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Balance

Milei interpela la identidad del peronismo

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2025. Él tiene el desafío de cumplir la emisión de dinero y CFK que su fuerza política pase a una propuesta. | cedoc

Quiero resaltar algunos aspectos del discurso de balance del año de gestión del Presidente. Especialmente, cuando se refirió a los conceptos de futuro y de Nación. En ellos se basa para pensar la campaña electoral de medio término.

Milei dijo que en dichas elecciones se plebiscitarán  los pilares sobre los que construir la nueva Argentina. Y también que la casta no tiene un proyecto de Nación.  Allí le estaba hablando a los integrantes del gobierno anterior. Es interesantísimo éste último concepto, porque cuando se hablaba de proyecto de Nación, históricamente se hacia referencia al yrigoyenismo y luego al peronismo, el que a mediados del siglo pasado nació como un movimiento nacional y popular cuyo objetivo era construir un país inclusivo y desarrollado, con los trabajadores y la industria nacional como pilares.

La contraparte era la visión del país agroexportador de la oligarquía y el liberalismo vernáculo.  

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Hoy el Gobierno en su lucha cultural desafía al peronismo a discutir un proyecto de Nación. Y lo pone en aprietos, porque el peronismo de hoy carece de una identidad definida y no tiene claro quién es el sujeto social al cual hablarle y representar.  

La Argentina no es actualmente un país con preeminencia de trabajadores industriales. Además, ser trabajador formal no garantiza ser parte de los no pobres.

Los trabajadores informales equiparan a los formales y estos se dividen entre los cuentapropistas y los que  cobran un sueldo en negro. La degradación social desafía al peronismo a reformularse. Las últimas escenas de ese peronismo lo muestran disgregado, en internas y sin un proyecto de país definido.

En contraposición está el  discurso de Milei, hablando de un futuro venturoso, mientras el discurso de asunción de Cristina como presidenta del PJ mostró una escena con fuertes ausencias y lo que se dijo tuvo más de defensivo que de prometedor.  

No estuvieron los gobernadores y tampoco representantes de la lista opositora. La foto de días atrás, en donde se intentó una foto de unidad quedó en eso.  

Cristina  trató de contestar tres preguntas: ¿Qué sucede actualmente, porqué ganó Milei y qué hacer? Definió  al actual gobierno como carente de un plan productivista que lleva a la pobreza, intentó explicar porqué Alberto fue candidato y no ella, y llamó a organizarse y generar un proyecto. Pero no solo criticó a Alberto, también, habló de quienes desde la Universidad se suman al peronismo, sin entender muy bien de qué se trata e intentan imponer sus ideas a las anteriores generaciones.

Un párrafo que lleva el nombre de Kicillof, al que además, criticó por electoralista. De paso, también golpeó sin nombrarlo a Massa por el acuerdo con el FMI.

Llama la atención que afirmara que la sociedad argentina aceptaba el ajuste económico y la motosierra, cuando eso es algo que divide en dos a la población, con lo cual agiganta la figura de Milei y termina generando depresión en sus propias filas.

Quizás haya querido decir que prevé que a Milei le queda cuerda y que los dirigentes del peronismo deberían asumir dicha realidad. Mientras Milei promete un futuro promisorio, el peronismo aún no logró explicarse las causas profundas de su derrota.

Cuando Perón  conducía  al peronismo buscaba la integración de todas las alas de su movimiento, él era el eje de la política, pero era una conducción convocante. La de Cristina hoy parece más basada en la necesidad de afirmar su liderazgo que en conducir al conjunto. Milei para 2025 tiene el desafío de cumplir su promesa de restricción en la emisión de dinero con crecimiento económico que beneficie a los argentinos.

Cristina tiene el desafío de poder conducir un proceso  en su fuerza política que pase del diagnóstico a la propuesta y la esperanza.

*Consultor y analista político.