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decisión del sello anagrama

Por una denuncia, frenan la salida de ‘El odio’, cartas con un doble filicida

“El odio”, de Luisgé Martín, debía estar en las librerías españolas (y en algún momento también en las argentinas), el 26 de marzo. En el libro, el autor cita la correspondencia que mantuvo con José Bretón, quien en 2011 asesinó a sus dos hijos, de 2 y 6 años, para vengarse de su exesposa. Pero la intervención oportuna de Ruth Ortiz, la madre de los menores, impidió que la publicación se concretara. Ortiz alega que Luisgé Martín “ha sido la pluma del diablo”.

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Odio. Izq.: José Bretón, el asesino de sus hijos, durante la reconstrucción de los hechos, en 2011. Der.: su ex esposa, Ruth Ortiz, la denunciante. Abajo: el autor del libro, Luisgé Martín. | cedoc

El pasado jueves la editorial española Anagrama suspendió la publicación del libro El odio, del escritor y periodista Luisgé Martín. En un adelanto de este texto, presentado como texto de no ficción, en la sección cultura del portal El Confidencial, se lee: “Mi madre no sintió ninguna vergüenza por comprarle ropa a un asesino. Fue a las tiendas del barrio y, además de lo que le había encargado, compró una sudadera. Mi hermana mayor pasó por una tienda en busca de regalos navideños y añadió unos calcetines al paquete. Ninguna de ellas había leído las cartas de Bretón ni había sido sugestionada por sus palabras o sus supuestas argucias de psicópata, pero a pesar de ello sentían compasión. Les daba igual que fuera un monstruo, un asesino feroz que había acabado con la vida de sus propios hijos. Veían únicamente, como yo, al hombre desamparado.”

Luisgé Martín cita las cartas que intercambió durante tres años con José Bretón. En ellas, el padre condenado por el crimen de sus hijos confiesa el asesinato. En su testimonio se muestra “absolutamente seguro” de que los pequeños no sufrieron. “Antes de poner los cuerpos en el fuego comprobé que no respiraban, estaban ya muertos. No se enteraron de lo que iba a pasar. Confiaron en mí. No hubo miedo, ni dolor, ni ningún tipo de sufrimiento”, asegura en el libro.

Los hechos. El 8 de octubre de 2011, José Bretón llevó a sus hijos, Ruth y José, de 2 y 6 años, a la finca de Las Quemadillas en Córdoba, en Andalucía, y allí los asesinó de forma premeditada. Su intención era vengar la separación de su esposa, Ruth Ortiz, con la que mantenía una relación conflictiva. Tras meses de investigación y un proceso judicial, Bretón fue condenado a 40 años de prisión, aunque actualmente cumple una pena efectiva de 25 años en la cárcel de máxima seguridad de Herrera de la Mancha (Ciudad Real).

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Anagrama tenía previsto el lanzamiento de El odio en las librerías para el 26 de marzo próximo y en verdad debió suspender la distribución tras la presentación judicial de la madre de los niños asesinados ante la Audiencia Provincial y la Fiscalía de Córdoba donde afirma que “está asistiendo horrorizada a cómo la vida y asesinato de sus dos hijos pequeños está expuesta públicamente en todos los medios de comunicación con detalles, comentarios y expresiones que ni siquiera aparecen en la sentencia, plagado de afirmaciones terribles”. Según la Ley de Protección Civil del Derecho al Honor, la Intimidad Personal y Familiar y la Propia Imagen, además de la Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia, la publicación de El odio se considera ilegal por parte de Lucía Chacón, fiscal de la Sección de víctimas de delito de Córdoba. He aquí el verdadero motivo por el cual Anagrama “suspendió” la distribución.

Pero hay más motivos y Ruth Ortiz los expuso en una reciente entrevista al diario El Mundo: “Si el escritor hubiera intercambiado cartas con el asesino y el asesino con el escritor, si hubieran mantenido la entrevista personal incluso o llamadas, y el escritor hubiera hecho un libro hablando del odio en general o de la mente del asesino en general, mi postura hubiera sido de indiferencia. Pero no es el caso, está contando el asesinato de mis hijos. El escritor ha sido la pluma del diablo, nunca mejor dicho”. Y sigue contra el autor, Luisgé Martín, de quien asegura nunca se puso en contacto con ella para informarle sobre el contenido del libro. “Quiero destacar la poca empatía del autor con las víctimas, la falta de escrúpulos, en fin. El autor también tiene mucha parte de culpa. Ya digo, ha sido la pluma del diablo”.

En un intento de defensa, algunos medios españoles citan el antecedente de Emmanuel Carrère y su libro El adversario (2000), sobre el caso Romand, que mató a su esposa, fracturándole el cráneo, y a sus hijos, de cinco y siete años, con un rifle, así como a sus padres y a su perro. Luego prendió fuego a su casa y a los restos. También citaron A sangre fría (1966) de Truman Capote, testimonio periodístico sobre el asesinato de los cuatro miembros de la familia Clutter, ocurrida en 1959 en un pueblo rural de Estados Unidos, perpetrada por dos exconvictos, luego capturados, enjuiciados, condenados a muerte y ejecutados. Otra referencia es En el vientre de la bestia, de Jack Henry Abbott (publicado en nuestra lengua por Martínez Roca), que recoge la correspondencia de Abbott desde la prisión con Norman Mailer, quien escribe una introducción, y también pide por su libertad al punto que lo liberan. Seis semanas después Abbott comete un asesinato y vuelve a la cárcel; algo que a Mailer le valió cierto desprestigio y, como ejemplo para defender la publicación de El odio, en nada ayuda.

Ahora volvamos a nuestra región. Así como Borges nunca fue español, la primera novela de no ficción periodística fue argentina. Se trata de Operación Masacre de Rodolfo Walsh, publicada en 1957. Allí se revelan los fusilamientos de José León Suárez, perpetrados el 9 de junio de 1956 por la Revolución Libertadora que derrocó a Perón. No obstante, en materia de libros sobre y con asesinos, cabe destacarse Yo, Pierre Rivière, habiendo matado a mi madre, mi hermana y mi hermano..., de Michel Foucault, publicado en 1973, estudio sobre el crimen de 1835 y las confesiones escritas por el asesino, la versión cinematográfica es de René Allió (1976).

El próximo 13 de mayo se cumple un año de la muerte del periodista Diego Rojas, autor del libro ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? Usando como prueba el reportaje publicado en este libro, el Tribunal Oral Criminal 21 de la Capital Federal condenó a 15 años de prisión al exsecretario de la Unión Ferroviaria, José Ángel Pedraza, como autor intelectual del crimen. Eso sí que es llevar la novela de no ficción a lo real y hacer justicia...