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Tiempos extraños

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Violencia. Contra los jubilados. “Y bueno, ganó Milei, que haga lo que tenga que hacer”, dicen muchos. | cedoc

Argentina pasa por un tiempo extraño, incluso para los parámetros locales.

Abrumados. Gran parte de la sociedad se encuentra abrumada por la nueva “estructura de costos” por el hecho de vivir. Inútil enumerar la cantidad de gastos de la vida cotidiana que han subido desproporcionadamente frente a los ingresos, pero también se observa que buena parte del país reacciona con una mezcla de abatimiento y resignación: “Así son las cosas, hay que aguantar”. Ante las cargas policiales frente a jubilados o trabajadores judiciales prefiere mirar para otro lado, y decir: “Bueno, ganó Milei, que haga lo que tenga que hacer”.   

Javier Milei está más empoderado que nunca, incluso más que en la campaña electoral al punto de cuestionar al titular de la empresa periodística en una entrevista en propio medio, también. También Milei ensayó en el acto de la UIA una tardía venganza simbólica contra Adolfo Krieger Vasena, el creador de las retenciones modernas, como forma de retener recursos del agro para apoyar a la industria. El modelo libertario puede prescindir de la mayoría de las industrias argentinas.

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Buena parte del país reacciona con una mezcla de abatimiento y resignación ante la nueva “estructura de costos”

El Presidente, a diferencia de la oposición, entiende perfectamente la coyuntura política y económica para avanzar con velocidad en su programa, custodiado por Luis Caputo y Federico Sturzenegger. De esta forma el Gobierno puede plantear fríamente el fin de la obra pública, la eliminación de todos los subsidios, la reducción los derechos laborales, la baja de la edad de imputabilidad, la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interna, el veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria y el anunciado veto a la Ley de Financiamiento Universitario. El superávit fiscal es un mantra inalterable, tanto como mantener bajo control el conflicto social. En conjunto se compone como una agenda ultraconversadora soñada.

Vasos y vetos. La Ley de Movilidad Jubilatoria diseñada por el bloque radical marca un punto clave de la extraña política argentina. En Diputados la votación salió con 160 afirmativos, 72 negativos y ocho abstenciones, es decir, exactamente las dos terceras partes de la Cámara. En el Senado obtuvo un abrumador resultado con 61 votos de apoyo y solo ocho en contra. En cambio, la reversión del veto parece muy lejana. Con los números en la mano parece muy difícil que se puedan reunir los 172 diputados para rechazar el veto, o de forma contraria el oficialismo no tendría dificultades para alcanzar el número mágico de 88. En La Libertad Avanza, el PRO y el MID de Oscar Zago alcanzan los 77, a los que se deben sumar a las tres diputadas expatriadas, los dos sanjuaninos de Marce Orrego, y los tres tucumanos que responden al gobernador Jaldo. Hasta ahí suman 85, y en general se puede contar con algunos diputados radicales y algunos de Encuentro Federal, atentos a no generar rispideces con el Gobierno. Además siempre está la triquiñuela de ausentarse o abstenerse.

Todo el firmamento político parece alinearse para que La Libertad Avanza mantenga la centralidad del escenario político

En el Senado se necesitan 48 votos para rechazar el veto. Contando el voto unánime del interbloque peronista (33), se necesitan 15 adicionales, para esa votación ya no se contaría con los votos del PRO, con algunos provinciales (caso Misiones) y probablemente la UCR votaría dividida o registraría ausencias. Por supuesto, desde la oposición no dialoguista la intención es llevar la discusión a ambas cámaras para, aun en caso de derrota, “mostrar” quiénes votan en contra de los jubilados. Un probable tacticismo de cara al futuro. Se sabe que los mayores de 60 años fueron el corazón del voto de Juntos por el Cambio en los últimos veinte años, una hipótesis probable para la negativa de los mayores de votar al peronismo residiría en otro veto, el de Cristina Kirchner al 82% móvil a las jubilaciones que el Congreso había sancionado en 2010, producto del famoso Grupo A interbloque antikirchnerista que se gestó después de la derrota de 2009.

Juicio poético. La casi imposibilidad de revertir el veto mostrará que la demanda de Guillermo Moreno sobre la realización de un juicio político al Presidente no tiene sustancia en la materialidad de las manos levantadas. Moreno, desde los márgenes del peronismo y a los gritos, se ha vuelto un actor difícil de obviar para Cristina Kirchner y especialmente para Axel Kicillof. Desde los márgenes de la política el exsecretario de Comercio se ha vuelto un actor omnipresente en medios opositores, el streaming, las radios y especialmente las redes sociales, siguiendo la huella de Milei. Desde el nacionalismo en una mano y la doctrina peronista en la otra agita insistentemente para plantear el final anticipado del gobierno nacional, y abriendo el cauce para la llegada de un modelo de derecha pero industrialista. Cristina, observando el enojo de las bases electorales peronistas, por la ausencia de voces cuestionadoras hacia las políticas que destrozan, no dudó en sacar un documento, que entre otras cuestiones justifica el cepo de 2011 y la devaluación de 2014. Durante la jornada del viernes intercambiaron posteos poco edificantes con Milei, pero que rápidamente ubica a Cristina concentrando el mando opositor (nuevamente).

Las fuerzas salvajes

Mapas y territorios. Observando el mapa electoral, es claro que desde el PRO tiene un acuerdo ideológico con el programa de Javier Milei, más allá de alguna diferencia menor con las formas. Por eso el Presidente apura la integración de ambas bancadas, pero frente a los reclamos de Macri sobre la integración de funcionarios en el gabinete, bien puede responder que cuatro de los ministros más importantes eran parte de Cambiemos (Caputo, Bullrich, Sturzenegger y Petri), y más allá de las discordancias se puede prever una unidad electoral hacia 2025, especialmente en las provincias en donde gobierna el PRO. La incógnita es qué hará el radicalismo que gobierna nada menos que cinco provincias –Jujuy, Corrientes, Mendoza, Santa Fe y Chaco–; una primera lectura muestra claramente una línea muy favorable a Milei encabezada por Rodrigo de Loredo y otra más opositora con el liderazgo compartido entre Abad, Manes y Lousteau. Sin embargo, el año próximo el radicalismo tiene el desafío adicional de las elecciones a gobernador en Corrientes. ¿Impulsará la unidad?

* Sociólogo.