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altruismos

Qué significa dar

Después de tres años de vacío, la Santa Rita dio flor. Podríamos usar el lenguaje de un modo más técnico para hablar del acto de florecer, pero nuestro lunfardo goza de humanizar la acción biológica y pone el hecho botánico en serie con la caridad. La Santa Rita dio. Nos dio. Aportó. Sumó a su belleza una de nuestras capacidades distintivas: el poder de ofrecernos, de entregar algo a cambio de nada.

Toda esta semana y parte de la anterior, los argentinos dimos. Sensibilizados por la tragedia: nos despren(dimos) de algunas cosas y nos acercamos a los camiones de la Cruz Roja o enviamos dinero. Altruismo o proyección, no importa, ofrecimos algo a los compatriotas de Bahía Blanca que, de un momento a otro y por impericia de una seguidilla de gobiernos negligentes, vieron sus casas arruinadas por el temporal.

Dar es lo contrario a permitir que el vacío persista. Es poner algo donde antes no había nada. Y el vacío viene a señalarnos algo que cuesta ver: es constitutivo del ser.

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“Necesitamos una representación del mundo en que haya vacío con el fin de que el mundo tenga necesidad de Dios”, escribió Simone Weil en 1947. La autora francesa, que estudió junto a Simone de Beauvoir en la Ecole Normale Superiore y que solo vivió 34 años, murió de tuberculosis y no llegó a ver sus libros publicados. Comprometida con las trabajadoras del capitalismo industrial, se incorporó a la fábrica Renault. Más tarde, luchó contra el dictador Franco en la Guerra Civil Española. Weil habló de temas que conocía. Su objeto: la distribución material, el lugar de los intelectuales, la necesidad y la subordinación. No está pensando en la satisfacción inmediata de la era digital ni en destratos o ghosteos. Su comprensión de la naturaleza humana y su compromiso concreto la llevaron a entender el vacío como necesario y la muerte como fuente de verdad. En su escritura, siempre original y propia, buscó cuestionarse a sí misma y nombrar a Dios sin temores. Tal vez por ello supo que debemos obligar al pensamiento a pasar de un instante al siguiente, para no atarse al pasado o al futuro sino a la búsqueda constante de la verdad, que es situacional y que debe leer con astucia los escenarios y los tiempos.