… “O espere para más opciones”. ¿Cuántas hay? Siempre que aparece la instancia de las opciones me pregunto si lograré encajar en alguna. Mantengo el dedo titubeante, listo para no perderme la que corresponde a mi necesidad, y van pasando todas sin que alcance a presionar un número, siempre suponiendo que todavía falta que digan el motivo por el que realicé el llamado.
Y entonces llega infaliblemente la última opción, la que me ofrece repetir todas las anteriores. Hace algún tiempo, la respuesta automática solía terminar con “Aguarde y le comunicaremos con un operador”. Ya no parece haber nadie al final de todas las derivaciones. La única opción es volver al menú de opciones. O cortar para posponer lo irresoluble.
Hay que llegar muy lejos para que te atiendan. Es una carrera de obstáculos, de estrategias. ¿Cómo hacer para que una persona aparezca del otro lado del teléfono? Primero que nada, tener en cuenta las opciones que la empresa con la que tratamos de comunicarnos prioriza para atender los llamados con mayor celeridad. Si se trata de una compañía de seguros, es muy fácil. En “Contratar”, enseguida te responden. No hay espera, y encima la voz tiene un nombre, probablemente acento de otro país, pero sobre todo, palabras. Y más allá de su empeño para lograr que lleguemos hasta la encuesta, al menos se establece una conversación de pocos minutos que admite preguntas no establecidas. Dudas, chistes, saludos. Nunca pensé que valoraría los call-centers. No me refiero a las condiciones de trabajo, sino a las respuestas humanas. ¡Call gente!
El camino hacia una persona es cada vez más arduo. Y en todos los terrenos. En el administrativo, dificilísimo. Ayer mi hija casi se emociona cuando la recibió una empleada en Arba, y la ayudó con el monotributo. Tramitar una pensión en la Anses es como ganar la lotería. Y en todo hay QR, entonces escaneamos un código, seguimos mirando el teléfono, y el cuerpo se reduce al dedo índice.
Me resulta más cansador enmudecer eligiendo opciones que me resuelvan trámites que hablar de cualquier cosa hasta conseguir resolverlos.
Que la inteligencia artificial comprenda la prescindencia que tenemos de ella.
Gente, por favor.