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Elecciones 2025: primeras escaramuzas

La clave al armar la listas es cómo asegurarse la fidelidad partidaria, un tema poco discutido aquí en la Argentina.

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Urna et orbi. | Pablo Temes

Faltan un año y meses para las elecciones de medio término de 2025, pero ya se comienzan a tomar decisiones pensando en aquel día.

Submarinos electorales. Podría evaluarse que es temprano para analizar el proceso electoral, pero no lo es si se observan los cambios que se buscan introducir al sistema y que –en definitiva– buscan quitar protagonismo al peronismo.

En primera instancia, se debe recordar que la ley Bases original consideraba cambiar el sistema de representación de listas completas y distribución D’Hont, por un modelo uninominal a la inglesa. Esa propuesta podría tener consecuencias impensadas, aunque parece archivada por ahora. Por otra parte, existe cierto consenso en el abandono del sistema de lista sábana por el de boleta única en papel. También se debate si debe haber un cuadradito para tildar que implique el voto de lista completa. De no existir ese “botón”, el votante tendría que marcar cada categoría favoreciendo el corte de boleta, o el voto en blanco para algunas de las opciones menos conocidas.

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Otra discusión es la eliminación de las PASO. El argumento oficial es sobre el costo, pero la apertura de elecciones internas puede incentivar la presentación de candidaturas desafiantes a la línea oficial del partido, cosa que LLA está lejos de permitir: especialmente si provienen del PRO. Una opción es que las primarias sean optativas, o que los partidos que no presenten alternativas no puedan presentarse. En cualquiera de las dos instancias los aparatos partidarios y recursos paraestatales tendrán un gran predominio.

Transiciones. Como es sabido se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y el tercio del Senado. Los primeros ingresaron en la elección de 2021 y los segundos en 2019. Será la elección legislativa más importante desde el inicio de la democracia porque definirá una situación peculiar donde el gobernante La Libertad Avanza ganó las elecciones presidenciales, pero cuenta con una magra representación parlamentaria por dos razones conocidas: en 2021 sólo concurrió por la Ciudad de Buenos Aires –Javier Milei y Victoria Villarruel– y en las elecciones generales de 2023 sólo obtuvo el 29,9%, elección que definió la representación parlamentaria.

La nueva composición del Senado nacional será la clave para la futura gobernabilidad de Milei. Las ocho provincias que votan senadores son Chaco, CABA, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. De los 24 senadores que salen del recinto, cuatro son radicales, dos pertenecen al PRO, quince son peronistas y los tres restantes pertenecen a bloques provinciales. Esta clasificación es lábil, por ejemplo, es difícil entender la adscripción política de Edgardo Kueider, Lucila Crexell o Juan Carlos Romero. Por el peronismo salen algunos nombres fuertes como Martín Doñate, Oscar Parrilli, Claudia Ledesma o Mariano Recalde. Por el radicalismo salen figuras con alto perfil como Pablo Blanco, Víctor Zimmermann o Martín Lousteau, luego el PRO probablemente extrañe a Guadalupe Tagliaferri. LLA no renueva ningún senador, por lo cual lo que obtenga será todo ganancia.

La Ciudad de Buenos Aires va a ser el escenario estelar de las elecciones de medio término

Pasos perdidos. En la Cámara de Diputados 47 peronistas cesan su mandato y de estos figuran nombres importantes para el bloque como: Sergio Palazzo, Leopoldo Moreau, Roberto Mirabella, Vanesa Siley, y Leandro Santoro. Por el PRO puro salen 22 legisladores, donde también figuran nombres conocidos como Fernando Iglesias, Luciano Laspina, Hernán Lombardi, Diego Santilli y María Eugenia Vidal. Entre estas figuras, las expectativas de ingresar al gabinete de Milei se fueron esfumando con el paso del tiempo y sus posibilidades de reelección estarán pendientes a los posibles acuerdos con LLA. Aunque parezca extraño también hay siete diputados de LLA que dejan sus bancas, la mayoría había ingresado bajo otro signo partidario y quienes reemplazaron a Milei y Villarruel que habían sido electos en aquel año.

Desde La Libertad Avanza la prioridad es el armado en todos los distritos, para evitar lo que pasó en 2023 que tuvo que “asociarse” con partidos con personería nacional y provincial para poder colgar la boleta presidencial, ahora Karina Milei, Martín y Lule Menem buscan tener el control total de las listas electorales. Aparte de las razones políticas, la finalidad es fidelizar el voto libertario, en otras palabras, asegurarle al votante que cada boleta de LLA signifique votar a Milei. El año pasado la boleta de diputados perdió casi un millón doscientos mil votos respecto al ticket presidencial, la desconfianza de los votantes sobre los políticos llegó a lugares impensados.

La expectativa del oficialismo es obtener el 40% de los votos a nivel nacional para diputados, y con mayor homogeneidad que en 2023. Por ejemplo, el año pasado en CABA sólo obtuvo el 20% y en PBA no alcanzó el 26%. En este sentido algunos se preguntan si la boleta del megadistrito no debería se encabezada por Karina Milei, para mantener la marca-apellido, a pesar de que la Primera Hermana está muy lejos de abandonar el Ejecutivo, aunque hoy para encabezar la estratégica boleta de PBA talla Espert, quien protagonizó el emotivo regreso a la filas libertarias tras haber sido en 2023 candidato a senador por el larretismo.

¿Orden o libertad? Un elemento central en el armado de listas recupera el tradicional el interrogante sobre cómo contar con la fidelidad partidaria. Éste es un tema poco discutido en Argentina, pero que afecta a todas las fuerzas políticas y especialmente al peronismo. ¿Deben los legisladores votar siguiendo la decisión del bloque? Está claro que las fugas de congresistas elegidos por el peronismo fueron claves para que el RIGI sea votado.      

Finalmente CABA va a ser el escenario estelar de las elecciones de medio término. LLA está decidido a conquistar el distrito jugando figuras fuertes como Manuel Adorni y Patricia Bullrich, dejando a un PRO muy debilitado, o como socio muy menor. Otro problema que le aparece al PRO es el armado de Horacio Rodríguez Larreta, quien más allá de la derrota en 2023 es una figura valorada por parte de los porteños y que podría encontrar una sociedad con los radicales de Martín Lousteau y hasta con parte del peronismo.  

*Sociólogo.