COLUMNISTAS
Recurso

El espectador cautivo

130425_adolescencia_capturavideo_g
Adolescencia. Ha liderado la lista de los contenidos más vistos. | captura de video

Es vieja la historia del travelling y la moral que ocupó a los críticos y cineastas de Cahiers du cinema en otra vida. La versión que Godard construyó quedó, de manera no casual, en la memoria colectiva: el travelling es una cuestión moral. Hablar del travelling en cine es una suerte de sinécdoque del resto de sus herramientas narrativas entre las que el plano secuencia ocupa un rol sobrevalorado.

Dos planos secuencias que no faltan en ningún manual son el de Welles y el de Hitchcock. En Sed de mal, Wells arranca la película empleando los tres minutos del rollo para establecer un espacio moral de una ciudad ficticia en la frontera de México y Estados Unidos que evoca a Tijuana. Alfred Hitchcock, por su parte, en La soga, no cae en el olimpismo de superar todas las marcas en el uso desmedido de una cámara sin párpados y filma una coreografía escénica, un modo de narrar que hace pertinente el recurso dando forma a la acción y no dibujando movimientos propios de gimnasia rítmica.

La serie Adolescencia de Netflix, en pocas semanas ha liderado la lista de los contenidos más vistos en la plataforma a nivel global. Son cuatro capítulos de una hora aproximada de duración rodados, cada uno de ellos, en un solo plano secuencia. En uno de los capítulos, prácticamente centrado en una entrevista entre el adolescente protagonista y una terapeuta, puede que se haga pertinente el recurso por la intimidad del encuentro y una premisa dramática similar a la que apela Hitchcock en los sucesivos planos secuencias de La soga. El formato digital se adapta al ejercicio olímpico ya que no necesita falsos cortes ni fundidos, pero en el resto de los capítulos de la serie hay verdaderas muestras de atletismo visual en el que la cámara improvisa filigranas banales para ir sorteando obstáculos y no acabar en un corte forzado. Aquí el fuera de campo es una turbación permanente donde la fantasía nos lleva a pensar en una danza de actores y técnicos siguiendo una marcación que no vemos para entrar y salir delante del foco todo el tiempo. Mientras vemos Adolescencia es inevitable no imaginar el making of.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El tema de Adolescencia es claro, los personajes son sólidos, los actores eficaces y el guión ajustado, pese a estar sometido a la prueba de fuerza del recurso técnico. Con todo esto a favor, la pregunta es porqué se ha recurrido al plano secuencia sí, aparentemente, no viene a cubrir ningún vacío y su necesidad estética es cuestionable. La respuesta, quizás, esté en el medio y no en el mensaje. El recurso demanda una atención permanente: es difícil abandonar la pantalla en ausencia de un corte y el dispositivo se convierte en una máquina de mirar difícil de abandonar. ¿No es ésta la intención última de una plataforma? Que esa haya sido razón de esta producción es una hipótesis; que ese sea el fin de Netflix y de sus algoritmos, no: buscan un espectador cautivo.

A propósito de la tragedia del instituto secundario de Colombine, donde dos adolescentes asesinaron a doce compañeros e hirieron a muchos más, Gus Van Sant rodó Elephant, una película que se basa en esos acontecimientos. No hay, prácticamente, acción en el relato, sola la mínima; hay un acompañamiento de los adolescentes en planos secuencias sucesivos que pasan prácticamente de-sapercibidos; los personajes, como el protagonista de Adolescencia sufren bullying, algunas padecen bulimias, otro soporta a un padre alcohólico y casi todos los progenitores están ausentes, en fin, nada que a nadie le pueda resultar ajeno del otro lado de la pantalla. Pocas cosas son explícitas, pero todo queda expuesto en una tensión sin adjetivos. Aquí el fuera de campo es insoportable. La cámara narra, acompaña y al final de la tragedia, nos deja solos, expuestos y cautivos, pero de nuestra propia condición a través del arte. No de un algoritmo.

*Escritor y periodista. Autor de Claves para la Educación Cívica de los Argentinos.

Disfrutá nuestra newsletter
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas y editores especializados.