El escenario cultural, político, económico y social contemporáneo –resultado de profundas transformaciones asociadas a la expansión de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs)– pone a la Universidad pública frente al desafío de integrar las tecnologías a los sistemas de gestión académica y a las prácticas de enseñanza. Los estudiantes, investigadores y docentes universitarios se desempeñan hoy en un contexto heterogéneo atravesado por complejas demandas en el que las tecnologías tienen una importancia creciente en tanto modifican en forma permanente los modos de la producción del conocimiento científico, su comunicación y enseñanza. Educar a distancia implica asumir un distanciamiento entre el docente y el estudiante, y toda política responsable que incluya esta modalidad debe reforzar el vínculo entre ellos a través de las herramientas y dispositivos que las TICs nos proporcionan.
En la UBA asumimos los desafíos de la sociedad del conocimiento como una cantera de posibilidades, y para abordarlos hemos desarrollado acciones consensuadas y con participación de toda la comunidad académica que nos posicionan hoy, tal como se afirma en una nota reciente de este diario titulada “Radiografía de la educación online en la Argentina”, en la vanguardia del sistema educativo universitario nacional y latinoamericano en lo referido al desarrollo e implementación de programas de innovación pedagógica que incluyan las TICs.
Frente a estos desafíos, y pensando siempre en el crecimiento del aporte de nuestra casa de estudios a la sociedad, la Universidad de Buenos Aires ha creado el Programa “UBA Digital” con el propósito de articular, integrar y potenciar las acciones que se vienen desarrollando en las distintas unidades académicas para incorporar las TICs en la gestión académica y el fortalecimiento de los procesos del enseñar y del aprender en la Universidad. El programa abarca un amplio espectro de áreas, desde la infraestructura y los parques informáticos o los sistemas de información, hasta la formación docente y la investigación sobre la innovación tecnológica y la cultura digital.
En el mediano plazo, las líneas de acción propuestas se orientan en tres focos: por un lado, se trata de avanzar en el proceso de inclusión de tecnologías digitales en la oferta académica de grado que atienda los desafíos cotidianos que implica enseñar en una universidad de masas, incorporando propuestas mixtas, flexibles, multimodales e innovadoras que cumplan, al mismo tiempo, con los estándares y criterios de calidad validados. La UBA tiene antecedentes destacados como el Programa UBA XXI de educación a distancia dirigido a todas aquellas personas interesadas en cursar materias del Ciclo Básico Común en un entorno virtual, creado en 1985 y pionero en esta modalidad de enseñanza. En la actualidad, más de treinta mil alumnos por año eligen esta innovadora modalidad.
En segundo lugar, se busca alcanzar la convergencia estratégica de acciones generadas por las facultades y escuelas universitarias para visibilizar los frutos del trabajo académico de la UBA, tanto en lo que refiere a la formación de los docentes en temas de innovación tecno-pedagógica como a la construcción de una agenda de discusión y debate a nivel regional sobre la inclusión digital. Esta convergencia también se expresa en la creación de un repositorio digital de investigaciones que externalice la producción científica de la UBA, y en el desarrollo de propuestas de enseñanza propedéuticas mediadas por las tecnologías.
Permitiendo que los estudiantes ingresantes aborden temas de escritura y comprensión académica, pensamiento matemático, actualidad social y científica potenciados por un entorno tecnológico visual y multimodal. Esta línea de apoyo a la docencia ya tiene sus antecedentes en el Centro de Innovación en Tecnología y Pedagogía (Citep), creado en 2008 con el objetivo de trabajar con y para los docentes de la Universidad en los desafíos que plantea la incorporación de nuevas tecnologías en la enseñanza superior, y en el programa UBA-TIC que, desde 2012, financia propuestas de innovación que articulen la escuela secundaria y la Universidad a través de la inclusión de tecnologías.
Finalmente, la UBA busca constituirse como un referente en la experimentación digital ofreciendo propuestas de anticipación e imaginando el escenario que vendrá. Para ello, cuenta con el potencial de un estudiantado formado y crítico. Empoderar a los jóvenes a través de la realización de concursos de innovación en diferentes áreas que incluyan la tecnología, es un modo valioso de aprovechar la ecología comunicativa en la que las nuevas generaciones están instaladas.
Todo esto nos permite ser la Universidad que requiere de las tecnologías y que enfrenta el desafío de pensarlas, desarrollarlas e implementarlas para lograr los propósitos de inclusión, excelencia y mejora constante que nos hemos propuesto a lo largo de la historia como institución, y que desde esta gestión venimos impulsando activamente.
De esta manera, la UBA procura dar una nueva respuesta a los retos de la sociedad contemporánea contribuyendo, como siempre lo hemos hecho, a la democratización del conocimiento.
*Rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA).