Una paradoja de este tiempo: ver de cerca a la Selección del pueblo, el orgullo nacional que hace festejar y sonreír al país desde hace cuatro años, se convirtió en un lujo para pocos. El precio de las entradas para el clásico contra Brasil del martes en el Monumental, aunque se hayan agotado en pocas horas (otra paradoja de este tiempo), evidenció algo que sucede en otros ámbitos de la economía argentina: los tickets se inflacionaron en dólares y alcanzaron valores altísimos, muy superiores a lo que pagan hinchas de otras selecciones de élite, tanto en Sudamérica como en Europa.
A través de la plataforma Deportick, la Asociación del Fútbol Argentino vendió todas las entradas para el superclásico sudamericano: oscilaban entre los 90 mil pesos (las “populares”) y los 480 mil, las plateas más caras. Convertidos a valores internacionales, los precios arrancaban en 70 dólares y trepaban hasta los 375, muy lejos, por ejemplo, de lo que pagaron hinchas de Brasil el último jueves para ver ganar a su selección contra Colombia, en el estadio Mané Garrincha de Brasilia.
El ticket más caro para ver Uruguay-Argentina en el Centenario costó menos que el ticket más barato del Argentina-Brasil en el Monumental
Tanto en las boleterías físicas como a través de la app Bilheteria Digital, los 70 mil tickets que puso a la venta la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para el duelo contra Colombia partían desde los 90 reales (alrededor de 20 mil pesos argentinos), tres veces y media menos que lo que vale ver a la Argentina.
Además, la CBF reservó contra Colombia alrededor de 23.500 entradas sociales –un 34% de la capacidad del estadio– que se obtenían a un precio incluso más bajo y previa donación de dos kilos de alimentos no perecederos por persona. El objetivo era recolectar alrededor de 47 toneladas de insumos para organizaciones sociales y benéficas elegidas por el gobierno de Brasilia y el gobierno nacional. Ese costado social la AFA lo cumplió ayer en Huracán, con el amistoso para ayudar al Hospital Penna de Bahía Blanca, pero contrasta con lo que sucederá el martes en Núñez.
En Uruguay, los precios para ver el clásico del Río de la Plata que la Scaloneta ganó por el gol de Thiago Almada también eran muy distintos a los que tuvieron que pagar los hinchas argentinos en Deportick. Asistir a las tribunas Ámsterdam y Colombes del Centenario, las más populares, valía 990 pesos uruguayos, lo que equivale a 25 mil pesos argentinos. La tribuna Olímpica numerada costaba 1.990 uruguayos (50 mil argentinos) y la más cara, la tribuna América, alcanzaba un valor de 3.290 uruguayos (83 mil argentinos). Es decir, el ticket más caro para entrar al Centenario para ver Uruguay-Argentina costaba menos que el ticket más barato del Argentina-Brasil del martes en el Monumental. Insólito, más si se tiene en cuenta que históricamente Uruguay es el país más caro de la región.
Así como los valores para ver a la Argentina están por encima de los que ofrecen Brasil y Uruguay, sucede lo mismo con las selecciones europeas. La comparación con Inglaterra es sorprendente: el precio más económico para ver al equipo de Thomas Tuchel en Wembley, en la primera fecha de la Eliminatoria contra Albania, fue de 25 libras, alrededor de 35 mil pesos argentinos. Menos de la mitad de lo estipulado para el martes.
