COLUMNISTAS
Una teoría

Pelotude detected

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Einstein. Fontanarrosa pensó en su Teoría de la Relatividad para detectar alguna gente. | cedoc

El escritor, historietista, dibujante rosarino Roberto, “El Negro”, Fontanarrosa, creador de personajes entrañables como Inodoro Pereyra, Mendieta, Eulogia, Boogie, “el aceitoso”, o Sperman, entre otros, desarrolló una conjetura sensible basada en la Teoría General de la Relatividad formulada por el físico alemán Albert Einstein. Aplicada en la diaria es casi infalible. Ante uno posible, se lo deja hablar. Eso es todo.

Al cabo de, ponele, uno, dos minutos como mucho, no más, se insinúa una sonrisa leve con los labios cerrados, comprensiva, como asintiendo a lo que se escucha, a la vez que se cierran los ojos. Si en la pantalla oscura de la mente se enciende como un cartel luminoso el postulado del Negro –“Debido a que la velocidad de la luz es mucho mayor a la del sonido, ciertas personas nos parecen brillantes, un rato antes de escuchar las pelotudeces que dicen”–  entonces no quedan dudas.

Veamos un ejemplo. Imaginen la situación. Están sentados a la mesa de un bar, el amigo esperado llega con uno que se presenta como Alberto Fernández. No se rían. En ese momento no saben quién es. Panza, traje gris con manchas de grasa, corbata celeste, bigote espeso, canoso, chamuya con la boca ladeada. Cuenta con quién está saliendo, cómo aprieta minitas, dice que las filma en video, que las hace decir “cosas lindas”. Cerrás los ojos. La sirena de la alarma avisa: “pelotude detected”.    

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Ante uno posible, se lo deja hablar. Con eso es suficiente para detectarlo

La tesis del Negro revela también, por contraste, a los giles inocentes que cumplen, tratan de estar en blanco, al día con sus deudas. Cuando todos los sentidos apuntan a los aspirantes al poder, el ruido en las redes que producen quienes los bancan, más los deseos que empañan la realidad, demoran un tiempo crucial la señal de riesgo mayor, el de ser gobernados por candidatos de baja intensidad intelectual, habituales desde Menem, pero que, además, son delincuentes.

En el mejor de los casos, se los reconoce enseguida. Son los clásicos roedores pardos del queso que desgrana la política, del tipo Valdés, Espert, Albistur, o De Mendiguren. Dicen que en la Ciudad hay siete por persona honesta. Con gatos se los mantiene a raya blanca. Peligrosos son los que crecen en los túneles de las alcantarillas. Sergio Massa, ponele, que se incriminaba en cuanto abría la boca. Había evidencias muy claras de quién era, pero casi llega.

Atentos ahora a Lousteau, doblemente tocado por la vanidad, la soberbia, luces sombrías que relucen en sus colmillos. Ministro de Cristina Kirchner. Presidente de la Unión Cívica Radical. Senador de manito tímida para hacerse responsable. Cuando su perfil, el de Yacobitti, Moreau, o Ricardito, se recortan contra la trayectoria de Raúl Alfonsín, es posible comprobar cómo la sombra se proyecta sobre ellos a la misma velocidad de la luz.

La señal detecta. No salva, avisa. Altera el sueño. Es como esa  luz ultravioleta que sigue las huellas del reguero de sangre en las pesadillas, cuando la libertad retrocede. Acá están, acá fue. Registra el sentimiento desolador, la resaca de escuchar a Cúneo Libarona, de ver la imagen de la diputada del patito en la cabeza. Nada queda. Nada inteligente, interesante al menos, que hayan dicho ninguno de los fantasmas elegidos.

El Negro interpretó la relatividad de lo que hubo/ hay. De la Rúa, Duhalde, Néstor Kirchner. Cristina, la que mantuvo a De Vido, eligió a Boudou, a los Fernández, Aníbal, Alberto. Macri, que no puede ni con su ego. Presidentes, ministros, funcionarios, representan el tamaño de su miserable ambición. No les dio/ da para liderar la aventura que debe emprender una sociedad en su conjunto. Los resultados están a la vista. Entre todos suman más de veinte millones de pobres, de vidas arruinadas.

Ante cada nueva figurita que aparece, no olvidar el axioma. Ayuda a prevenir: “Debido a que la velocidad de la luz es mucho mayor a la del sonido, ciertas personas nos parecen brillantes, un rato antes de escuchar las pelotudeces que dicen”. La alarma debe estar siempre conectada.

Con Milei viene sonando hace rato.

*Periodista.