“Nos entró la bala”. Un funcionario de acceso habitual a la Casa Rosada reconoce a regañadientes el impacto negativo del escándalo que causó el apoyo presidencial al lanzamiento de una criptomoneda de dudoso origen. “Pero vamos a salir rápido”, augura con optimismo.
Habrá que ver si ese vaticinio se cumple a la velocidad deseada. No pareciera. El inédito inmovilismo posteador de Javier Milei durante el fin de semana, acompañado en ese lapso por la cancelación de cualquier aparición mediática de integrantes del Gobierno, fue roto a través de una controvertida aparición televisiva del Presidente.
Allí, Milei intentó justificar su promoción de la cripto $LIBRA con argumentos endebles, contradictorios o falsos. ¿Cómo pasa a sostener que actuó de buena fe para de inmediato justificar que los miles de perjudicados sabían que era como una apuesta de casino? Apenas un ejemplo, para evitar una desviación del eje: la estafa fue posible gracias al posteo fijado durante horas por el Presidente, que al final borró. Eso no es difundir, como dijo, sino publicitar.
Milei tiene antecedentes de temerarias participaciones en emprendimientos digitales problemáticos, por llamarlos de una manera elegante. Antes y durante su breve carrera política. Promocionó (por dinero, según admitió) el engaño de CoinX, un esquema Ponzi que prometía rendimientos extraordinarios. O el token Vulcano, que también se derrumbó y dejó un tendal.
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Casualmente, detrás de Vulcano estaba Mauricio Novelli, una de las patas argentinas de $LIBRA. Es el joven “emprendedor” que hasta contrató a Milei para que diera clases en su escuelita de tiburones financieros N&W Professional Traders. Otro de los maestros allí es el filósofo medieval Agustín Laje, presidente de la novel fundación libertaria Faro.
Novelli es la pata argentina de $LIBRA. En los registros oficiales, su nombre aparece con una decena de ingresos a la Casa Rosada y a la residencia de Olivos. Merced a este vínculo con Milei y la hermanísima Karina (que históricamente se dedicó a administrar también el dinero de su hermano), Novelli acercó a la cúspide del poder a las dos empresas detrás del escándalo.
Una de ellas es liderada por el norteamericano Hayden Davis, que vino varias veces a la Argentina, con selfie incluida con Milei en la Rosada. Muchos en el Gobierno miran a Novelli, y a Karina, para explicar la relación con Davis, con nulo prestigio en el complejo universo cripto.
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Hay algo peor. El pelirrojo Davis va subiendo la apuesta, después de haberse aprovechado de la cotización inflada inicial de $LIBRA. Primero sostuvo desde EE.UU. que Milei formaba parte del plan de lanzamiento, lo que contradice al Presidente. Luego, que tenía 100 millones de dólares a disposición del Gobierno, como resultado de la “operación”. Y ahora se filtraron mensajes de él donde aseguraba a potenciales inversores (o víctimas) que manejaba a Milei, a través del envío de fondos a su hermana. ¿La ficción de un estafador o la punta del iceberg de un financiamiento opaco?
El señalamiento de Davis sobre el posible aporte de fondos apuntala otra denuncia que pasó casi desapercibida. Charles Hoskinson, reconocido cofundador de la blockchain Ethereum, avisó que cuando vino en octubre último a un evento organizado por Novelli y donde el orador central fue Milei, le pidieron dinero para estar a solas con el Presidente “y que pasen cosas mágicas”.
Al revés del optimismo del funcionario consultado, acaso el escándalo $LIBRA recién empiece y pueda tener efectos imprevisibles. O no. Nunca se sabe en la Argentina.
