La Cámara en lo Criminal y Correccional de 11ª Nominación difundió los argumentos jurídicos que respaldan la condena a prisión perpetua a Néstor Aguilar Soto por el asesinato de Catalina Gutiérrez, la joven de 21 años.
Recordando que el tribunal lo declaró culpable de lesiones leves agravadas por mediar violencia de género, en concurso real, con homicidio agravado por violencia de género y homicidio agravado para procurar impunidad.
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La mayoría del jurado popular y las vocales de cámara María Susana Frascaroli y María Gabriela Rojas Moresi destacaron en la sentencia que existió una relación de amistad "tóxica" y posesiva entre el acusado y la víctima.
Según el fallo, Aguilar Soto ejercía un control constante sobre Gutiérrez, buscando ser el centro de su atención y mostrando celos cuando ella inició una relación sentimental. Esta actitud se reflejaba en una posición dominante, donde él decidía cómo debía emplear su tiempo y afecto.
"Se colocaba en una posición superior a la de Catalina Gutiérrez, y se creía con derecho a reclamar más atención por parte de quien consideraba ‘su mejor amiga’. Ello implica -ni más ni menos- creer que era él quien decidía -en definitiva- cómo debía utilizar Catalina, su escaso tiempo disponible, y su afecto", apuntaron.
El tribunal también señaló que el acusado mantenía relaciones similares con otras mujeres, pero no con sus amigos varones, evidenciando una conducta discriminatoria basada en el género.
"Esta dominación la imponía solapadamente por ser hombre, y hacia una mujer, por considerarla en un plano inferior, sin derecho a decidir plenamente con relación a su autonomía", precisaron.
"Eligió el peor camino"
Respecto al crimen, la sentencia indica que, tras una discusión en la vivienda del acusado, Aguilar Soto golpeó a Gutiérrez hasta dejarla inconsciente. Para las camaristas y los jurados, Aguilar Soto, entonces, "eligió el peor camino", esto es, "maniatar a Catalina, estrangularla hasta darle muerte y, luego, (…) quemar el cadáver y sus pertenencias (…), todo esto para procurar su total impunidad".
Sin embargo, su plan se vio frustrado por pruebas como la geolocalización del teléfono de la víctima y grabaciones de cámaras de seguridad cercanas.
Por último, quienes firmaron el voto en mayoría, incluyeron en la sentencia un mensaje dirigido a los familiares de la víctima y a sus allegados. "Ella merecerá ser recordada siempre como alguien que lo dio todo, hasta su propia vida, en pos de una ‘sana y sincera amistad’, en su puro y valioso afán por traer paz y concordia a quienes la rodeaban. Ella es la abanderada de la 'amistad sana', la que se brinda a los amigos, la que está pendiente de sus necesidades. Esos son los valores que ella enarboló hasta el final, y que nadie le podrá arrebatar".