En un giro sorpresivo de su política comercial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles una pausa de 90 días en los aranceles recíprocos para la mayoría de los socios comerciales del país, estableciendo una tarifa universal del 10%. La medida no se aplicará a China, cuyo comercio con Estados Unidos estará sujeto a un arancel del 125%, en represalia por nuevas tarifas impuestas por Pekín.
El anuncio, difundido a través de la red social Truth Social, tuvo un impacto inmediato en los mercados financieros. El índice S&P 500 subió un 9,5%, su mayor alza diaria desde 2008, mientras que el Nasdaq trepó un 12%, marcando su mejor jornada desde 2001. El Dow Jones Industrial Average registró un salto del 7,9%, con una ganancia récord en puntos (2.963) en una sola sesión, según datos de Dow Jones Market Data.
“Más de 75 países han llamado para negociar una solución… y no han, a mi fuerte sugerencia, tomado represalias de ninguna manera”, escribió Trump. “He autorizado una PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este período, del 10%, también con efecto inmediato", escribió el mandatario.
China, fuera del alivio
China quedó explícitamente excluida de la reducción arancelaria. La decisión de Trump se da luego de que el gobierno de Xi Jinping anunciara que aumentará al 84% los aranceles sobre bienes estadounidenses, en respuesta a los anteriores aranceles de 104% impuestos por Washington.
En su mensaje, Trump justificó el aumento a 125% sobre productos chinos alegando una “falta de respeto hacia los mercados mundiales” por parte de Pekín. A su vez, expresó confianza en que no será necesario escalar más el conflicto. “No creo que tengamos que aumentarlo más”, afirmó.
Aunque el giro fue celebrado por los mercados, algunos expertos advirtieron que persisten riesgos estructurales. “¿Respiro? ¿O más suicidio económico?”, se preguntó Peter Boockvar, director de inversiones de Bleakley Financial Group. “Todo dependerá de dónde se obtienen los productos, por supuesto, y lamentablemente, todavía se están importando alrededor de 450 mil millones de dólares desde China".
¿Una estrategia planificada?
Desde la Casa Blanca se buscó enmarcar la decisión como parte de una estrategia deliberada. “Fue la estrategia del presidente desde el principio”, sostuvo el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ante la prensa. La vocera presidencial Karoline Leavitt señaló que los medios “han fallado en ver lo que el presidente Trump está haciendo aquí”.
Sin embargo, la medida contrastó con las declaraciones previas del mandatario, quien días atrás había descartado cualquier modificación a su política comercial. La volatilidad en los mercados financieros, con caídas generalizadas en las sesiones anteriores, habría sido un factor clave detrás del giro.
El presidente admitió que la situación económica pesó en su decisión: “Hay que ser flexible”, declaró. “En los últimos días, la situación se veía bastante sombría”, reconoció.
Volatilidad en mercados y commodities
El impacto del anuncio se extendió más allá de los índices bursátiles. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años subió a 4,47% antes de retroceder levemente, reflejando la aversión al riesgo de los inversores en los días previos. Una suba en los rendimientos puede afectar el costo del crédito para hipotecas, tarjetas de crédito y préstamos empresariales.
El petróleo, que había tocado mínimos de cuatro años cerca de los 56 dólares, rebotó por encima de los 62 dólares el barril tras el anuncio. El oro también vivió su mejor jornada desde 2023, al superar los 3.100 dólares por onza, impulsado por su rol como activo refugio.
¿Qué significa para Argentina?
El comportamiento de los mercados internacionales puede tener consecuencias para el país. Una disminución en la tensión comercial podría alentar el retorno del apetito por activos emergentes y mejorar las condiciones de financiamiento externo. Además, el rebote de precios en materias primas podría tener efectos positivos en la balanza comercial.
No obstante, el conflicto entre Estados Unidos y China sigue lejos de resolverse y mantiene un alto grado de incertidumbre sobre el comercio global. Para economías vulnerables como la argentina, la volatilidad externa sigue siendo un factor crítico.
ML