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La Scaloneta en el ‘Soccer Show’ de Atlanta: un debut con luces y sombras

La Selección abrió el torneo continental que organiza Estados Unidos con un triunfo ante Canadá por 2 a 0. Mientras en el contorno hubo exceso de pantallas y publicidades, adentro, el estado del césped generó el enojo de Scaloni y de los jugadores. A diferencia de lo que había sucedido en las ediciones de 2019 (0-2 ante Colombia) y 2021 (empate con Chile), esta vez ganó. A favor: la vigencia de Messi y los goles de Julián y Lautaro. En contra: falencias en la defensa y el retroceso.

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Show. Estados Unidos intenta consolidar su idea del fútbol: música, estímulos visuales, PNT, pero con fallas en el césped. | afp

El debut contra Canadá en la Copa América genera ambivalencias. ¿Fue un debut para alimentar la ilusión que fabrica la Scaloneta desde hace varios años? ¿O fue más bien un debut para prender algunas señales de alarma y que la alegría sea mesurada? Surgen dudas, pero también certezas, todas vinculadas al juego del equipo el jueves por la noche ante Canadá en Atlanta, en el Mercedes Benz Stadium, un lugar que sintetizaba bastante bien lo que quieren hacer o intentar los estadounidenses con el fútbol (o con casi todo, sobre todo cuando se trata de un juego-espectáculo-negocio deportivo): llenarlo de pantallas y estímulos visuales, ponerle periodistas influencers que les lleven una moneda de Coca Cola a los árbitros para el sorteo, sumarle pastores evangélicos (esto en realidad es atribuible a la Conmebol), locutores y presentadores que le pidan al público que aliente o deje de alentar y acompañar con música y luces casi como si un partido fuese un recital. Ese gran combo yanki, The Soccer Horror Show, tuvo una falla en lo más importante, lo realmente determinante, donde empieza y termina todo: el campo de juego.

Lo dejó claro Lionel Scaloni en la conferencia de prensa cuando le preguntaron sobre el partido: primero respondió con lo que quería decir desde que pisó la cancha: que el césped era un desastre, que tuvieron más de medio año para prepararlo y que dos días antes habían colocado panes de pasto natural sobre un pasto artificial, que el estadio era muy lindo, que quizás desde las plateas o desde la televisión no se percibía lo mal que estaba, y que sus jugadores no podían jugar en ese terreno.

Pero más allá de eso, de lo central y lo periférico, el funcionamiento del equipo dejó algunos puntos a favor y otros en contra. Se ganó y eso es lo que más importa, sobre todo para este equipo que no había obtenido triunfos en ninguno de sus estrenos: perdió con Colombia en la Copa América 2019, empató con Chile en 2021 y perdió con Arabia Saudita en el Mundial de Qatar. Ya lo sabemos: los debuts siempre son complejos. Hay una cuota de nerviosismo y de puesta a punto que se logra con el correr de los partidos. Por eso lo más positivo es que se ganó contra un rival que, lejos de lo que algunos creen, es fuerte en varios aspectos, sobre todo en lo físico y en la dinámica que impone a partir de las subidas de Alphonso Davies (es raro que un lateral sea tan protagonista en un equipo, pero sucede). 

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Las respuestas del Dibu Martínez y la solidez del Cuti Romero también pueden anotarse como puntos altos, aunque su importancia en la victoria ante los canadienses evidencian un problema, sobre todo en el retroceso y en algunas segundas jugadas: Canadá no convirtió porque el arquero argentino está siempre donde tiene que estar. Sin espectacularidad, sin estridencias, el Dibu te salva. Y para una selección que por lo general siempre es favorita a ganar los partidos, eso es clave.

¿Qué pasará con otro rival de mayor jerarquía si Paredes no logra contener los avances rivales y no aparecen ni el Dibu ni el Cuti ni Lisandro Martínez, que también tuvo una correcta actuación? Es una pregunta, o una duda, o un temor para lo que viene.

Lo bueno, sin embargo, es bastante: que Messi a sus casi 37 años siga bailando en una cancha con la camiseta de la Selección es algo hermoso. Y que los dos delanteros centrales hayan convertido es una gran noticia. Julián Álvarez no festejaba desde los goles a Croacia, en la semifinal del Mundial, y Lautaro Martínez venía de una racha inexplicable, que se había cortado en el amistoso contra Guatemala, pero que necesitaba un gol en un partido por los puntos. Ahora, con eso resuelto, solo queda seguir esperando que esta selección nos siga dando alegrías.