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confrontaciones

Errores no forzados

El Gobierno debe usar el sentido común y enterrar las internas para no vivir en una crisis constante.

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Vehículo blindado anti-PAMI, Pato Bullrich. | Pablo Temes

El último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina es lapidario: 52% de la población vive en la pobreza y el 17% en la indigencia. Estos datos son los más altos desde el 2001. En el último semestre del 2023 el índice de pobreza que había medido el Indec era del 41 y el de indigencia del 16. Estas cifras ilustran la triste realidad del drama de la Argentina. Es un drama siempre inexplicable cuando se consideran las riquezas y la potencialidad de nuestro país, pero absolutamente entendible cuando se analizan los avatares de la dirigencia vernácula, empezando por la casta política y siguiendo por la sindical, parte de la empresarial y un largo etcétera que representan un verdadero lastre para la Nación.

La Argentina es la historia de un fracaso continuado. Los números del informe de la UCA impresionan, pero cobran su verdadera dimensión cuando se trasladan a las historias que hay detrás. Son historias de vida desgarradoras en las que no faltan aquellas que son un ejemplo de abnegación, solidaridad y voluntad de superación ante la adversidad. Lo increíble de esa forma de resiliencia es que se produce a pesar de la clase política.

En medio de esto, el Gobierno navega por aguas procelosas ofreciendo flancos débiles por doquier. El estilo confrontativo de Javier Milei y su entorno de hierro –su hermana Karina y su asesor estrella Santiago Caputo–, es un factor que contribuye a agitar aún más esas aguas bravas por el que transcurre el devenir de la política. Milei debería aprender del pasado reciente; cuando Mauricio Macri se encerró en su entorno con Marcos Peña a la cabeza, perdió todo contacto con la realidad y no le fue nada bien.

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La principal ayuda que tiene Milei frente a la economía que sigue siendo mala, se la da la oposición

Santiago Caputo –sobrino del ministro de Economía– es hoy un problema en la búsqueda de acuerdos con el propio Macri que hace que, el futuro de esa sociedad sea incierto. Por lo pronto, el oficialismo necesita imperiosamente que esa asociación funcione en la semana que comienza para evitar que el Congreso le siga dando dolores de cabeza. Resta aún un largo camino para que esto pueda concretarse y asoman varios temas conflictivos: La oposición llamará a sesionar el miércoles que viene en Diputados para rechazar el veto a la movilidad jubilatoria. Necesitará los dos tercios de los presentes. Es decir, unos 172 diputados. Y el jueves el Senado intentará tratar la sanción del proyecto que mejora y blinda el financiamiento universitario y el rechazo al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) sobre fondos millonarios para la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE). Boleta Única de papel asoma como uno de los pocos temas que podrían mejorar la calidad institucional. Es necesario que se reforme el sistema electoral para terminar de una vez por todas con los vicios de la política. Boleta Única, además de significar un ahorro de dinero para el Estado que, en cada elección debe imprimir millones de listas con el actual sistema vetusto, termina con el robo de boletas y la hegemonía de los grandes partidos que cuentan con mucha más gente para reponer papeles y vigilar la elección.  

La contradictoria y criticable decisión del Presidente de restringir los alcances de la Ley de Acceso a la Información ha enrarecido el clima de por sí inestable entre Milei y Macri. La mencionada Ley  fue una iniciativa muy buena que propició y promulgó el expresidente. Estas restricciones, que fueron criticadas no sólo por periodistas y medios de todo el espectro, son absolutamente contradictorias con los postulados de La Libertad Avanza. Esta decisión tuvo su origen en el enojo del Presidente cuando se le preguntó acerca de si él paga, o no, de su bolsillo la manutención de sus cinco perros. En los Estados Unidos, los presidentes – que en su mayoría han tenido perros– deben pagar de su propio bolsillo la alimentación, las vacunas y las eventuales consultas con veterinarios y/o tratamientos de sus mascotas. Por si alguien duda de que la vida privada de un presidente es una cuestión de Estado que, por lo tanto, está bajo el escrutinio de la opinión pública –es decir, la ciudadanía– véase lo que se está conociendo sobre las libidinosas y violentas conductas de Alberto Fernández a lo largo de los cuatro años de su presidencia decadente.

Sin rivales de peso

La principal ayuda que hoy tiene Milei para enfrentar la adversidad de una situación socioeconómica que sigue siendo mala, se la da la oposición, El enfrentamiento de poca monta y mucho estruendo con Cristina Fernández de Kirchner le viene como anillo al dedo. La falta de autocrítica de la expresidenta que se empeña en mostrarse ajena a toda responsabilidad por el desastre que fue el gobierno de Alberto Fernández –de la que ella fue ni más ni menos que su vicepresidenta– muestra su cinismo. CFK desespera por mantener –como sea – la centralidad dentro del PJ. El enfrentamiento con Milei la ayuda. La situación recíproca también es cierta: el Presidente se siente siempre cómodo en la confrontación, y mucho más cuando ese enfrentamiento se da con CFK. Dicho de otra manera, el Presidente se nutre del pasado que vuelve constantemente para recordarle a la sociedad los desastres del kirchnerismo. A la penosa historia de violencia de género de Fernández, sus aventuras adolescentes y faltas de ética, su vida lejos del sacrificio de una verdadera gestión, se suman ahora las declaraciones del exministro de Economía Martín Guzmán quien dijo públicamente –palabras más palabras menos– que la cuarentena se extendió por motivos políticos en lugar de sanitarios. Una fuente de La Libertad Avanza lo describió así: “Los K nos siguen dando motivos para sentarnos con un balde de pochoclo delante de la TV. Pero ojo, lo único que tenemos que hacer es no caer en errores no forzados y la verdad que nos está costando bastante” –reconoció. Se refiere a las peleas que desde hace más de dos semanas se ventilan al sol, dentro del espacio. Hay para todos los gustos, pero la más preocupante es la turbulenta relación en el binomio presidencial.

El Triángulo de Hierro no logra doblegar a Victoria Villarruel, una mujer con carácter y seguidores propios. Ambos deberían revisar los libros de historia cuyas páginas están llenas de confrontaciones similares; el problema es que algunas de ellas no terminaron bien. Argentina necesita que prevalezca el sentido común y enterrar las internas para no vivir en una crisis constante.