La llamada “ficha limpia” viene a completar los mínimos requisitos que la Constitución Nacional establece para ocupar cargos en los Poderes Ejecutivos y Legislativo (edad y lugar de nacimiento). Avance relevante que debiera ser acompañado por una “ficha técnica” que exija, como condición para presentarse como candidato a esos cargos, una mínima capacidad técnica para la gestión del Estado. La llegada al poder de candidatos sin ninguna exigencia de este tipo de capacidades, es una de las causas de nuestro estancamiento económico y sus secuelas de desempleo, pobreza y marginalidad.
Un antecedente importante en cuanto a esta preocupación, la encontramos en el gobierno de Raúl Alfonsín, con su decisión de formar funcionarios capaces de hacer efectivo los roles del Estado, como fueron los “Administradores Gubernamentales” (iniciativa inspirada en la Escuela Nacional de Administración, de Francia, donde se formaron estadistas como Emmanuel Macron, entre otros). Iniciativa que fue dejada de lado dados sus magros resultados, consecuencia de la ignorancia de las autoridades ejecutivas en cuanto a la necesidad de conocimientos técnicos para el manejo del Estado (no se puede conducir una burocracia eficiente cuando se ignora la exigencia de conocimientos técnicos para atender las necesidades culturales y materiales de los ciudadanos).
Lo anterior indica la necesidad de sumar una “ficha técnica” a la “ficha limpia”. Y para lograrla es imprescindible que los candidatos que se postulan para gobernar, acrediten conocimientos en Derecho Constitucional y principios republicanos, así como conocimientos básicos de economía política para no caer, entre otras falencias, en la utopía de distribuir lo que no se produce, y para ser capaces de crear las condiciones que favorezcan el desarrollo económico, con productividad, respeto a las leyes laborales y el medio ambiente.
El desafío de esta iniciativa de “ficha técnica” pasa por encontrar los mecanismos institucionales que permitan constatar la existencia de esos requisitos en los candidatos a cargos legislativos y ejecutivos. Una primera idea pasa por el examen de esos conocimientos de los candidatos, a cargo de un organismo del Estado, con independencia de los poderes establecidos.
A lo que deben agregarse otros mecanismos que garanticen a los ciudadanos de todos los niveles sociales la posibilidad de ocupar cargos legislativos o ejecutivos. Para lo que se hace necesario la creación de un instituto (con la orientación de la ENA francesa, pero con cursos de más corta duración), con matrícula gratuita para garantizar el acceso universal a la posibilidad de ser candidato a conducir las acciones del Estado a través de los Poderes Legislativo o Ejecutivo.
Controlada la moralidad de los candidatos, así como la posesión de conocimientos mínimos, para asegurar tanto la vigencia de los principios republicanos como el bienestar material de los ciudadanos (fruto de la creación efectiva de riquezas, bien distribuidas) el futuro de nuestra sociedad estará encaminado.
*Sociólogo.
