El jueves 16 de enero fue, hasta el momento, el día más caluroso en lo que va del año, con una sensación térmica que alcanzó los 40 grados. Una semana después, la temperatura estaba apenas por debajo, en los 35°. Ahora llegaron las lluvias y, con eso, un muy leve descenso del calor, con mínimas de 25° y máximas de 33° pronosticadas para hoy, los cuales marcan una considerable diferencia con respecto a lo castigada que estuvo la Ciudad la semana anterior.
Sin embargo, el Servicio Meteorológico Nacional anticipa que las lluvias continuarán durante todo el día, pero “sin considerables cambios” en la temperatura. Por ese motivo, el organismo mantiene el alerta amarillo por temperaturas extremas en la Ciudad y en parte del conurbano bonaerense. De todos modos, señalaron que, para los próximos días, no se esperan máximas que superen los 31°.
Para el fin de semana, el SMN pronostica buen tiempo en la Ciudad de Buenos Aires, con cielo parcialmente nublado y sin probabilidad de lluvias. En el caso del sábado, la mínima será de 21° y la máxima de 30°, mientras que el domingo el termómetro marcará un grado más: mínima de 20, máxima de 31°.
La próxima semana comenzará también con temperaturas más primaverales, similares a las del fin de semana. El lunes será prácticamente un calco del día anterior: se pronostica una máxima de 21° y una máxima de 31°. Recién el martes volverían las lluvias al territorio porteño, aunque sólo por la mañana y con bajas probabilidades. Las temperaturas se mantendrán casi sin cambios: mínima de 22° y máxima de 31°.
El alerta amarillo de hoy alcanza a Capital y el sur del conurbano, además del sur y centro de Santa Fe, centro y este de Entre Ríos, centro y oeste de Córdoba, y zonas de Chaco, Jujuy y el noroeste de Corrientes.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advirtió que estas temperaturas pueden tener un impacto leve a moderado en la salud, siendo peligrosas especialmente para grupos de riesgo como niños, niñas y personas mayores de 65 años con enfermedades crónicas.
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Un verano más caluroso de lo habitual
El 6 de diciembre pasado, el SMN lanzó un informe trimestral, con datos de enero, febrero y marzo, donde pronosticó una temporada marcada por las altas temperaturas en gran parte del territorio nacional. En aquel momento, el organismo había proyectado precipitaciones inferiores a lo normal en el este, oeste y sur de Patagonia.
También habían pronosticado una probabilidad del 50% de que se desarrolle el fenómeno de La Niña durante el trimestre que va desde diciembre 2024 a febrero 2025. Este se caracteriza por generar condiciones favorables para la propagación de incendios, la bajante de ríos y una menor producción agropecuaria.
La Niña es un fenómeno climático que provoca un enfriamiento significativo de las aguas superficiales en las zonas central y oriental del Pacífico ecuatorial. Además, genera alteraciones en la circulación atmosférica tropical, afectando los vientos, la presión y los patrones de precipitaciones a nivel global, con impactos en diversas regiones del planeta, desde sequías hasta lluvias intensas.
TC
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