Cada vez que Horacio Zeballos juega un torneo en Nueva York y tiene un rato libre, suele ir a jugar al Washington Square Park. Allí no juega al tenis, sino al ajedrez. Quiere ser uno más en la ciudad, pero sobre todo quiere mover las piezas “cara a cara” y abandonar el ajedrez virtual del que se hizo fanático hace mucho, casi el mismo tiempo que lleva como tenista profesional, una carrera que esta semana llegó al punto más alto cuando se convirtió en el número uno del ranking ATP en dobles junto a su pareja, el español Marcel Granollers.
“Siento que me sirve para el tenis, porque justamente en el tenis tenés que tomar decisiones en poco tiempo. Eso también lo llevo a la cancha”, le dijo Zeballos al sitio de ajedrez Chessbase hace algunos años, cuando era el número tres del mundo en dobles, y había tomado la decisión de retirarse como singlista.
No fue una decisión instantánea. “Llegó en un momento de mi carrera que coincidió con el nacimiento de mi hija y las ganas de estar más en casa. Si bien los tres pudimos viajar, después nació mi segundo hijo y fue más complicado. Con el dobles podía llegar más lejos, tener mejor ranking, y viajar un poco menos”, explicó. El cuerpo también le pasaba factura, y como el dobles demanda menos desgaste físico, Zeballos no dudó en seguir ese camino.
Otros hitos. Con 39 años, Zeballos se convirtió en el segundo tenista argentino en la historia en alcanzar el puesto número 1 del mundo. El primero en lograrlo fue Gustavo Fernández en tenis adaptado en 2017.
En mujeres fue Paola Suárez la que llegó a la máxima clasificación del ranking de dobles en 2002, que lo logró junto a su compañera española Virginia Ruano. Gisela Dulko también lo logró en 2010, cuando formaba equipo con la italiana Flavia Pennetta.
A estos casos se lo podría sumar al mayor ídolo en la historia del tenis argentino, Guillermo Vilas, quien lleva años en disputa con la ATP por no reconocerle como número 1 del mundo durante algunas semanas en los años 1975 y 1976. A pesar de quedar demostrado que el error en la sumatoria de los puntos lo tuvo la misma organización mundial, la entidad nunca lo reconoció.
Una homologación. Zeballos también viene a coronar a una generación ya retirada que puso al tenis argentino en lo más alto del mundo, tanto en el circuito ATP como en la Copa Davis. Es el último estertor de la llamada Legión Argentina, que convirtió al país en una potencia del tenis en las primeras dos décadas del siglo XXI. El marplatense, ahora número uno del mundo en dobles, es el eslabón que une a Gastón Gaudio –45 años– y David Nalbandian –42– con Juan Martín del Potro –35–. “Les presentamos al nuevo número uno del mundo en dobles”, publicó en sus redes la Asociación Argentina de Tenis (AAT) que preside Agustín Calleri. En esa entidad, el ascenso y consagración de Zeballos lo disfrutaron el doble por esa misma razón: porque llegó un compañero de ruta. Algo que, a esta altura de la vida, parecía imposible.