Un paseo, como llevar los chicos al colegio, la recorrida triunfal por Diputados: el oficialismo no solo impone leyes, también desgrana a la oposición, la vacía de integrantes. Inesperado, arrasa. Con una minoría raquítica consigue números de sobra y hasta el titular del bloque peronista evitó votar en contra de la suspensión de las PASO. Peronismo y el PRO en evacuación, los radicales ya están en los techos haciendo seña para el rescate. Partidos, legisladores, sindicalistas que se ufanaban de haber enfrentado a los militares, resistentes, ahora se arrugan como el lino ante la agresividad de los trolls de Milei. Como si el Gordo Dan, por encontrar un ejemplo, fuera más eficaz que la trifecta castrense o el codicioso Néstor Kirchner para obtener resultados. Una fiesta para el Gobierno la diáspora opositora, muchos en el transfuguismo con la banderita del taxi levantada, “Libre”, dispuestos a ingresar a un galpón cuyo cartel anuncia: “Se reciben piedras y escombros”. A veces. Mayores de 40, abstenerse, según la consigna de Santiago Caputo. A Diego Santilli le atribuyen haberse arrojado a una piscina con escasa agua para ver si sobrevive en provincia de Buenos Aires con el mileísmo, un dato que molestaría a José Luis Espert, quien se considera heredero natural para el distrito. Dicen que no concuerda con Karina Milei. Mientras, debido a que los porteños menores de 40 no dan la talla, se ha pensado en un docente, Claudio Zuchovicki, para representar al Gobierno en la Capital y conservar, en el área de gobierno, a un Manuel Adorni tan pegadito al Presidente que no es solo un portavoz.
Una fiesta legislativa y política que Milei espera continuar esta semana con el tratamiento de la Ficha Limpia en Diputados que, para Cristina, pende sobre su cabeza como la espada de Damocles, símbolo histórico de que el poder es efímero. Y que el poder siempre ignora la sentencia. Si en la Cámara baja hay concurrencia dispersa para no confrontar con el Gobierno, esa impresión quizás no se traslade todavía al Senado. Un enigma esa alternativa, un escollo tanto para confirmar la Ficha Limpia –si se aprueba este miércoles– y la designación o el rechazo de Ariel Lijo como ministro de la Corte Suprema, un hombre vastamente lijado y con la necesidad de lograr dos tercios de los presentes para ser luego socio del máximo cuerpo judicial. Por ahora, arranca con diez votos en contra confirmados y una catarata de objeciones, culmina la instancia a fin de mes con las Extraordinarias. Sería una epopeya a observar que en esta quincena el Senado apruebe la Ficha Limpia y la candidatura de Lijo, acompañado por otro mas rezagado –Manuel García Mansilla– quien ni siquiera cuenta con el visto bueno de la comisión respectiva y al que el Presidente nombraría por decreto con plazo fijo, como excepción, hasta fin de año. Otra infelicidad constitucional.
Si Milei se endulza con la cosecha política, robustecer su partido y convertir en una escribanía el Congreso con mínimos recursos, de pronto otro fenómeno inesperado: algunas nubes densas sobre la economía, no anunciadas por la meteorología. Desde el trato con el FMI a imponderables (la baja eventual del precio del petróleo) surgidos por la gestión discordante de Donald Trump desde que asumió. Tiene una ventaja Milei: podrá verlo en EE.UU. en los próximos días y quizás requiera de su generosa asistencia. Para lidiar con el Fondo, debido a que todavía no se cursó al board el expediente de la visita que los funcionarios hicieron al país, mientras la Kristalina Georgieva partió unos días de vacaciones. Suspenso. No parece casual, además que el mandatario argentino haya salido a explicar por escrito la inconveniencia de una devaluación, como si ese tema haya presidido la atención de los visitantes del FMI. Tema que por otra parte han abundado economistas de toda laya, los “mandriles” en particular según Milei. Parece que esos inspectores siguen a varios simios locales, ecochantas según el mandatario. Hasta alguien que considera razonable la política económica actual, Domingo Cavallo, hizo observaciones al respecto en un informe que todos los meses les transfiere a sus clientes. Además de considerar con respeto a Cavallo, siempre Milei dijo que fue el mejor ministro de Economía que tuvo la Argentina. Algunos estiman que no habrá fondos nuevos hasta después de las elecciones de medio término, aunque el organismo renovará los vencimientos de urgencia. Una solución de medio término.
Descuenta con esperanza Milei que la suba futura del dólar en el mundo afectará poco a la economía argentina y que, en todo caso, deberá ajustar más para conservar el índice del uno por ciento por mes que ha establecido con rigidez para el precio de la divisa externa. En el tema del petróleo, sus asesores juran preocuparse si el precio bajara a 40; sin embargo, confían en que no trascenderá los 60. Aunque hay detalles que en ese sector importan: con 60, las empresas del rubro siguen ganando dinero, pero suspenden las inversiones. Y si no invierten, tampoco mejoran la producción. Justo cuando el país más lo necesita como motor de ingresos junto con el campo. Entonces, llega el momento para que dos amigos, Trump y Milei, hablen no solo de la nueva derecha y de lo bien que supondrá, por ejemplo, que un admirador de Elon Musk (y viceversa) como Friederich Merz triunfe el 23 de este mes en Alemania. Será Merz un cordón umbilical con los propósitos del líder norteamericano, aunque esas coincidencias no siempre se reflejan en la estabilidad económica. Eso es, probablemente, lo que en serio un “amigo” le dirá a otro amigo.