COLUMNISTAS
el foco en la política cambiaria

Para Toto Caputo el optimismo llega hasta la revisión del Fondo

En el Gobierno están convencidos de que con el equipo económico lograron evitar tres corridas cambiarias preparadas por “los especuladores de siempre”. El ministro les dice a quienes quieran escucharlo que el próximo anuncio de inflación será a la baja. El clima de esperanza puede terminar cuando el FMI tenga que volver a evaluar el plan económico y aparezcan críticas. Causas de los ruidos con Trump.

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TRUMPLEI. Un fotomontaje de Milei y el candidato republicano, Donald Trump. | Citizen Kane

Javier Milei está convencido. Les asegura a todos los que le pregunten que con Luis “Toto” Caputo y el equipo económico evitaron una tercera corrida cambiaria preparada por los mismos especuladores que habrían atentado contra la estabilidad monetaria y financiera a fines de junio y en la segunda quincena de julio.

La primera, de pública denuncia, por la venta de cuatro bancos (no uno) de unos 2.200 millones de dólares en puts; operación que provocó la suba del dólar blue por arriba de los 1.400 pesos durante la primera semana de julio. La segunda corrida cambiaria se dio en la segunda semana del mes pasado, y llevó en un momento a un blue superando los 1.500 pesos. Ese fin de semana el Ministerio de Economía y el Banco Central anunciaron que de manera clara e indirecta, comenzaría una intervención en el mercado cambiario; comprando dólares en el mercado oficial a un promedio de 950 pesos, para luego venderlos en el Contado con Liqui (CCU) al precio del día. Un valor que, obviamente, tendría como rector fundamental la oferta del oficialismo.

Lo demás es historia. Se logró terminar julio por debajo de los 1.400 pesos el blue y los financieros perforando la línea de flotación de los 1.300 pesos. Un día después del fin del mes pasado, y sabiendo algunos que ese día la intervención menguaría porque el Banco Central se dedicaría a comprar divisas para incrementar las alicaídas reservas que habían perforado en julio los 26 mil millones de dólares. Fueron 146 millones en compras, dinero que luego se redireccionaría al pago de la deuda de importadores a través de los ya famosos Bopreales.

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Milei, Caputo y el titular del BCRA aseguraban a quien quisiera oírlos, dentro del círculo de cercanía por cierto, que estaba preparada para las últimas jornadas de junio, entre el viernes 26 y el martes 30, una corrida importante; para volver a colocar el precio del dólar por arriba de los 1.500 en el caso del blue. Todo esto con el objetivo de arruinarle la estrategia cambiaria al Ejecutivo, y acrecentar las incertidumbres sobre la solidez de la búsqueda de los equilibrios macroeconómicos a través del dominio de la situación cambiaria y monetaria. La sospecha del oficialismo es que lo que se buscaba es que el intercambio de pases y puts desde los privados al BCRA y luego al Tesoro se concretara con una suba del tipo de cambio. Lo que habría alertado a los hombres de las mesas oficialistas eran las ofertas de liquidaciones de un puñado de puts que quedaron en manos de privados (y algún que otro banco público de repartición manejada por gobernador dialoguista); sin aviso previo a la conducción económica, y con tendencia firme hacia la dolarización de la cartera del banco en cuestión. Ante la situación, la decisión de la conducción económica fue la de acelerar la intervención en el CCL; sumando en la embestida algún que otro banquero amigo (siempre los hay, gobierne quien gobierno). La estrategia incluyó por primera vez la aparición de los famosos trolls ligados al oficialismo, quienes alentaban desde las redes a las autoridades intervinientes en el CCL a ir bajando el precio del dólar de ese mercado financiero; perforando hacia abajo fronteras como la de los 1.300 pesos. Algo que se consiguió el martes. Y se mantuvo el miércoles. No así el jueves.  

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La gran apuesta de Caputo fue, en realidad, el miércoles. Todo profesional siempre se siente más cómodo con sus pares que con gente de otras actividades. Esto fue lo que buscaron el ministro de Economía y el presidente del Banco Central, Santiago Bausilli, al reunirse con los agentes de negociación y los agentes de liquidación y compensación (ALYCs); las sociedades habilitadas para trabajar en el mercado de capitales argentinos. Tradicionalmente llamados bolseros.  Aquellos con los que el ministro de Economía y el presidente del Banco Central trabajaban todos los días en aquellos muy lejanos tiempos de noviembre de 2023 en los que ambos eran traders.

Ese encuentro entre amigos y excolegas fue organizado para convocar a las sociedades de bolsa, para que estas llamen a sus clientes y los convenzan de entrar al blanqueo de capitales. Suponiendo, o descartando, que las personas que invierten en el mercado argentino tienen dinero no declarado en algún lugar del globo terráqueo.

Lo importante de la reunión es que Caputo y Bausilli adelantaron parte del plan que ambos tienen en la cabeza, y que fue avalado por Javier Milei. El principal dato que el ministro y el presidente del BCRA llevaron a la reunión fue la noticia de que ya están asegurados por un año y medio los pagos de capital de toda la deuda pública soberana en dólares (neteada del sector público). Esto incluye los vencimientos de Bopreales y Globales reestructurados en octubre de 2020 para enero y julio de 2025 y enero de 2026. Los pagos de enero sumarían unos US$ 5.100 millones, mientras que los de julio del próximo año alcanzarían los US$ 2.500 millones. Todo ese dinero ya estaría garantizado para cumplir con los pagos, según el mensaje que llevó ayer Caputo al encuentro.

Aclararon los funcionarios que los pagos de capital de la deuda se negociaron con un mecanismo de REPO (fondos a cambio de un seguro de garantía); pero no con el famoso oro del BCRA enviado a Londres, sino con bancos del exterior que aceptaron títulos públicos. La operación con el oro se conocerá durante agosto, y apunta a reforzar las reservas del Banco Central. Sobre este capítulo, Caputo y Bausilli también les dieron precisiones a sus amigos de la ALYCs. Adelantaron que las expectativas del Gobierno incluyen un incremento de las reservas de divisas del BCRA por unos 1.200 millones de dólares durante agosto; dinero que llegaría a partir de los aportes de organismos multilaterales; cruzado con la ausencia este mes de sumas importantes de vencimientos. Hay que recordar que Economía cumplió en julio con el pago de unos 2.100 millones de dólares por los vencimientos de este año de los bonos Globales y Bonares.

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Hablaron también sobre inflación. El ministro de Economía afirmó en ese encuentro ante sus expares que las expectativas del oficialismo son que para septiembre ya pueda hablarse de un IPC con un 1% por delante; afirmando además que la inflación de julio será la más baja del año. Hasta ahora, esa meta la ocupa mayo, con un alza de los precios de 4,2%. El dato se conocerá el miércoles 14 de agosto a las 16.

Como se ve, todo optimismo. Estado de ánimo que puede tener vencimiento en el mediano plazo. Mucho dependerá de cómo evolucione la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una telenovela que tendrá en breve un nuevo capítulo clave. Será cuando el organismo tenga que aprobar (debe hacerlo) el cumplimiento de las metas del segundo trimestre del año; dando por avalada la novena revisión de Facilidades Extendidas, firmada en marzo de 2022 y renovada dos veces. La última, en enero pasado. El Fondo deberá liberar luego unos 2.100 millones, felicitando además al Gobierno por haber cumplido (sobrecumplido en realidad) las metas fiscales, monetarias y de reservas. El temor es que en el paper del directorio del Hemisferio Occidental se repita la letra crítica contra la política cambiaria del Gobierno; en otro mensaje explosivo contra las ideas de Javier Milei firmado por el titular de la repartición, el chileno Rodrigo Valdés.  

En las últimas horas, aparecieron declaraciones de un conocedor del asunto. El norteamericano trumpista Mauricio Claver Carone, muy duros contra las posibilidades de lograr dinero fresco desde el FMI, si Donald Trump es electo presidente. Sin metáforas, dijo que “la política de ganar tiempo pensando que con Trump va a conseguir más dinero del Fondo es una ilusión, es ilógica y va a llevar al fracaso. Porque primero no funciona de esa manera. Y segundo, Milei y Trump todavía no tienen relación”. Y completó, Milei y Trump tienen un conocimiento y un respeto mutuo, pero no hay una relación de confianza como la que tenía Macri con Trump. Es muy diferente. Y hay otro problema que yo viví con (el expresidente de Brasil, Jair) Bolsonaro. Aunque haya respeto mutuo, es difícil crear la relación porque no se entienden. Porque ni Bolsonaro ni Milei hablan inglés. Así que va a tardar más tiempo aún crear esa confianza y esa relación”.

Un detalle que puede explicar el exabrupto. Claver Carone fue expulsado de la titularidad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por un “romance inapropiado” a partir de una denuncia anónima presentada el 29 de marzo de 2022. Quien impulsó esa investigación fue el representante argentino de esos días. El ahora jefe de Gabinete Guillermo Francos.