Ya lo dijo el Diego: “¡Cómo no los voy a defender! ¡Hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados!”.
En un principio fue Chaca. La imagen de Carlos en medio de la represión fue intolerable. Carlos es uno de los jubilados que cada miércoles se reúne en el Congreso para reclamar por los recortes en los medicamentos y el ajuste en las jubilaciones. A cada marcha va con su uniforme: la camiseta de Chacarita. Hasta que Carlos fue víctima de una de las habituales represiones del ejército de Pato Bullrich. Ver en la tele al viejo en medio de palos y gases fue demasiado para los hinchas del Funebrero. Carlos es socio vitalicio del club, es uno de los nuestros, no podemos dejarlo solo, coincidieron. Un par de posteos en Facebook y unos mensajes por WhatsApp fueron suficientes para que se organizaran. ¿El objetivo? Hacerles el aguante a Carlos y a todos los jubilados que reclaman contra el gobierno de Javier Milei.
El miércoles pasado, unos veinte hinchas con las camisetas puestas se reunieron en la esquina de Plaza Congreso, frente a la confitería El Molino. Los viejos los recibieron con la euforia del desesperado.
-¡Nos vienen a defender!
-¡Aguante Chaca!
-¡Gracias por no dejarnos solos!
Pero el entusiasmo duró poco. Arrancaron la marcha alrededor del Congreso con los hinchas como escudo entre los jubilados y los policías. Cuando llegaron a Riobamba e Yrigoyen empezaron los problemas.
Alejandro Arcuri, uno de los hinchas de Chacarita que estuvieron ahí, lo cuenta: “Los policías armaron un embudo y cuando pasábamos tiraban gases por encima de los escudos para que los viejos reaccionaran y así tener la excusa para reprimir”. Arcuri sigue el relato: “Cuando llegamos a Entre Ríos empezaron con empujones, algunos golpes y más gases. En ese momento nos gasearon a mí y a un viejo que estaba al lado mío. Se llevó una ambulancia al Santa Lucía por las lesiones en los ojos”.
La represión que sufrieron los jubilados y los hinchas de Chacarita tuvo consecuencias: empezaron a circular imágenes que generaron indignación en otros hinchas, de la indignación pasaron a las redes, y de las redes a la acción. La onda expansiva fue incontenible. Miles de hinchas de todos los clubes coincidieron en una campaña para ir al Congreso y marchar junto con los jubilados el próximo miércoles. En la convocatoria no hay presencia de barras bravas ni apoyo de dirigentes. La mayoría integra alguna de las tres coordinadoras, la de Hinchas, la de Derechos Humanos o la Feminista.
A veces ocurre: el fútbol, esa maquinaria que tiene como prioridad recaudar, que está controlada por empresas a las que no les interesa el fútbol, con dirigentes inescrupulosos y barras a las que solo les preocupa el negocio, a veces, decía, ocurre que muestra su lado humano, solidario. Entonces los hinchas salen a la calle para bancar a viejos que la están pasando mal. Como va a ocurrir el miércoles 12.
Javier Mendoza, otro de los hinchas de Chacarita que estuvieron en la represión del miércoles 5, es contundente: “La gente se está cagando de hambre y reprimen porque es la única forma de sostener al Gobierno. El miércoles en el Congreso va a haber hinchas de todos los clubes, pero vamos a marchar con una sola camiseta, la del pueblo, la de los jubilados”.