Plata Dulce es una película argentina de 1982, que tiene el muy limitado privilegio de haberse convertido un clásico. No solo por su historia, sino por los personajes creados por los guionistas conducidos por Héctor Olivera y dirigidos por Fernando Ayala; mitad ficcionados, mitad tomados de la realidad. Uno de ellos es Osvaldo Juan Arteche, interpretado por el enorme Gianni Lunadei, la persona que convence al protagonista Carlos Teodoro Bonifatti (Federico Luppi) de dejar su trabajo de empresario muy pyme del conurbano bonaerense, para dedicarse a los “negocios financieros”. En una escena clave final, Bonifatti se da cuenta de que Arteche lo engañó y lo hizo responsable directo de una megaestafa en medio de la tablita de Martínez de Hoz de fines de los 70. La financiera que comandaba Arteche era una cáscara para tomar dinero fácil, hacerlo crecer hasta un punto donde su dueño retira rápido el dinero y lo fuga del país. El problema era que Bonifatti había firmado todos los compromisos, con lo que quedó como culpable único del evento. La escena termina con un interminable e histórico grito de Luppi lanzando: “Arteche y la puta madre que lo reparió”.
Los tiempos y los eventos financieros, y las trampas, es difícil que se repitan en la historia de un país y del mundo. Pero en Argentina quedó para siempre el apellido Arteche relacionado con el epicentro del estafador clásico y permanente del sistema financiero criollo. A tal punto que esta semana circuló entre las mesas de dinero de toda la City (presenciales o virtuales) que Hayden Davis es el nuevo Arteche. Cosas de la globalización.
A esta altura, ya se sabe con detalles, muchos, cuál fue la maniobra bautizada por los mercados como Evento $Libra. Un grupo de cuatro jóvenes con cara de mitad aventureros mitad nerds de las redes (un mix que abunda en este nuevo mundo) creó una operación de lanzamiento de una “memecoin” o “shitcoin”, con la intervención presidencial como factor de confianza. Cuatro “phantom wallets” (así se llaman) lanzaron la $Libra a las 17 horas del viernes de San Valentín, un mensaje de X del jefe de Estado fue el factor de confianza para darle valor agregado al momento inicial, la flamante cripto pasó del precio de 0,4 a 4,9 en menos de cuatro horas y media registrando ganancias de casi 1.200% (casi un récord mundial) cerrando el período Pump del proyecto. Luego, casi a las 22, nueve “phantom wallets” decidieron la venta inmediata, a la vez, y en movimientos iguales y similares. Esto es, colocaciones en lotes con números cerrados de 150 mil y 250 mil dólares; coronando la operación de huida en menos de 15 minutos. En segundos comenzó el proceso Dump, que llevó a $Libra a un valor de piso de 0,2; con una caída del 95% (probablemente, también, otro récord). El mensaje del Presidente quedó dos horas más colgado en la red X, mientras la estafa se terminaba de consolidar. Solo a las 22 horas, en medio ya de un escándalo internacional, el mensaje fue retirado y dos horas después aparecieron los primeros ensayos de explicaciones oficiales. Lo demás es historia.
Sin embargo, hay aún muchos eventos del Evento $Libra que causan curiosidad. Dos de los cuatro creadores de la aventura, el argentino Mauricio Gaspar Novelli, trader financiero de profesión y creador del Tech Forum, el evento cripto de octubre del año pasado en el Hotel Libertador, al que solo se podía acceder con invitación o pagando entradas de varios valores que llegaban, en el caso del vip a unos 50 mil dólares. El evento estaba coronado por la presencia de Javier Milei, lo que le dio al espectáculo una altura importante. Se decía aquel día que el hecho de la presentación del Presidente electo había salvado el Tech Forum, ya que el resto de los oradores era “medio pelo”, según un participante local. El tiempo demostraría que en realidad, medio pelo, quedaba corto. Fue en ese ámbito donde Hayden Mark Davis, el titular de Kalsier Ventures y Julian Peth, nativo de Singapur y dueño de Kip Protocol, ambos participantes del evento, conocieron a Milei. Se sucedieron luego varios encuentros entre Novelli, Davis y Peth con Milei, ya como presidente en ejercicio y tanto en la Casa Rosada como en Olivos. Entre octubre del año pasado y el viernes 14, los tres aventureros armaron el Evento $Libra. En un plan que, por los detalles tecnológicos y estratégicos, estaba organizado al detalle. En ese tiempo, organizaron muchas reuniones dentro y fuera de la Argentina, con potenciales interesados en apostar a la “inversión”. Los interlocutores tenían todos la misma impronta. Gente joven, con dinero, que en general apoyaba al libertario, con conocimientos del mundo cripto y, algunos, con ganas de conocer de cerca al nuevo héroe de la comarca: el propio Milei. Novelli y Davis se jactaban, aquí y en el exterior, de tener la llave del contacto. Y de los negocios. Y vendían el Evento $Libra como el primero de muchas oportunidades que se abrirían. Los interlocutores más experimentados no perdían tiempo con los dos aventureros. Incluso hubo quien aceptó almorzar con los oferentes, y ante la negativa clara y concisa de su parte de participar con dinero, tuvieron que levantar la cuenta de un abundante sushi, luego de que uno de los organizadores de $Libra dijera “voy al baño y pago”. El lanzador de la shitcoin nunca volvió a la mesa, y el millonario que se había negado a participar cubrió los costos de la reunión. Esta semana, con mucho humor, bromeaba diciendo “yo solo perdí 100 dólares de un almuerzo en un sushi. Un amigo incauto perdió 100 mil dólares porque entró”.
En esos almuerzos, Novelli y Davis contaban que, en realidad, el Evento $Libra era un primer paso para cosas superadoras. Y que quien no entrara en este negocio se perdería la verdadera piñata que se abriría después. Con detenimiento, en cada uno de estos encuentros con futuros inversores (hoy estafados), se le afirmaba que el plan con el gobierno libertario era lanzar $Libra, y desde allí ir a un mundo nuevo de “tokenización” de la economía argentina; sobre la base de ese memecoin (o shitcoin). Esto es, poder comprar activos físicos con esa moneda: vehículos, inmuebles, bienes de capital y tecnología. Para un segundo momento serviría incluso para el comercio exterior; bajo la promesa además de que $Libra funcionaría por fuera del control del Banco Central. Sería un proceso a tres años que iba a comenzar en 2026, luego del “éxito” de $Libra y terminar de ejecutarse en 2028; en el que, obviamente, quien entrara rápido (el viernes entre las 17 y las 22 horas) se volvería megamillonario. La mayoría de los interlocutores y potenciales clientes vieron la idea como una utopía. Como un delirio. Sin embargo, como el mundo cripto es un ecosistema donde todo es posible (y donde abundan los ejemplos de fortunas hechas en poco tiempo sin moverse de un escritorio) y como existía el apoyo formal y real de Javier Milei, algún viso de realidad tenía.
Como sea, los aventureros llegaron a la tarde del viernes de San Valentín con un ejército de apostadores dispuestos a apoyar el Evento $Libra, si la promesa del mensaje de X del Presidente fuera real. Y así ocurrió. Todo parecía cierto, y, mágicamente y por unas cinco horas, Novelli y Davis disfrutaron de lo que siempre soñaron. Completar al máximo las tres pirámides de Paretto: dinero, capacidad y prestigio. Y lo lograron. Se convirtieron en millonarios. Demostraron a todo el mundo que eran capaces de lanzar un producto nuevo, revolucionario, exitoso y que cambiaría las reglas del mundo cripto al permitir pasar de una “shitcoin” a una “stablecoin”; esto es, de una cripto en broma y para divertirse sin más objetivos que pasarla bien un rato a un objeto de valor estable y serio. Y que esto les permitiría llegar a lo que siempre soñaron: sentarse en la misma mesa que Vitalik Buterin (el inventor de Ethereum), Changpeng Zhao (Cofundador y ex-CEO de Binance, el exchange de criptomonedas más grande por volumen de comercio), Brian Armstrong (cofundador y CEO de Coinbase, la plataforma en línea que actúa como un exchange de criptomonedas y un monedero digital) y Shayne Coplan, CEO de Polymarket (Polymarket es una plataforma descentralizada de mercado de predicciones que permite a los usuarios comprar y vender posiciones sobre el resultado de eventos del mundo real). Especulaban que Novelli y Davis serían los primeros que lograrían la mutación de pasar de una shitcoin a una stablecoin, con una obra maestra: lograr que una cripto se convierta en la competencia directa de la moneda de curso legal. E incluso le pelee al dólar. Todo con el aval de un gobierno libertario que habría venido al planeta Tierra para revolucionar el mundo de las transacciones comerciales. Desde ahora y para siempre. Todo con el Evento $Libra. Y, por cinco horas, parecía que la hazaña se lograba.
Sin embargo, todo cambió con aquellas nueve órdenes de venta de las 22 horas. Y consolidaron la estafa. Y en lugar de un nuevo Vitalik Buterin, cofundador de Ethereum, crearon un Arteche.
Por lo que se sabe, Novelli y Davis están hoy peleados a muerte. Se culpan mutuamente. Es comprensible. No es fácil quedar en la historia como estafadores.