros ni para los consumidores. "¿Alguna petrolera ha dicho cuánto se va a ahorrar el consumidor con esta modalidad? La base de cualquier avance en comercialización debe ser el beneficio para el usuario, y aquí no lo vemos", afirmó. Además, señaló que la implementación requeriría una inversión significativa en equipamiento y sistemas de seguridad, sin garantías de retorno económico.
El empresario también destacó los riesgos asociados a la manipulación de combustibles por parte de usuarios no capacitados. "Estamos hablando de un fluido inflamable y peligroso. ¿A cambio de qué vamos a exponernos a estos riesgos?", cuestionó. Kademián comparó la situación con otros países como Brasil y México, donde el autodespacho no se ha implementado debido a sus complejidades culturales y logísticas.
El empresario ejemplificó la medida con lo que sucede en los supermercados: “Retirás los productos de las góndolas, pesás la fruta, pesás la verdura, después te autocobrás en el selfservice. ¿Y cuánto te ahorraste? Nada. Eso no impacta en los precios”.
Por otro lado, Kademián alertó sobre el impacto laboral de la medida. "En una estación de servicio, el empleo no se limita al despacho de combustible. Si implementamos el autodespacho, ¿qué haremos con los trabajadores que perderán su sustento?", preguntó. Según datos del sector, en Córdoba hay aproximadamente 7.000 empleados en estaciones de servicio, y se estima que entre el 20% y el 25% de estos puestos podrían desaparecer con la nueva modalidad.
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La postura de Kademián encuentra eco en otros actores del sector. Marisa Centenaro, presidenta de la Cámara de Expendedores de Combustibles del Interior de Córdoba, calificó la medida como "un anuncio más para la tribuna" y destacó que no garantiza una reducción en los precios de los combustibles. Además, señaló que muchos estacioneros no podrán afrontar los costos de adaptación, que incluyen surtidores especializados y sistemas de facturación.
Desde el Sindicato de Petroleros de Córdoba (Sinpecor), Guillermo Borelli también expresó su preocupación por la pérdida de empleos y los riesgos de seguridad. "Nadie se hará cargo de los accidentes que puedan ocurrir con el autodespacho. Los empleados están capacitados para manejar situaciones de riesgo, pero los usuarios no", advirtió.
Mientras el Gobierno defiende la medida como un paso hacia la modernización del sector, una buena parte de estacioneros y sindicatos insisten en que la iniciativa carece de un análisis profundo sobre sus implicaciones económicas, laborales y de seguridad.